Parece que de verdad soplan nuevos vientos dentro de la magistratura. Durante años, a pesar de los continuos ataques, las deslegitimaciones, las reiteradas amenazas, las intimidaciones y las condenas a muerte recibidas por el magistrado de Palermo, Nino Di Matteo, los máximos dirigentes institucionales del poder judicial, la Asociación Nacional de Magistrados (ANM) y el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), a menudo han guardado silencio, con esporádicas expresiones de solidaridad.

No esta vez. Con un comunicado de prensa, el Consejo Ejecutivo Central de la ANM intervino de manera clara: "Las noticias de los medios acerca de las iniciativas de grupos criminales dirigidas a atentar contra la vida del colega Nino Di Matteo -cuyo compromiso en la lucha contra el crimen mafioso lo ha expuesto a años de graves peligros para su seguridad- suscitan una gran preocupación y llaman la atención general sobre la cuestión de las mafias y su persistente vitalidad a pesar de los esfuerzos realizados hasta ahora por el poder judicial y las fuerzas policiales en la actividad represiva".

Y sigue diciendo: "Mucho se ha hecho pero el fenómeno criminal está lejos de ser derrotado. Las inquietantes señales provenientes de ambientes carcelarios, y de las que ahora tenemos noticia pública, exigen una seria profundización de la historia, también y, sobre todo, a nivel de prevención. Al expresar plena solidaridad y cercanía al colega Nino Di Matteo, esta dirección confía en que se tomarán todas las previsiones por parte de los órganos competentes para garantizarle la máxima protección".

Un momento histórico importante, sin duda, que demuestra que la propia magistratura es capaz de mirar hacia adentro y extirpar las manzanas podridas, de Palamara para abajo, y que los vientos están cambiando.

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*Foto de portada: original © Imagoeconomica