Aaron Pettinari-03 de febrero de 2021

"Sicilia es una tierra de miseria, sin nuestro control se forma el pequeño bandidaje". Son palabras de Giuseppe Falcone, el histórico jefe de la provincia de Agrigento, interceptado en la prisión desde la que daba órdenes, a pesar de encontrarse bajo el régimen del 41 bis. También aparece entre los documentos de la operación antimafia 'Xydi' coordinada por el fiscal Francesco Lo Voi, por el adjunto Paolo Guido y por los sustitutos Claudio Camilleri, Calogero Ferrara y Gianluca De Leo, que ayer golpeó varias zonas de Sicilia. (de Canicattì en Campobello, de Ravanusa a Favara y de Trapani a Palermo).

El colador del 41 bis

Una investigación que, por un lado, muestra los límites que hoy tiene el 41 bis, muy lejos de esa "prisión dura" temida por los jefes mafiosos a principios de los noventa. Por otro lado, confirma hasta qué punto los vínculos "externos" son determinados por las organizaciones criminales y su gran capacidad de "penetrar en los ganglios vitales de la Administración de Justicia".

Entre ellos un inspector, Filippo Pitruzzella y un asistente del jefe de policía, Giuseppe D’Andrea. Ambos frecuentadores del despacho de la abogada Angela Porcello -vinculada por una relación con Giancarlo Buggea, un hombre de honor de la familia de Canicattì- que se convirtió en el lugar donde se llevaron a cabo verdaderas cumbres mafiosas. Y así se supo que en su estudio hubo reuniones con varios jefes de distrito como Luigi Boncorli, jefe de la familia mafiosa de Ravanusa, Giuseppe Sicilia, jefe de la familia de Favara, Giovanni Lauria, jefe de la familia mafiosa de Licata, Simone Castello, hombre de honor de Villabate, ya conocido como leal a Bernardo Provenzano y Antonino Chiazza (máximo exponente de la renacida Stidda).

Según la fiscalía, Porcello también sería el elemento de conexión entre los detenidos bajo el régimen del 41 bis, poniéndolos en comunicación entre sí, valiéndose de las prerrogativas reservadas al defensor.

Los magistrados dicen que "dentro de los centros penitenciarios (incluidos aquellos donde se ubican los presos sometidos al régimen a que se refiere el artículo 41 bis), durante esta investigación se han registrado -en varias ocasiones y en diversos niveles- espacios preocupantes de interacción muy grave entre presos, entre presos y el mundo exterior, así como entre presos y miembros de la policía penitenciaria; interacción que el actual sistema penitenciario no ha logrado evitar en esos momentos". Un panorama que, según la Fiscalía de Palermo, suscita el temor de un "daño colateral", o una consecuente "desconfianza hacia la policía, en un contexto territorial en el que al Estado le resulta sumamente difícil legitimarse". Y los ejemplos que pueden generar desconfianza no son pocos: "Señor Comisario, una palabra... estos son dos de nuestros amigos", así presenta Giancarlo Buggea, por ejemplo, a Giuseppe D'Andrea, subjefe de la comisaría de Canicattì, a Gregorio Lombardo y Roberto Plicato, informándole al policía "que el hombre de honor Gregorio Lombardo era 'su amigo', y por lo tanto dejándole claro a D'Andrea que no debería haber señalado la presencia contextual de dos condenados mafiosos y el objeto de sus diálogos".

Las palabras de Falcone

La investigación reveló que el jefe Giuseppe Falcone, detenido hace diez años en Marsella, contaba con su abogada para comunicarse con el mundo exterior. Esto tuvo lugar tanto durante las entrevistas como a través de cartas enviadas a la abogada. Misivas no sometidas a censura por las oficinas distritales, en contravención al reglamento.

