“Su liberación es un estímulo para otras colaboraciones”
 
Opinión del fiscal adjunto de Florencia; varias veces interrogó al arrepentido de San Giuseppe Jato
 
Por Antimafia Duemila-20 de junio de 2021

El caso Brusca "representa un estímulo para futuras colaboraciones de hombres que ocupan puestos de liderazgo en asociaciones mafiosas". Así se expresó el fiscal adjunto de Florencia, Luca Tescaroli, en una entrevista con Il Fatto Quotidiano sobre la reciente liberación del jefe de Cosa Nostra, Giovanni Brusca. "Premiar es decisivo para incentivar las colaboraciones, especialmente de los hombres de alto nivel, que representan una herramienta fundamental para las investigaciones y los juicios", dijo el magistrado. "Falcone lo había entendido perfectamente y su intuición se plasmó por primera vez en el decreto ley Nº 8 de 1991. Porque no solo está la mafia. Los colaboradores también son fundamentales en la lucha contra el terrorismo. Es comprensible la indignación de los familiares de las víctimas -especificó el fiscal- pero el aporte de los colaboradores de justicia, estrictamente controlado y verificado, es indispensable y fundamental. Con Brusca, el Estado ganó varias veces: ganó porque logró detenerlo el 20 de mayo de 1996, pero también ganó cuando obtuvo su colaboración y su arrepentimiento. Su regreso a la libertad envía un mensaje importante a la mafia: si la colaboración es real, leal y significativa, existe la posibilidad de un cambio de vida", explicó.

Luca Tescaroli conoce muy bien al jefe de las masacres, ejecutor material del atentado de Capaci e instigador, entre otros, del asesinato del pequeño Di Matteo. En su entrevista también relató algunos momentos en los que interrogó al exjefe mafioso.

"Lo interrogué muchas veces, desde 1996 (año de inicio de la colaboración, ndr) hasta la década del 2000, tanto en la fase de investigación como en el juicio. En la fase inicial de su colaboración, fue interrogado conjuntamente por tres fiscalías: Caltanissetta, Palermo y Florencia. Yo era fiscal adjunto de Caltanissetta. Los interrogatorios comenzaron el 27 de julio de 1996. Sus indicaciones permitieron detener a Carlo Greco, hombre de confianza de Bernardo Provenzano, corregente del distrito de Guadagna. También proporcionó elementos útiles para encontrar armas guardadas en un búnker propiedad de Giuseppe Monticciolo y en un edificio propiedad de Vincenzo Chiodo (un hombre de la familia de San Giuseppe Jato, a la que pertenecía el propio Brusca) en el que se había construido un depósito de armas".

Su camino de colaboración con el Estado, especialmente en las primeras etapas, "fue problemático", dijo Tescaroli. "Primero intentó realizar un desvío, luego, el 14 de octubre de 1996, fue acusado del delito de calumnia. El 7 de noviembre de 1996, Brusca admitió haber dicho una falsedad sobre el asesinato de Girolamo La Barbera, padre del jefe que se convirtió en colaborador, Gioacchino La Barbera, que apareció ahorcado en un establo: primero habló de un suicidio y luego declaró que él había sido el instigador de ese asesinato, ya que no había proporcionado información sobre dónde estaba su hijo". La historia contra Luciano Violante también encaja en este sentido.

"Aprovechando que habían viajado en el mismo avión, Brusca señaló a Violante, ex magistrado y ex parlamentario, como el punto central de una tratativa Estado-mafia. Un proyecto diabólico que luego Brusca abandonó, admitiendo que había mentido al respecto. Y nuevamente, al inicio de sus interrogatorios y en el juicio de primera instancia por la masacre de Capaci, había tratado de circunscribir la responsabilidad en la decisión de dicha masacre y, más en general, de los llamados crímenes excelentes, solo a algunos miembros de la "comisión provincial" de los fieles de Salvatore Riina. No había sido así". El punto de inflexión en el que el jefe de San Giuseppe Jato realmente decidió dar el paso y decir la verdad a los fiscales, tuvo lugar alrededor de septiembre de 1998 "cuando lo interrogué, con algunos colegas de Caltanissetta". En esa oportunidad, dijo Luca Tescaroli, "explicó en detalle el mecanismo de toma de decisiones que opera dentro de Cosa Nostra en la deliberación de los llamados delitos excelentes y brindó información valiosa para identificar los motivos de la masacre de Capaci. Elementos que contribuyeron a la sentencia de apelación de cuatro imputados que habían sido absueltos en primera instancia. A partir de ese momento, su relación con el Estado fue de absoluta colaboración. Fui yo quien preparó, en mi despacho, el contenido de la solicitud de aplicación del programa de protección para él, el 28 de enero de 1999", concluyó.

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*Foto de portada: © Paolo Bassani