Calumnias y acusaciones difamatorias contra el consejero togado del CSM
 
Por Giorgio Bongiovanni y Aaron Pettinari-01 de mayo de 2021

Hubo un tiempo, en Palermo, que fue "bautizado" como la temporada del "Cuervo", el anónimo que con cartas intentó llevar adelante una deslegitimación de los colaboradores de justicia y del juez de Palermo, Giovanni Falcone, cuando este lideraba el grupo que puso en jaque a Cosa Nostra e instruyó el Maxiproceso.

Es la misma máquina de barro que se ha ido perfeccionando con el tiempo y que en el 2021 es perfectamente capaz de hacer un daño muy grave al intentar deslegitimar a los honestos y verdaderos servidores de nuestra Constitución.

Y mirando bien es muy similar a lo que sucede hoy, con ataques dirigidos a aquellos magistrados que siempre han luchado en primera línea contra el Sistema Criminal y las distorsiones del poder.

Hoy, en la mira de los nuevos "cuervos", está el consejero togado del CSM, Sebastiano Ardita. Una historia tan sucia y compleja que necesita ser reconstruida en su totalidad.

Porque desde hace varias semanas se lleva a cabo una operación aún más turbia que el escándalo Palamara, que ha devastado el universo de la magistratura.

El protagonista de esta historia es Piero Amara, un abogado siciliano detenido en el 2018 e investigado por el desvío de la investigación del ENI (Ente Nacional de Hidrocarburos, ndt), quien ya ha negociado una sentencia de 2 años y 8 meses por falsedad en documentos judiciales, y que también estuvo involucrado en los hechos del exfiscal romano, Luca Palamara, separado de la magistratura y acusado de haber dirigido nombramientos a cambio de obsequios y favores.

Entre finales del 2019 y los primeros meses del 2020 Amara declaró en varias ocasiones ante la fiscal adjunta de Milán, Laura Pedio, y ante el sustituto, Paolo Storari. Actas que hasta el día hoy son secretas.

Y aquí es donde vuelven a entrar en juego los "Cuervos", porque ahora se ha dado a conocer a la opinión pública parte del contenido de esas actas. Pero para comprender lo que sucedió, hay que proceder en orden.

Las acusaciones de Amara

Cuando Amara habló con los magistrados de Milán informó de una serie de hechos -algunos más o menos verosímiles, otros increíbles y otros difamatorios o calumniosos- que nunca fueron probados. Por lo tanto, habló de una serie de relaciones habidas con jueces, funcionarios estatales, políticos, altos prelados, agentes de las fuerzas del orden y empresarios. Incluso mencionó al ex Primer Ministro, Giuseppe Conte, quien negó rotundamente los hechos atribuidos.

Pero entre los aspectos más graves denunciados por Amara está su supuesta pertenencia a una logia masónica fantasma llamada "Ungheria", de la cual formarían parte numerosas togas "garantistas" que quieren luchar contra los justicialistas. Y entre esos magistrados Amara incluye, de forma difamatoria y calumniosa, el nombre de Sebastiano Ardita, consejero togado del CSM.

Acusaciones que el mismo magistrado, ex fiscal adjunto en Catania y Messina, se encargó de desmontar frente a los fiscales de Perugia, probando que son falsas.

Mientras tanto, las actas de Amara, cubiertas por el secreto de la investigación, han comenzado a circular dentro y fuera de las oficinas institucionales de una manera que es de todo menos clara.

De Storari a Davigo

El primer acto, surgido hoy, absolutamente insólito, si no irracional, es el del fiscal Paolo Storari que, entre marzo y abril del 2020, decidió entregar el acta, en la que se habla del CSM y de algunos magistrados, al entonces consejero Piercamillo Davigo.

Para Storari, esa acción habría sido un "acto debido" en "legítima defensa", ya que le preocupaba la "inacción" que se registraba en torno a esas acusaciones. Storari habría temido que esas declaraciones del abogado Amara, aunque aún por investigar, hubieran terminado en la nada.

Hoy, mientras la Fiscalía de Brescia realiza sus valoraciones sobre ese trabajo, Piercamillo Davigo, contactado por algunos periódicos, confirmó que había recibido el acta y agregó que no habría violación del secreto de investigación porque "el secreto no es oponible a los consejeros del CSM". Luego agregó, respondiendo a quienes objetaron su silencio, que había "informado a los responsables". ¿A quién? Al Quirinal, en la persona del presidente de la República, Sergio Mattarella.

La pregunta es la siguiente: ¿puede un consejero como Davigo informar o enviar documentos al Jefe de Estado, cuando determinados actos quedan amparados por la confidencialidad de la investigación y presentan una forma sospechosa? ¿No hubiera sido más correcto informar a la autoridad judicial competente, como hicieron los periodistas y el consejero togado Nino Di Matteo, que también recibió el acta sin firma y de forma anónima?

