Por Aaron Pettinari-31 de marzo de 2021

"Parecerá imposible de creer, pero a partir de mañana los ciudadanos italianos corren el riesgo de ver a una persona con los antecedentes de Rosario Cattafi, salir indemne de un proceso por delitos mafiosos debido a la prescripción".

Es Salvatore Borsellino, hermano del juez Paolo (asesinado junto a los hombres de su custodia el 19 de julio de 1992) y fundador del movimiento Agendas Rojas, quien da la alarma en el blog del Fatto Quotidiano, en una nota sobre hechos procesales de un juicio que, ya hace dos meses, había definido como "indecente para un Estado de derecho".

El 1º de marzo del 2017, la Corte de Casación condenó a Cattafi como partícipe de asociación mafiosa por pertenecer al clan de Barcellona Pozzo di Gotto hasta 1993, y reenvió a la Corte de Apelación de Reggio Calabria el juicio por los años comprendidos entre 1993 y 2000.

"Hoy -escribe el hermano del magistrado asesinado por Cosa Nostra- el crimen de asociación mafiosa contra Rosario Cattafi, ya sujeto a múltiples sentencias (por los delitos de lesiones, tenencia y portación ilegal de armas de fuego y calumnia) y bajo investigación por innumerables delitos más (como secuestro en persona, asesinato, narcotráfico, tráfico internacional de armas, masacre, asociación con fines de terrorismo o subversión -investigaciones de las que Cattafi siempre ha salido ileso- o porque fueron archivadas, o porque fue sobreseído o absuelto), podría prescribir".

Borsellino, junto con los demás miembros del Movimiento, explica por qué está sucediendo todo esto: "La razón de que esto suceda, por inaceptable que sea, es simple: la Corte de Apelación de Reggio Calabria tardó más de dos años en fijar la primera audiencia del juicio de Cattafi, a pesar de que el delito (¡de asociación mafiosa!) estaba en riesgo de prescribir. Pero, por si fuera poco, los retrasos continuaron: la primera audiencia, que debería haberse celebrado el 17 de abril del 2019, se aplazó 6 meses por falta de notificación a un defensor de Cattafi, luego por otros 3 meses y luego nuevamente por 3 meses más, en ambos casos por nuevos defectos en las notificaciones, esta vez a las partes civiles. Luego de la suspensión de los juicios por la pandemia de Covid 19, la audiencia, programada para el 4 de noviembre del 2020, nuevamente no se llevó a cabo por ausencia de un juez. Después hubo un nuevo aplazamiento hasta el 20 de enero del 2021, cuando la Corte de Apelaciones pospuso la sentencia hasta la fecha del 31 de marzo de 2021. Han pasado exactamente cuatro años y treinta días desde que la Casación reenvió el expediente del juicio de Rosario Cattafi".

En los últimos meses, el Fiscal General Adjunto de la Casación, Giuseppe Adornato, se ha adecuado a las absurdas decisiones, pidiéndole al Tribunal de Apelación de Reggio Calabria, que declare el "no proceder por extinción por prescripción" del delito de asociación mafiosa (artículo 416 bis del Código Penal) y al mismo tiempo que "vuelva a determinar la pena por el delito de calumnia, para el cual la sentencia de la Corte de Apelación de Messina, parcialmente anulada, ya ha pasado en autoridad de cosa juzgada, teniendo en cuenta la reincidencia y la reducción para el rito, en 3 años de prisión".

En el artículo, Borsellino recuerda que Adornato fue "un exasesor de urbanismo del municipio de Reggio Calabria, de 2002 a 2007, cuando el concejo de Reggio estaba dirigido por el alcalde Giuseppe Scopelliti, luego condenado en forma definitiva en el 2018 a cuatro años y siete meses en prisión por falsificación de documento público".

"Si la prescripción fuera confirmada por el Tribunal -prosigue el fundador de las Agendas Rojas- caería también el llamado 'juicio interno' de la Casación, que lo había declarado como miembro de la asociación mafiosa hasta 1993. ¿Qué más se puede agregar? Quizás sólo la esperanza de que la Corte de Apelación de Reggio Calabria rechace la solicitud del Fiscal General y decida reabrir el juicio para constatar la actual y permanente pertenencia de Rosario Pio Cattafi a la asociación mafiosa hasta el 2000, a la luz de las nuevas pruebas (surgidas después de la sentencia de segunda instancia) puestas en conocimiento de los jueces".

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*Foto de portada: © Paolo Bassani