El mensaje para los jóvenes: "Estén siempre del lado de la ley, del lado del bien"
Por Luca Grossi-18 de enero de 2021

La infancia, la afiliación a Cosa Nostra, la colaboración con la justicia y finalmente la vocación por la pintura. Una historia interesante la de Gaspare Mutolo quien, hace unos días en una entrevista realizada en vivo en Facebook por Savino Percoco y Pietro Cea, repasó algunas etapas fundamentales de su vida. El evento, titulado "Existencias: diálogo con Gaspare Mutolo", fue organizado por la asociación Rare Tracce y el movimiento Agendas Rojas y también estuvo presente la Asesora de Educación Pública de la Comuna de Toritto, Marta Mirra.

Fueron muchos los momentos contados por Mutolo. Entrando en el mérito de los motivos que lo llevaron a arrepentirse, dijo que "nunca pensé que un mafioso pudiera matar a un niño o a una mujer embarazada solo por la sospecha de que pudiera contar algo. Ya no existían los valores con los que soñaba cuando era joven". Según Mutolo, la mafia, cuando llegó al poder con Salvatore Riina, se vio completamente privada de todos los aspectos humanos hasta que, en determinado momento, solo importaban el dinero y el poder. En definitiva, una mafia que ya no se ajustaba a los "principios" y "reglas del honor", tan declamados por los viejos jefes a los jóvenes que estaban dispuestos a incorporarse a Cosa Nostra. Gaspare Mutolo contó su afiliación a partir de su encuentro en la cárcel con Totò Riina: "Como era un poco rebelde, me cambiaron de celda y me encontré con Salvatore Riina. Lo conocí en 1965 y me fascinó. Pasamos veinticuatro horas juntos y nació una gran amistad. Cuando salí de la cárcel en 1973 me hizo entrar en Cosa Nostra de Nápoles, en una finca de la familia Nuvoletta". La iniciación se realiza mediante los rituales de "Punciuta" y "Santina Bruciata" y una vez que se jura lealtad el aspirante se convierte en un hombre de honor.

La decisión de Gaspare de desvincularse de Cosa Nostra lo llevó a un conflicto con sus excompañeros, incluido Riina, quien durante un enfrentamiento en la Corte a principios de 1993 "dijo que iba a terminar como el viejo Di Matteo, y con una ironía amenazadora señaló que les estaba dejando esa herencia a mis hijos".

Gaspare Mutolo nunca se arrepintió de su decisión de colaborar con la justicia, a pesar de todos los obstáculos y amenazas que surgieron en su camino, "tomé una decisión y no tengo miedo. Lo di todo, una vez estuve con Hacienda por 15 horas para decir si yo tengo esto, o tengo aquello... No tengo nada... ahora sé lo que es ser un hombre libre". Los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino ciertamente desempeñaron un papel de primordial importancia en su camino. "Sabía que no eran accesibles", explica Mutolo, "la misma fascinación que tuve por Riina la tuve después por Falcone"

Al final de la transmisión contó sobre su vocación por la pintura y cómo redescubrió la belleza de la vida gracias a las personas con las que realiza obras de caridad por los pobres, "el arte ha sido mi verdadero compañero, la pintura es mi amor, el caballete es mi amor. Ahora, con las personas con las que me rodeo les llevamos cosas a los que no tienen qué comer. Estas son algunas cosas hermosas de la vida que antes no veía. Lo que más lamento es esto: haber ignorado las cosas buenas de la vida y haberlas descubierto demasiado tarde. El mafioso gana mucho dinero, pero pierde la belleza que le ofrece la vida".

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*Foto de portada: www.antimafiaduemila.com / www.gasparemutoloarte.it