El consejero togado habló tras el escándalo de los dosieres
 
"Los que no tienen nada que esconder no deben temer"
 
Por AMDuemila- 01 de mayo de 2021

"Debemos actuar con transparencia. Y cuando aparecen cosas falsas que son potencialmente aptas para desacreditarnos, debemos formalizarlas lo antes posible. Los que no tienen nada que esconder no deben temer que se hagan públicas".

Así se expresó, al día siguiente del estallido del escándalo de los expedientes y las falsas acusaciones de Piero Amara, que lo señalaban directamente, el consejero togado Sebastiano Ardita en una entrevista con Il Fatto Quotidiano.

Según el magistrado, con esta maniobra se intentó golpearlo "porque en todos los cargos institucionales que he ocupado, incluido el actual, siempre luché para que no hubiera santuarios inviolables".

Más adelante en la entrevista, Ardita pasó a comentar algunos aspectos, comenzando por la forma en que se transmitieron los expedientes al exconsejero del Consejo Superior de la Magistratura (CSM) Piercamillo Davigo, por el fiscal Paolo Storari que interrogó al abogado Amara. Una modalidad que se habría producido de forma totalmente contraria al rito.

"No es posible extraer copias sin firmar de actos secretos y hacerlos circular", remarcó el consejero del CSM, subrayando que "las instituciones operan de manera formal, con actos oficiales y en estricto cumplimiento del secreto" y que "la ley establece los medios de resolver cualquier posible conflicto entre colegas en una oficina 'prohibiendo' revelar actos secretos en forma privada, fuera de todo procedimiento, a quienes no tienen derecho a recibirlos", y siguió diciendo que "cualquiera que reciba papeles que parezcan copias robadas tiene una sola obligación: ponerse en contacto con la oficina judicial y formular una denuncia como hicieron los periodistas Massari y Milella y el consejero Nino Di Matteo".

De hecho, Ardita dijo estar "desconcertado" ante la hipótesis de que el vehículo para enviar el expediente podría haber sido la exsecretaria Marcella Contrafatto, hoy acusada por los fiscales de Roma por calumnia.

También se desprende de los sobres con documentos recibidos en los diarios, que el presidente de la República, Sergio Mattarella, habría sido informado por Davigo de manera informal sobre los expedientes. "Creo que es imposible que el jefe de Estado o sus oficinas hayan accedido a recibir esas copias informales adquiridas de esa manera", comentó Ardita.

Amara lo acusó de ser parte de una logia masónica, llamada "Ungheria". Una acusación falsa sobre la que el consejero togado ya ha hecho la denuncia a los magistrados competentes.

En cuanto a la existencia de logias masónicas que podrían influir en las decisiones tomadas por el CSM u otros órganos institucionales, es obvio que debe prestarse la mayor atención.

"Por supuesto que existieron y pueden existir-comentó Ardita-, comonos enseñó la experiencia de la logia P2. Es una posible desviación de la democracia. También hay lobbies menos formales y tan peligrosos como una variante resistente a las vacunas. Hay que erradicar ambos".

Y siguió diciendo: "Si fuera así sería grave, pero estoy seguro de que quienes forman parte del autogobierno tienen las herramientas para poder defenderse y reaccionar como yo lo hice. Soy de la idea de que la única vía es la transparencia, como lo ha demostrado el consejero Di Matteo. Espero que se busque la verdad hasta el final, que cada uno pague por la responsabilidad, incluso penal, que le corresponda".

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*Foto de portada: © Imagoeconomica / En la foto: la sede del CSM