"Livatino reveló que las mafias están en contra del Evangelio"

Por AMDuemila-31 de marzo de 2021

Las mafias tienen el rostro terrible de la negación del Evangelio, son los nuevos Herodes que contratan incluso a niños para convertirlos en asesinos y que esconden su verdadera naturaleza detrás de un ondear de estampas sagradas.

Lo escribe el Papa Francisco, de su puño y letra, en el prefacio del libro que el obispo de Catanzaro, Vincenzo Bertolone, dedica a Rosario Livatino, el "juez joven" que será proclamado beato el próximo 9 de mayo.

En el texto, según informan algunas agencias, el Santo Padre destaca las últimas palabras de Livatino, quien, dirigiéndose a los asesinos, les preguntó: "Picciotti, ¿qué les he hecho?". "Fueron las palabras de un profeta moribundo, que dio voz al lamento de un justo que sabía que no merecía esa muerte injusta. Palabras que gritan contra los Herodes de nuestro tiempo, aquellos que, sin mirar a la inocencia a la cara, incluso reclutan adolescentes para convertirlos en asesinos despiadados en misiones de muerte", escribe. Es un "grito de dolor y al mismo tiempo de verdad que con su fuerza aniquila a los ejércitos mafiosos, revelando la negación intrínseca del Evangelio de las mafias en todas sus formas, a pesar de la ostentación centenaria de estampas religiosas, de estatuas sagradas forzadas a reverencias irrespetuosas, de una religiosidad tan proclamada como negada".

"Por esto -prosigue el Papa- pensando en la figura del magistrado siciliano, reitero lo que ya expresé en la Sala Clementina el 29 de noviembre del 2019: Livatino es un ejemplo no solo para los magistrados, sino para todos aquellos que trabajan en el campo del derecho: por la coherencia entre su fe y su compromiso de trabajo, y por la relevancia de sus reflexiones".

Y sigue diciendo Bergoglio: "Visitando Agrigento y otros lugares de Sicilia, en 1993, mi santo predecesor, Juan Pablo II, dijo al final de la Eucaristía celebrada en el Valle de los Templos: '¡Que haya concordia en vuestra tierra! Concordia sin muertos, sin asesinados, sin miedo, sin amenazas y sin víctimas. ¡Que haya concordia! La concordia y la paz a la que aspira todo pueblo, toda persona humana y toda familia. Después de tantos momentos de sufrimiento, tienen derecho a vivir en paz. ¡Y los que son culpables de perturbar esta paz, los que llevan tantas víctimas humanas en su conciencia, deben comprender, deben comprender que no pueden matar a personas inocentes! Dios dijo una vez: no matar, y el hombre no puede ¡ningún grupo humano o mafioso puede cambiar eso y pisotear el derecho santísimo de Dios!".

"A Rosario Angelo Livatino -concluye- a través de su beatificación, le damos hoy gracias por el ejemplo que nos dejó, por haber luchado todos los días la buena batalla de la fe con humildad, mansedumbre y misericordia. Siempre y solo en el nombre de Cristo, sin abandonar jamás la fe y la justicia, ni siquiera ante la inminencia del riesgo de muerte. Ésta es la semilla plantada, éste es el fruto que vendrá".

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*Foto de portada: www.antimafiaduemila.com