Los movimientos del Cuervo: los archivos anónimos

¿De qué estamos hablando? Entre finales del 2020 y principios del 2021, mientras la Fiscalía de Milán remitía los documentos con las declaraciones de Amara a los fiscales competentes para realizar las debidas comprobaciones, las actas del abogado siciliano empezaron a circular de otra forma.

Archivos anónimos reales guardados en sobres y con el acta de Amara en su interior, sin ninguna firma, fueron enviados a varias redacciones de periódicos.

Algunos colegas de la prensa, al darse cuenta de la operación con expedientes y de la grave anomalía, informaron de inmediato el hecho a la autoridad judicial que procedió a identificar una de las posibles fuentes: Marcella Contrafatto, funcionaria histórica del Consejo Superior de la Magistratura, que prestaba servicios en la secretaría del consejero Davigo.

Según las investigaciones de los fiscales de Roma, habría sido ella quien entregó el sobre. En la búsqueda ordenada por los magistrados y realizada por los militares de la Guardia de Finanzas, se encontraron copias de los documentos enviados en su computadora.

Pero ¿cómo consiguió los documentos? Las investigaciones, hasta el momento, no lo han aclarado.

Actualmente, Contraffatto está siendo investigada por calumnia por la Fiscalía de Roma, que actúa también en referencia al "lugar donde se consumó el delito de divulgación y uso de secretos oficiales", artículo 326 del código penal.

La funcionaria habría sido suspendida por el CSM. Y si bien algunos periódicos habían reprobado que Contraffatto hiciera uso del derecho a no contestar cuando los magistrados la citaron para pedirle cuentas de sus actos, por la tarde llegó una nota de la abogada de la funcionaria. En particular, leemos, "La señora Marcella Contraffatto estima que debe negar las conductas que se le atribuyen y se dan por supuestas, ya que, por el contrario, siguen siendo objeto de una delicada investigación". Sin embargo, quedan dudas sobre los documentos encontrados en la computadora.

Lo cierto es que el mismo sobre enviado a varios periódicos, algunos de los cuales han decidido publicar parte del contenido, también fue enviado al consejero togado del CSM Nino Di Matteo.

Ayer lo denunció públicamente durante el Pleno del CSM.

"En los últimos meses he recibido un sobre anónimo por correo que contiene una copia informal, sin firma, de un interrogatorio a un sospechoso ante las autoridades judiciales. En la carta anónima que acompaña al documento, esa acta fue señalada reiteradamente como secreta. En el contexto del interrogatorio el indagado mencionó, en forma difamatoria si no calumniosa y como tal comprobable, las circunstancias relativas a un consejero de este órgano".

Di Matteo también dijo que se "había puesto en contacto con la autoridad judicial de Perugia a la que he informado plenamente del hecho, especificando el temor de que estas declaraciones y el archivo anónimo conectado puedan estar relacionados con un intento de influir en la actividad del Consejo. Por tanto, espero que las investigaciones en curso puedan arrojar pronto luz sobre los autores y las verdaderas razones de la difusión de documentos judiciales de forma anónima dentro de este Consejo Superior".

Ataque directo a Ardita

Y hoy Di Matteo volvió a hablar, porque en todos los periódicos se mencionaba el nombre de uno de los magistrados que, según habría dicho Amara en esas actas, pertenece a la logia masónica "Ungheria" y sería Sebastiano Ardita.

"Las declaraciones referidas al consejero Sebastiano Ardita son claramente difamatorias -reiteró Di Matteo a la agencia Ansa-. Su falsedad es fácil de probar. La difusión ilícita de esas actas también dentro del Consejo Superior es una auténtica maniobra destinada a desprestigiar al consejero Ardita y a condicionar las actividades del CSM".

Las acusaciones que Amara, le hace a Ardita en ese informe parecen evidentemente falsas. Basta con conocer un poco la historia del magistrado de Catania para saber que en el 2006 no tenía una relación de "culo y camisa" con el exjefe del DAP, Gianni Tinebra, (como habría dicho el abogado siciliano), tanto que fue él quien reveló la existencia del llamado "protocolo mariposa", ese convenio entre los 007 y el DAP para el manejo de la información brindada por los mafiosos en prisión a cambio de una compensación, suscrito en mayo del 2004 entre Mario Mori (director del SISDE en ese momento) y, de hecho, Tinebra.

Incluso a partir de simples búsquedas en los archivos de ANSA, es posible comprobar que en el 2005 hubo una fuerte división entre Ardita y Tinebra.

Y la acusación de ser parte de la logia de los "garantistas" es absurda.

La Fiscalía de Perugia, con competencia en el caso, ha abierto un expediente sobre la logia Ungheria, precisamente porque en sus filas también se incluyeron nombres de magistrados romanos y algunas togas estarían, a los fines de su protección, siendo interrogadas.

