En el informe semestral de la DIA sobre Cosa Nostra…

…el jefe de la mafia sigue siendo Matteo Messina Denaro

Por Giorgio Bongiovanni-6 octubre de 2022

Lo decimos de inmediato: estamos seguros de que los fiscales de Palermo dirigidos por el nuevo titular de la fiscalía, Maurizio De Lucia, en los próximos días harán todo lo posible -como lo han hecho en los últimos años- para coordinar los equipos especiales de la Policía, los Carabineros y la Guardia de Finanzas dedicados a la búsqueda de Matteo Messina Denaro. Pero es un hecho que mientras exista un Estado-mafia que proteja su fuga, ese día que el país espera desde hace casi 30 años demorará en llegar. La Dirección de Investigaciones Antimafia (DIA) se ha referido a estas protecciones y tutelas en el segundo informe del 2021 (julio-diciembre) -publicado con un retraso considerable por el Ministerio del Interior- sobre el fenómeno de la mafia en Italia. Con respecto a la provincia de Trapani, feudo de Messina Denaro, nacido en Castelvetrano, la DIA observa: "El connubio político-mafioso en este particular territorio podría dar vida a una densa red de 'protección' que podría favorecer la ejecución de la larga evasión". Sobre este punto, los analistas describen a Matteo Messina Denaro como "una figura de referencia también para los grupos mafiosos fuera de Trapani". Una definición inexacta, a nuestro juicio, al menos en parte. Matteo Messina Denaro, hijo del difunto Francesco Ciccio, también jefe del distrito de Castelvetrano, no es una "figura de referencia" sino el verdadero jefe de Cosa Nostra en Sicilia. La diferencia parece sutil pero no lo es en absoluto, sobre todo porque hablamos de una organización criminal que hizo de los términos y el lenguaje algo original en todo el mundo. Quienes pertenecen a Cosa Nostra no hablan de "figuras de referencia" sino a verdaderos lugares de poder que van de arriba hacia abajo en la jerarquía militar -al igual que desde hace más de siglo y medio- hecho descubierto gracias a las revelaciones de arrepentidos como Tommaso Buscetta, quien fuera interrogado por el encomiable Giovanni Falcone. En Cosa Nostra, le recordamos al lector, hay soldados, jefes de decenas, jefes de familia, jefes de distrito, consejeros, la Comisión (también llamada Cúpula) y un jefe de todos los jefes. Messina Denaro se ubica justo aquí, en el lugar más alto de la cadena de "depredadores".

Es él quien, según las reglas de Cosa Nostra, además de comandar el área de Trapani, dirige la cúpula en ausencia de los históricos "jefes de jefes" Salvatore Riina y Bernardo Provenzano (fallecidos hace algunos años), en armonía con los otros jefes mafiosos encarcelados bajo el régimen del 41 bis: Giuseppe y Filippo Graviano, Leoluca Bagarella, Nitto Santapaola, los hermanos Madonia y muy pocos más.

Messina Denaro es un jefe sui generis. Es culto, ama la lectura, la alta costura, los autos hermosos y es un apasionado de las obras de arte. Esto es lo que se sabe de él. Y otras pocas cosas. En comparación con las familias Provenzano, Bagarella y Riina, conocidas por su estrechez de miras como jefes del interior profundo de Sicilia, "'u siccu", tiene una impronta más empresarial. Se estima que le han sido incautados alrededor de cinco mil millones de euros en activos en siete años de investigaciones coordinadas por la DDA (Dirección Distrital Antimafia) de Palermo. Cifra exorbitante que ni siquiera hizo pestañear al jefe mafioso. Su "holding" criminal se ocupa de todo tipo de cosas: desde las clásicas actividades ilegales como el narcotráfico y la corrupción, pasando por los productos alimenticios, las energías alternativas, los parques eólicos, y va en aumento su participación en empresas líderes en Italia. Fue el propio Riina quien lo tuvo como alumno por recomendación de su padre, "Don Ciccio", y quien se quejó de su carácter en una escucha grabada en prisión. "...Esto que hace el fugitivo con los postes eólicos y los postes de luz, se los puede meter a los postes de luz en el culo para que lo iluminen, nos haría verlo mejor si se pusiera la luz en el culo y lo iluminara, así se siente que está mandando, siente que tira luz por todos lados, tira luz, pone los postes para sacar plata, pero no le interesa…". Pero las apariencias engañan. Detrás de esa vida de magnate, de saco y corbata, que tanto los investigadores como los jefes mafiosos dicen que vive, se esconde un demonio. Matteo Messina Denaro, de hecho, coordinó, ordenó y llevó a cabo cientos de asesinatos, incluido el del pequeño Giuseppe Di Matteo, estrangulado y disuelto en ácido.

