Por AMDuemila-02 de junio de 2021

¿Está en contra de la liberación de Giovanni Brusca? "Con el sentimiento sí, con el cerebro digo que simplemente se ha aplicado una ley estatal que, como dice la señora María Falcone, fue deseada por el juez que murió por nosotros. Solo digo que ahora, como hombre libre, Brusca tendrá que legitimar su elección de cambio. Yo cambié, especialmente después de la muerte de mi esposa, y cambié cuando vi a las viudas, a las madres y a los hijos de tantos asesinados, desfilando en las sillas de los testigos en el maxiproceso. Escuché muchas veces a Brusca justificar su violencia con la excusa de que estaba en una guerra. Cuando abandone esa excusa y no encuentre más justificaciones para esos horrores, entonces tal vez haya cambiado".

Estas fueron las palabras empleadas por el reconocido colaborador de justicia, Gaspare Mutolo, en una entrevista al diario "La Stampa", realizada por Francesco La Licata.

El colaborador de justicia precisó que no conocía lo suficiente "a los hijos de Don Bernardo Brusca, tanto Giovanni como Enzo. Nos reunimos por breves periodos en la cárcel, nada más. Otra cosa muy distinta se aplica al padre: Don Bernardo era un mafioso de altísimo nivel, alguien que dirigía el territorio de San Giuseppe Jato desde la época de Salvatore Giuliano. Una antigua familia mafiosa siempre estrechamente vinculada a los corleoneses de Totò Riina, Bagarella y Provenzano".

Y luego: "Vi a Don Bernardo a menudo -recordó Mutolo- porque en los años setenta yo era conductor de Totò Riina y lo acompañaba a Dammusi (el barrio donde vivía la familia Brusca y donde murió Giuseppe Di Matteo veinte años después, ndr) para reuniones entre familias. Calogero Bagarella, hermano de Leoluca y Antonietta, esposa de Riina, y un jefe llamado Vito Cascio de la familia Roccamena a menudo se reunían" y de hecho "me preguntaba por qué había tanto alboroto, no entendía las idas y venidas de y hacia Corleone. Lo entendí unos meses después, frente a las terribles imágenes de la masacre de Viale Lazio, en Palermo. Sin saberlo, había jugado un papel, aunque muy marginal, en la preparación de esa expedición que estaría en la portada de todos los diarios del mundo. Y también entendí por qué Riina nunca me había dejado entrar a las habitaciones donde se encontraban y con mucha amabilidad me pedía que lo esperara en el auto".

En definitiva, hasta ese momento el nombre de Brusca aún no estaba en boca de todos y sólo "cuando los corleoneses llevaron a cabo las masacres -subrayó Mutolo- dentro de Cosa Nostra se comienza a perfilar la personalidad de Giovanni Brusca. Corrían los rumores, se empezaba a saber lo que habían contado los recién arrepentidos Di Matteo (el padre del pequeño Giuseppe, ndr) y La Barbera. Y se empezaba a delinear la importancia de Brusca en la política de masacres de Totò Riina".

La infamia de Brusca también es evidente por el hecho de que muchos comienzan a llamarlo "u verru", el cerdo, por su bestialidad.

Un currículum macabro y espantoso el de Giovanni Brusca, y es "por eso -dijo Mutolo- que nos sorprendió mucho cuando nos enteramos de que Brusca había solicitado colaborar y entrar en el programa de protección. Yo estaba con Masino Buscetta en su casa del lago de Bracciano y comentamos que nunca se le permitiría ingresar al programa de protección. Pero a pesar de todo su solicitud fue aceptada. Entonces fue que decidimos protestar, pero sin excesivo alboroto. Sabíamos que nos estaban interceptando y llamamos por teléfono exponiendo de manera bastante firme las razones de nuestro disenso, para que quien tuviera que saber lo supiera".

Por último, el colaborador recordó que lo más importante es "comprender plenamente los errores que se han cometido y comprometerse a no repetirlos".

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*Foto de portada: www.antimafiaduemila.com