Por Saverio Lodato-9 de agosto de 2022

Merece ser leída, desde la primera hasta la última línea, la carta escrita por Giuseppe Conte a Il Fatto Quotidiano de hoy, en la que el líder de 5 Estrellas expresa su indignación por las motivaciones de la Corte Penal de Apelaciones de Palermo que absolvió, si no casi beatificó, a los carabineros que llevaron adelante la Tratativa.

Razonamiento – el de Conte – que no hace ni una arruga. Y que parece estar en plena sintonía con las primeras y oportunas tomas de posición de Nino Di Matteo y Roberto Scarpinato.

El que quiera, que vaya y lea la carta de Conte.

Estamos escribiendo sobre ello aquí por la sencilla razón de que Conte, sin embargo, no es un magistrado antimafia. Él no es, lo que se dice, un especialista. Sin embargo, demuestra conocer muy bien el tema.

Y precisamente por eso nos parece encomiable su intento de introducir finalmente, en esta campaña electoral, argumentos serios, importantes, ricos en implicaciones para el presente y el futuro inmediato de Italia.

Durante años, sin embargo, Política e Información han silenciado el tema Estado-Mafia bajo capas y capas de hormigón, como si fuera peligrosamente radiactivo para el sentir común de los italianos. Y quizás también en un torpe intento de ocultárselo a Europa.

Sólo que, al hacerlo, la Política queda reducida a un negocio de pequeñas tiendas, una oficina destinada a la caza de un colegio seguro, a las coaliciones con los opuestos, al desorden de los eternos cambia-camisas, en otras palabras, al impúdico espectáculo de estos días.

¿Qué opinan de esta sentencia, que parece justificar la alianza del Estado con la Mafia Buena, pero contra la Mafia Mala, los demás políticos?

Qué opinan: Berlusconi, Salvini, Meloni, Letta, Calenda, Renzi, Bonino, Tabacci, Gelmini, Carfagna y Di Maio. Por nombrar solo unos cuantos.

Hasta ahora, no han dicho ni una palabra. Tal vez sus respectivos electores estén interesados ​​en conocer su pensamiento. Quizás.

O tal vez estén todos dispuestos a ponerse de pie, como un solo hombre, para repetidas ovaciones en el caso de que el jefe de Estado, Sergio Mattarella, recuerde, con la advertencia adecuada, que el Estado no negocia y no hay espacio para "zonas grises", tal como lo dijo en el trigésimo aniversario de Capaci.

Giuseppe Conte, por el momento, con su carta ha hecho lo que se llama un gol a puerta vacía. Dijo lo suyo. Y debe ser reconocido.

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Foto de portada:© Imagoeconomica