"La 'Ndrangheta sigue teniendo la primacía del comercio y del tráfico de drogas en el mundo. Incluso hay una suerte de asociación o proyecto conjunto con las demás mafias". Estas son palabras de Nicola Gratteri, fiscal general de la República en Catanzaro, registradas por nuestros micrófonos en el Festival Internacional de Periodismo de Perugia, donde fue invitado a hablar sobre "Mafias de Europa en tiempos de pandemia", en el Teatro Morlacchi de la capital de Umbría. Un evento en el que se habló de los negocios millonarios de las organizaciones criminales fuera de nuestras fronteras, el hilo rojo de sangre y dinero tensado durante décadas y los nuevos padrinos que no disparan, sino que abren sucursales por todo el mundo. Pero también se discutió y analizó cómo, en estos años marcados por la pandemia, 'Ndrangheta, Cosa Nostra y Camorra se han globalizado, convirtiéndose en las mayores empresas italianas en el extranjero, haciendo que la lucha actual contra las mafias sea débil e insuficiente.

Desafortunadamente, la 'Ndrangheta sigue teniendo este récord, dijo Gratteri, "incluso ante las muchas otras mafias que están apareciendo". El fiscal habló de una "joint venture", una especie de contrato con otras mafias como "la albanesa o la mafia holandesa, que son las dos organizaciones criminales mafiosas que más avanzan en Europa". Un peligro a no subestimar especialmente en tiempos de guerra como el actual. Un escenario geopolítico dividido y dentado en el que las mafias pueden encontrar espacio para crecer y expandirse. Existe otro riesgo, prosiguió el fiscal Gratteri, "pero esto ocurrirá más tarde, al final de la guerra como ocurrió en Bosnia y Montenegro donde había un mercado negro lucrativo y fuerte en la venta de armas y explosivos en el que también participaba la 'Ndrangheta, que hacía negocios a través de la mafia de Apulia".

El último tema tratado durante la entrevista fue el de las grandes reformas. Una, sobre todo: la ley aprobada sobre la presunción de inocencia en la que, subrayó Gratteri, durante el debate, "la categoría de los periodistas no encontró tiempo para entender la reforma porque estaban comprometidos con otras cosas…". Una reforma que achicó significativamente el campo de acción de la libertad de prensa, haciendo difícil -si no imposible- poder hablar con los órganos judiciales y de investigación. Pero la responsabilidad de todo esto, como señaló Gratteri, también recae en los propios periodistas que "perdieron una gran oportunidad al no haberse sentado a la mesa de la comisión de justicia cuando fueron invitados". "Enciendan un faro -concluyó el fiscal dirigiéndose a los periodistas- hablen de ello y discútalo en las primeras planas de los periódicos. La gente necesita información y necesita saber qué está pasando en su tierra y en su país".

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*Foto de portada: Antimafia Duemila