Y no sólo eso. Durante las entrevistas los investigadores notaron que la abogada escribía en una hoja a Falcone y luego dijo: "¡Yo soy la compañera! (de Buggea, ndr)". El jefe se quedó sin palabras: "¿Me hace usted un gran regalo, lo sabe? Porque estoy contento. A usted le veo una cosa... no digo Cosa Nostra...".

Y luego, mientras hablaba, retrocedía hasta esconderse detrás de una columna para evitar ser captado por la cámara, bajaba el tono de voz y la comunicación se hacía a través de gestos.

Las escuchas posteriores, en compañía de Giancarlo Buggea, permitieron a los militares del ROS aclarar los temas que trataban los dos, como la inacción pasada en Francia por el jefe de Agrigento, algunos familiares del jefe, la gestión de las tierras que se salvaron de la confiscación y tesoros escondidos en Suiza. El jefe todavía tiene intereses activos en Italia y en el extranjero. La abogada también tomó medidas para identificar al hombre que, según el jefe, lo había traicionado.

En algunas conversaciones telefónicas, ambos hablaron también de otros mafiosos que están bajo el régimen del 41 bis.

Ocurrió, por ejemplo, el 2 de diciembre del 2019: "Quería pedirles una gentileza, una cortesía -dijo Falcone- aquí hay un joven ¿no? Un joven que es unos años mayor que yo, es un paisano nuestro, de Gela, que se llama… yo lo llamo joven, porque es chico… se llama Alessandro Emmanuello, si lo escribe…".

No es cualquier nombre, sino el de un asesino de Gela que está en prisión por varios homicidios.

Y si Emmanuello para el "papeleo" ya tenía un abogado, de la mujer necesitaba "una ventana... a lo que sucede fuera y él no tiene posibilidades, no tiene... y se me ocurrió... me vino a la mente...". Y el abogado estaría disponible ("Y ella le da mi número, mi dirección, y me hace escribir...").

Ese contacto tuvo lugar y, por supuesto, parece increíble si tenemos en cuenta que los dos jefes estaban en el régimen del 41 bis y, teóricamente, nunca se hubieran podido encontrar.

Sin embargo, el 25 de mayo, Emmanuello llamó a la abogada Porcello.

Falcone también sugirió que se le diera el nombre de Porcello a Pietro Virga, hijo del jefe de la provincia de Trapani, Vincenzo, preso por mafioso. El pasado 30 de diciembre, Falcone le dijo a la mujer: "¿Sabe lo que quería decirle? Antes de que lo olvide, ¿no? Aquí hay un pichón, ¿no? Querría algún consejo legal... le pido que haga una cita para algo como esto que... y le habla cuando tenemos la oportunidad de hablar por teléfono... me tomé la libertad de decirle: Tengo una abogada... le dije... que es inteligente y todo... le dije...". Respuesta: "Tómese todas las libertades que quiera".

Una vez más Falcone eludió las prohibiciones en prisión y Virga nombró a Porcello el 14 de enero del 2021. Con una diferencia: ambos se encuentran recluidos en dos celdas vecinas. Es posible que se hayan comunicado hablando en voz alta, aprovechando las distracciones de los guardias penitenciarios.

Historia de la mafia

Entre las conversaciones de Porcello y Falcone también hay una en la que el jefe mafioso le explica la importancia de Cosa Nostra, sobre todo en tiempos como el actual. "Ya sabes -dijo- cuando hay miseria en un territorio, cualquier cosa y más puede pasar". "Abogada, somos Sicilia, es una tierra desolada, una tierra de miseria -explica Falcone en otra escucha del 10 de abril del 2019- mientras que antes había un poco de miseria... ahora se formarán situaciones de pequeño bandidaje que serán mortales, estas nacen por naturaleza; piensa en una alcachofa, ¿cómo se cultiva una alcachofa? ¿Cuándo alguien toma un azadón y saca la alcachofa que está abajo? Le da a la carduna (los cardos, ndr). Por cada alcachofa 20 carduna y así es la cosa cuando no hay sentido común, digamos... Cuando no hay sentido común y racionalidad, cada uno piensa por su cuenta, cuando no hay punto de referencia. O se dirige una sociedad hacia... o si no cada uno se va por su cuenta, se necesita un mínimo de organización social. ¿Quién debe hacerlo? ¿Quién debe tomarse la molestia de una organización social? ¿El Estado dónde está? A nosotros los demás nos han masacrado, porque es cierto que ha habido cosas malas, pero también ha habido cosas a favor de la sociedad, la vida es compleja, las situaciones son complejas, no es que no haya nada que hacer".