Es él quien formaba parte del comando que debía eliminar a Falcone en la famosa "misión romana" en febrero-marzo de 1992 (y que debió volver a Sicilia junto con los otros jefes por orden de Riina que ya tenía en mente "un gran atentado"). Es él quien intentó asesinar, afortunadamente sin éxito, al ex comisario Rino Germanà, junto con Leoluca Bagarella y Giuseppe Graviano. Es él quien en el otoño de 1991 -precisamente al mismo tiempo que la reunión en Enna donde se decidió la estrategia de masacres de Cosa Nostra- dio su consentimiento a siete atentados: los dos primeros contra Falcone y Borsellino en 1992; y los otros cinco contra basílicas y museos del país en 1993. Atentados que provocaron decenas y decenas de muertes de civiles, incluidas niñas (como Caterina y Nadia Nencioni), por las que fue condenado como autor principal en Florencia y Caltanissetta (en segunda instancia).

Es él quien (junto con el otro jefe de las masacres, Giuseppe Graviano) conoce los secretos sobre los autores intelectuales externos de los atentados, sobre los acuerdos de los jefes mafiosos con políticos estipulados entre la Primera y la Segunda República, y quien fue bautizado en política en 1994 con la victoria de Forza Italia, partido fundado por Silvio Berlusconi y Marcello Dell'Utri (hoy investigados en Florencia como instigadores externos de las masacres del '93). Y es siempre él quien, siguiendo la voluntad de Riina que estaba en la cárcel, ordenó un atentado a fines del 2012 contra el ex fiscal adjunto de Palermo, hoy en el CSM (Consejo Superior de la Magistratura), Nino Di Matteo, quien investigó esos híbridos connubios con un grupo de fiscales en el denominado proceso de la Tratativa. Un proyecto de atentado, el ordenado por la "prímula roja", que sigue en marcha según los investigadores. Todo esto y mucho más se esconde tras el líder mafioso al que hemos descrito en reiteradas ocasiones como un prófugo de Estado. Una definición, la nuestra, sugerida por la clara y múltiple cobertura institucional que Matteo Messina Denaro ha tenido y sigue teniendo. Encubrimientos comprobados por investigaciones, escuchas telefónicas y confesiones. El manto de invisibilidad fue elaborado por una red oculta de jefes, arregladores, políticos, funcionarios estatales e incluso miembros de la masonería, según informó la exfiscal de Palermo (hoy en la DNA, Dirección Nacional Antimafia) Teresa Principato. Hace algunos años Saverio Lodato recordó sobre él que, además de su entorno "habían detenido a familiares hasta la séptima generación". Sin embargo, a pesar de esto, y a pesar de las innovaciones tecnológicas de investigación, como los drones y las intercepciones en tiempo real, Matteo Messina Denaro es imposible de encontrar.

Incluso hay quienes, dentro de Cosa Nostra, lo han dado por muerto. Así surgió recientemente en una escucha denunciada en la enésima investigación realizada a personas de su entorno. Uno de los detenidos, Marco Buffa, supuestamente difundió el rumor de la muerte de "'u siccu" pero fue inmediatamente desmentido por el jefe de Castelvetrano, Piero Di Natale. "Pídele disculpas, porque está vivo y bien", le dijo, alertándolo de que "había llegado la noticia" del rumor que había difundido. También en esa investigación, Di Natale le confesó a Buffa que había leído uno de las esquelas que Messina Denaro le habría enviado al jefe liberado Francesco Luppino, uno de los principales voceros del prófugo y encargado de reorganizar la red de tapaderas. "Entonces en uno de los últimos -dijo Di Natale- le dijo (a Luppino, ndr): saluda a Sandrone y dile que estoy aquí como antes, incluso más que antes y él es su pensamiento, porque yo estoy aquí, lo pongo aquí, lo pongo aquí…". Un mensaje que volvería a demostrar que el jefe de las masacres está en pleno apogeo, al punto de emitir directivas para la reorganización de los activos de la mafia en la provincia de Trapani. Pero a pesar de esto, Messina Denaro no da ningún paso en falso, gracias a la protección de la que hemos hablado.

"Su arresto sigue siendo solo una utopía", dijo la fallecida Giovanna Maggiani Chelli, quien durante nueve largos años recibió las peticiones y esperanzas de los familiares de la masacre de Via dei Georgofili, la que Messina Denaro, en parte, se jactaba de haber cometido. En la lista de fugitivos más peligrosos que emite el Ministerio del Interior, Matteo Messina Denaro ocupa el primer lugar. El próximo 2 de junio, día de la República, celebrará sus 30 años de fuga.

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*Foto de portada: Reelaboración gráfica de Paolo Bassani