Por Giorgio Bongiovanni-24 de enero de 2021
Corrupción, masacres, tratativas, ríos de dinero que se invierten en la economía legal, una densa red de vínculos e intereses entre mafias, política, empresariado y centros desviados del poder, hoy como ayer. Es el corte transversal que se destaca al alinear hechos, procesos e investigaciones ocurridos en los últimos años, que quieren arrojar luz sobre un pedazo de la historia de nuestra República.
Y las noticias de los últimos meses confirman de qué estamos hablando.
Ayer se agregaron al protocolo las 1.078 páginas de la sentencia "'Ndrangheta Stragista" por la que el Tribunal Penal de Reggio Calabria, presidido por Ornella Pastore, condenó a cadena perpetua a los instigadores de los ataques a los carabineros: el jefe de Brancaccio, Giuseppe Graviano, y el referente del clan Piromalli, Rocco Santo Filippone.
En esta sentencia, para aquellos delitos ocurridos a principios de la década de los noventa, se habla claramente de "autores intelectuales políticos" y de "otros sujetos involucrados" en lo que los jueces definen como una "estrategia común subversivo-terrorista".
Una confirmación más con respecto a lo surgido en otras investigaciones y juicios, como los de las masacres de Capaci y vía D'Amelio, la de la Tratativa Estado-Mafia (que en primera instancia aplicó duras condenas a jefes mafiosos, políticos y ex miembros de las fuerzas del orden) y las de las masacres de Roma, Florencia y Milán en 1993.
La sombra de un sistema criminal que, como recordó en su acusación el fiscal adjunto de Reggio Calabria, Giuseppe Lombardo, "sigue activo".
En los pliegues de la sentencia calabresa hay una clara indicación acerca de los temas que hay que explorar y hacia qué horizonte mirar para comprender qué sucedió en esa terrible temporada de sangre.
"No se puede descartar en absoluto, de hecho, parece bastante probable -se afirma- que detrás de estos hechos haya protagonistas políticos que, a través de la 'estrategia de tensión', quisieron evitar la llegada al poder de la izquierda, temida incluso por las organizaciones criminales". Y en ese proyecto se incluyeron "sujetos de diferentes orígenes (políticos, masónicos, servicios secretos), que actuaron para desestabilizar al Estado". Un trozo de poder en el que también participaron las organizaciones criminales, 'Ndrangheta y Cosa Nostra. "En busca de referentes políticos nuevos y más fiables, dispuestos a llegar a un acuerdo con la mafia, que fueron identificados en el nuevo partido Forza Italia de Silvio Berlusconi". Según los jueces, la esperanza era la ayuda de Silvio Berlusconi para aligerar el 41bis. "Las estrategias delictivas y las estrategias políticas se entrelazan entre sí –dice la Corte- favorecidas por la existencia de un comité empresarial entre la 'Ndrangheta, Cosa Nostra, servicios secretos y política".
Los jueces enviaron los documentos del juicio a la Fiscalía, en particular los relativos a las declaraciones en la sala del tribunal de Giuseppe Graviano, también contenidas en un memorial. Porque ciertos aspectos deben ser profundizados y aclarados.
Se puede decir que en el frente investigativo hay un nuevo fermento en la lucha contra el crimen organizado y es la intención de sacar a la luz esas áreas grises que han marcado la historia del país.
En Bolonia, ha comenzado un nuevo juicio por la masacre de la Estación del 2 de agosto de 1980, que está en la etapa de instrucción. En Palermo todavía está en curso el proceso de apelación de la Tratativa Estado-Mafia y el proceso por la muerte del policía Antonino Agostino y su esposa Ida Casteluccio, asesinados el 5 de agosto de 1989,detrás de los cuales se esconden esas mentes refinadísimas que unos meses antes habían atentado contra la vida de Giovanni Falcone. En Caltanissetta se investigan las masacres de Falcone y Borsellino y recientes sentencias confirman la presencia de autores ideológicos externos detrás de los crímenes, mirando más allá del despiste de la investigación y el asunto Scarantino. En Florencia, se reabrió el expediente sobre los autores intelectuales externos de los ataques en el continente (los ya habituales Berlusconi y Dell'Utri, que siempre se investigan) con la coordinación del fiscal adjunto Luca Tescaroli y el fiscal Turco.
Un nuevo impulso investigativo vendría de las palabras de Salvatore Baiardo, un heladero piamontés de origen siciliano que a principios de los años 90 se ocupó de la fuga de los hermanos Graviano y otros desarrollos investigativos apuntan al posible accionar de sujetos ajenos a Cosa Nostra en las masacres de Florencia, Roma y Milán.
Y también la Fiscalía Nacional Antimafia ha creado un pool para arrojar luz sobre estos aspectos. Grupo del que también formará parte Nino Di Matteo cuando concluya su cometido dentro del CSM, tras ser reintegrado por el Fiscal General Federico Cafiero de Raho, que volvió sobre sus pasos tras la errónea expulsión.
Así pues, las investigaciones van a continuar en varias líneas.
Después de todo, mirando al pasado también podemos comprender el tiempo presente y las dinámicas que regresan.
En este frente, la investigación "Perfil Bajo", coordinada por la Fiscalía de Catanzaro encabezada por Nicola Gratteri, dejó a las claras la imagen de un sistema criminal evolucionado y muy lejos de ser derrotado.