Es evidente que en la actualidad se ha puesto en marcha una campaña muy fuerte que apunta a desestabilizar aún más a los órganos del poder judicial y no es casualidad que una figura como la de Sebastiano Ardita sea blanco de ataques.

Es un magistrado que tiene una larga trayectoria sobre sus hombros contra el crimen organizado, en particular contra el sanguinario clan de Cosa Nostra de Catania liderada por el jefe Nitto Santapaola y los llamados "cuellos blancos".

A través de los años se ha distinguido por sus investigaciones, como miembro de la DDA, contra el crimen organizado de tipo mafioso, por las investigaciones de delitos contra la administración pública y por la infiltración mafiosa en contratos públicos y suministros, demostrando que, para él, la ley es realmente la misma para todos.

Como joven suplente de la DDA de Catania, además de ocuparse de la organización Cosa Nostra, formó parte del pool que en 1993 descabezó a la dirigencia política de Catania envuelta en corrupción y colusión con la mafia, llegando incluso a la detención del ex ministro Salvo Andò y de los honorables Nino Drago y Rino Nicolosi.

Ya hemos mencionado la gran labor desarrollada dentro del Departamento de Administración Penitenciaria (DAP), como director de la Oficina de Detenidos, del 2002 al 2011. Aquí se distinguió por las circulares sobre tratamiento penitenciario y la particular seriedad en la gestión del régimen del 41bis, la cárcel dura para los mafiosos y terroristas, exponiéndose y sufriendo también graves amenazas.

Finalizado su mandato en la dirección penitenciaria, declaró ante la Comisión Parlamentaria Antimafia el 15 de mayo del 2012, y sus declaraciones supusieron un importante aporte a las investigaciones que realiza esta comisión sobre la gestión de las cárceles y sobre el régimen del 41-bis. Ardita siempre fue llamado a declarar en los juicios contra los oficiales del ROS, Mario Mori y Mauro Obinu, así como en el proceso de la Tratativa Estado-mafia, en el que habló del "protocolo mariposa".

En Messina, donde fue fiscal adjunto, se ocupó de investigaciones muy importantes como la del escándalo Formazione en la región siciliana, que le costó la sentencia a Francantonio Genovese, o la operación "Matassa" sobre la compraventa de votos, hasta la operación "Beta", que puso de relieve el peligroso cruce entre la mafia, la masonería y los poderes económicos a la sombra del clan Santapaola, que sigue teniendo muchos intereses en el Estrecho.

Más tarde, nuevamente como fiscal adjunto, regresó a Catania donde siempre se ocupó de la mafia y de los "cuellos blancos".

Posteriormente fue elegido miembro del Consejo Superior de la Magistratura, por el grupo Autonomía e Independencia que él mismo fundó junto con Piercamillo Davigo.

Hoy sigue en el CSM donde, junto con el consejero togado independiente Nino Di Matteo, se destacó internamente por el intento de dar un nuevo impulso a las actividades del Consejo, aumentando su eficiencia y transparencia, defendiendo esa autonomía e independencia del poder judicial que va más allá de la lógica actual, demostrando que tiene un alto sentido de la defensa de los valores contenidos en la Constitución.

La hipótesis de que detrás del trabajo sucio de los 'archivos sin firma' pueda estar la mano de ciertas formas de poder oculto que quieren por todos los medios detener la búsqueda de la verdad, es todo menos peregrina.

Una operación que parte de lejos y que tiene objetivos específicos con el fin de desprestigiar la labor judicial que realizan magistrados honestos comprometidos en la lucha contra las mafias, los 'cuellos blancos' y los centros de poder ocultos, como la masonería desviada.

Ese mismo trabajo sucio que confluye en una obra mezquina dirigida a deslegitimar el trabajo y los resultados obtenidos por todos esos magistrados e investigadores, con archivos secretos, injurias y calumnias.

Y no es casualidad que los más afectados sean siempre los más comprometidos con la búsqueda de la verdad y con darle un nombre a esos instigadores externos de las masacres, que todavía hoy siguen sin rostro.

Verdades incómodas, como las contadas en el juicio sobre la Tratativa Estado-mafia y que culminó con el dictado de condenas de primera instancia para mafiosos, políticos y oficiales del arma.

Es por eso que los magistrados que luchan en primera línea contra el Sistema Criminal terminan en el centro de la mira. Es el primer paso hacia el aislamiento que mata. Y ciertamente no caeremos en la trampa.

Es necesario que toda la sociedad civil, con el compromiso de todos, sin excepción, despierte y vuelva a ser activista. Para pedir con determinación a las instituciones, a quienes nos gobiernan y hasta al presidente de la República que defiendan a esos servidores del Estado que arriesgan su vida por la defensa de la libertad y la democracia.

Sin duda, Sebastiano Ardita es uno de ellos.

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*Foto de portada: www.antimafiaduemila.com