Stidda y Cosa Nostra

Entre los pliegues de la investigación en la provincia de Agrigento aparece también el histórico dualismo entre Cosa Nostra y Stidda. "Las dos asociaciones mafiosas, rivales históricas y protagonistas de una notoria y sangrienta disputa entre mediados de los años 80 y los 90, siguen en pie de guerra", escribieron los fiscales al final de la pesquisa.

Para corroborar la conclusión existen unas intercepciones operadas por los militares del ROS en las que dos de los detenidos, Giancarlo Buggea y Luigi Boncori, ponen de manifiesto las tensiones entre las dos organizaciones criminales. En particular, el primero, al informar sobre el contenido de una reunión anterior, agregó que numerosos miembros de la Stidda, después de haber cumplido largos períodos de detención, "habían reclamado una porción del lucrativo negocio del 'sensalie', amenazando con una guerra real si esto fuere negado".

Durante la cumbre Buggea también había agregado que "han cumplido 30 años, salieron después de 30 años, dicen: 'tenemos que vivir' ... dicen ... '¿no es mejor la paz para todos?'".

Entre los stiddari identificados se encuentra Antonio Gallea, quien ha vuelto a la semi libertad luego de 25 años cumplidos por haber sido condenado como el instigador del asesinato del juez Rosario Livatino. "Se han vuelto a fusionar –dicen los fiscales– y reclaman su espacio en el territorio, mostrándose dispuestos a luchar por conseguir lo que piensan que era suyo".

La sombra de Matteo Messina Denaro

Entre los dispositivos de detención no ejecutados aparece también el nombre del jefe de Trapani, Matteo Messina Denaro. El super fugitivo es como una sombra, pero hace sentir su presencia en toda Sicilia. Al menos según lo que emerge de la investigación.

En una escucha, Giancarlo Buggea habla sobre la prímula roja mientras lee un 'pizzino' escrito a mano: "Messina Denaro. Iddu, la madre del sobrino que está aquí, es mi comadre, se han apoderado de todos los telegramas enviados por el correo de Canicattì, para ver, para entender". El "sobrino" del que se habla es Girolamo Bellomo, esposo de Lorenza Guttadauro, hija de la hermana del super fugitivo.

La DDA de Palermo señala a Buggea como el hombre "en condiciones de entablar relaciones directamente con Matteo Messina Denaro, siendo consciente de la muy secreta red de comunicación y protección utilizada por el jefe fugitivo de Cosa Nostra".

En otra reunión Buggea habló del jefe de Castelvetrano. "¿Los de Trapani saben dónde está?", Le preguntó el afiliado. "Ellos saben...", respondió el jefe. "Con Matteo se lo tendríamos que decir, se necesitan dos más para ir", dijo todavía el interlocutor. Según los investigadores, se hizo referencia a un trato en el que Messina Denaro debía dar su consentimiento.

Es la prueba de que el super fugitivo es reconocido como un referente importante, no solo en Trapani, donde reina de manera suprema. Sino también afuera.

Su presencia junto a la de los grandes jefes del pasado es la imagen de un "viejo" que se convierte en "nuevo" para llevar adelante Cosa Nostra, los negocios y quizás esas tratativas con el poder que siempre han caracterizado al sistema criminal. La imagen de una mafia no vencida.

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*Foto de portada: www.antimafiaduemila.com