Como informó el propio magistrado, estamos ante una organización delictiva capaz de "entrar en los buenos salones de la sociedad gracias a empresarios, abogados, notarios. Hay relaciones directas con la administración pública, cultivadas por profesionales plenamente conscientes de tener interlocutores que son expresión del crimen organizado. Esto es lo que vimos venir hace veinte años: la 'Ndrangheta disfrazándose de empresaria. Y golpeando a las puertas de la política. Y la política, al menos una parte importante de ella, que responde". Luego, el magistrado destacó que "sería necesaria una revolución del código procesal penal y del reglamento penitenciario para aumentar las penas. Nuestras investigaciones muestran que el delito sigue siendo demasiado conveniente".
Conceptos repetidos varias veces por otros "magistrados de frontera" como el Fiscal General de Palermo, Roberto Scarpinato, quien hace apenas un año, con motivo de la ceremonia de inauguración del año judicial en Palermo, destacó que "el tema de la justicia está indisolublemente ligado a la cuestión social".
Hay una magistratura que no rehúye el debate. Incluso dentro de su órgano superior, el CSM,se respira un aire nuevo. Donde en el pasado se había manifestado la presencia de patologías gravísimas como las corrientes, el carrerismo o el colateralismoa la política, hoy existe la voluntad de ir más allá de la lógica de pertenencia. Una invitación que en varias ocasiones han expresado consejeros como Sebastiano Ardita o Nino Di Matteo. El viento del cambio también se manifestó ante un Poder Judicial capaz (a pesar de sus defectos) de esforzarse, incluso de intervenir con fuerza para hacer limpieza (como enseña el caso Palamara).
Pero también interviniendo en temas centrales como la reforma de la justicia o la gestión de las fiscalías.
Para contrarrestar este "viento nuevo" está la política, incapaz de dar curso a ese sentido de responsabilidad del que hablaba Paolo Borsellino en Bassano del Grappa en 1989.Una responsabilidad que va más allá de las cuestiones penales. Un discurso muchas veces olvidado en el que recordó que un político podía no ser responsable penalmente, pero que hay responsabilidades que deben sancionarse a nivel político, social o profesional.
Hemos escuchado el discurso del presidente Giuseppe Conte el día en que pidió confianza a la Cámara. Durante las réplicas en el recinto, citó al juez Paolo Borsellino, recordando también que el 19 de enero sería su cumpleaños y recibiendo aplausos por ello. Pero lo cierto es que su gobierno ha sido pobre en la lucha contra la mafia. Las reformas impulsadas por el ministro de Justicia Bonafede son escasas en comparación con lo que se necesitaría en la práctica y los hechos que lo tuvieron como protagonista en el tema carcelario y el fallido nombramiento de Nino Di Matteo en el DAP, aún no han recibido una respuesta adecuada. Así como hasta la fecha hemos oído hablar de Fondos de Recuperación y ayudas de Europa, nunca se habló de intervenir para implementar inversiones y fondos para el fortalecimiento del aparato de investigación y represión para la búsqueda de prófugos como Matteo Messina Denaro. O el fortalecimiento de las fuerzas del orden y de la policía judicial, con la provisión de tecnologías de punta que son cada vez más indispensables en la lucha contra las mafias en el tercer milenio. Sin embargo, en Italia, nuestro país, que es el séptimo país más rico del mundo, ciertas inversiones nunca se realizan.
De hecho, ha surgido recientemente que, a través de intermediarios, las mafias pueden lavar cientos de miles de millones de euros. Cifras que superan con creces los cálculos sobre la "Mafia S.p.A" que alcanzaría beneficios de alrededor de 150 mil millones de euros al año.
Una liquidez tan enorme que permite a las organizaciones criminales invertir en la bolsa de valores y obtener enormes capitales gracias al narcotráfico internacional.
Un campo, este último,que tiene a la 'Ndrangheta y a Cosa Nostra como monopolistas mundiales de un mercado próspero que, de acuerdo con los dictados de la Unión Europea, debe ser incluido en el cálculo del PIB.
Sin embargo, ante todo esto, el Gobierno guarda silencio en forma culpable. Y la meritoria labor que está realizando la Comisión Parlamentaria Antimafia, presidida por Nicola Morra, no es suficiente como para poder decir que la lucha contra la mafia es una prioridad. Después de todo, es bien sabido, en este momento se encuentra en el decimotercer lugar de la agenda política. Así fue durante el "Conte bis". Quién sabe qué pasará durante el "Conteter". Después de todo, nunca hay límite para lo peor.
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*Fotos originales de portada © ACFB
*Foto 2: © Emanuele Di Stefano / El fiscal adjunto de Reggio Calabria, Giuseppe Lombardo
*Foto 3: © Imagoeconomica / El periodista Salvo La Rosa, el consejero togado del CSM, Sebastiano Ardita, el fiscal jefe de Catanzaro, Nicola Gratteri y el consejero togado del CSM, Nino Di Matteo
*Foto 4: © Imagoeconomica / El fiscal adjunto de Florencia, Luca Tescaroli
*Foto 5 © Imagoeconomica / El primer ministro, Giuseppe Conte © Imagoeconomica