Enérgica y decidida resistencia a la provocación estatal, que pretendió limitar presencialidad
 
Más de 500 personas homenajearon a Paolo Borsellino fortaleciéndose la libertad de expresión
 
Por Matías Guffanti, desde Palermo, Sicilia, Italia-19 de Julio de 2021

A 29 años del atentado al magistrado Paolo Borsellino y a cinco miembros de su escolta, en un día de memoria y resistencia en la ciudad siciliana de Palermo, se vivieron fuertes aires de tensión. Un sinnúmero de manifestantes y la policía civil se enfrentaron a gritos, ante la prohibición, por parte de las fuerzas del orden, del acceso a la calle pública, en la que se conmemora año a año al mártir italiano.

Sin embargo, más allá de la impotencia y la agitación de los presentes, no todo terminó de la peor manera. Y luego de una larga discusión que fue subiendo cada vez más de tono, la orden de los uniformados cambió drásticamente, permitiendo la entrada con gran alegría de los ciudadanos que transmitían la necesidad de tener verdad y justicia, en los hechos históricos de este país.

La policía justificó, en todo momento su accionar, resguardándose en las disposiciones sanitarias. Las mismas restricciones que constantemente son violadas en la isla mediterránea. Y que pocos días atrás, en los festejos de la Eurocopa no parecieron generar la misma preocupación por parte del Estado, ante la concentración de miles de personas que incumpliendo las medidas sanitarias básicas se manifestaron en todas las calles y las plazas de Palermo.

La tensión creada por los agentes del Estado, que casi termina en un escándalo, en un 19 de julio, fue para muchos de los presentes, una provocación. Porque el contexto de este aniversario es evidentemente diferente al de los años anteriores. Se trata de un aniversario que nítidamente está cruzado de manera profunda por las amenazas y difamaciones contra el grupo de jueces Antimafia -en especial contra Antonino Di Matteo- que hoy lideran las investigaciones contra el Sistema Criminal Integrado, continuando con los pasos dados por Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, quienes en su momento fueron literalmente aislados por la cultura mafiosa.

A dos meses de la sentencia de segundo grado del juicio “Tratativa Estado-mafia”, la ciudadanía y sobre todo los jóvenes, mostraron su apoyo a los magistrados con remeras escritas con el lema "Todos somos Nino Di Matteo" y con constantes cantos de "Fuera la mafia del Estado", cargando el espacio de una emocionalidad y de una euforia, indescriptible, que se podía sentir en la propia piel.

Pero que seguramente deben haberlo sentido también en el seno de las instituciones manchadas de sangre, a las que fue dirigido principalmente el mensaje de la ciudadanía. Un mensaje que -estamos seguros- no pasó desapercibido en filas de los poderes mafiosos de la atractiva y al mismo tiempo omertosa ciudad de Palermo.

Esta jornada, sin lugar a dudas, rompe con una historia de constante indiferencia y silencio, y marca un giro de dirección; un cambio, que durante el día entero se evidenció, en el cálido y caluroso acompañamiento -por parte de más de 500 personas- dado a los familiares y magistrados que continúan la lucha para poner el foco en aquellos responsables, en aquellos mandantes externos, que aún permanecen invisibles, pero no por mucho tiempo.

Junto a los jóvenes del Movimiento Cultural Internacional Our Voice, también nos hicimos presentes en esta jornada, para traer una propuesta distinta, para crear una resistencia no violenta. Hoy reivindicamos aquel primer espectáculo -hace ya algunos pocos años- de nuestro Movimiento que presentamos aquí en Palermo, denominado: “El arte mata a la mafia”.

Hoy vivimos en Palermo el primer día de una nueva etapa, una etapa donde la ciudadanía está dispuesta a exigir al Estado la verdad: sobre las masacres, y sobre los tratados entre la mafia y el Estado.

Hoy, la ciudadanía exige ¡¡Fuera la mafia del Estado!!

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*Foto de portada: Antimafia Duemila

*Video: Manifestación en vía D'Amelio / Antimafia Duemila