GASPARE MUTOLO Y EL ARTE QUE MATA A LA MAFIA
Por Miriam Cuccu - 5 de Abril de 2014
En Sant'Elpidio a Mare se ha realizado la presentación del libro
“La mafia non lascia tempo” (La mafia no da tiempo)
Ya no hay casas en hilera, techos rojos y rejas en las ventanas, sino que hay paisajes abiertos y árboles en flor, en los que a veces aparecen figuras humanas frente a un mar calmo que se funde con el cielo.

¿Un renacimiento? Podría ser, porque Gaspare Mutolo hoy vive para sus cuadros que ayer fueron exhibidos en el Teatro Cicconi de Sant'Elpidio a Mare (Provincia de Fermo) simultáneamente a la presentación del libro de Anna Vinci “La mafia non lascia tempo” (de la editorial Rizzoli) que narra la vida de Mutolo. Al ojear sus páginas se entra en la historia de un hombre que ha sido brazo derecho y chófer de Totò Riina, y que a partir de su encuentro con el Juez Giovanni Falcone, en 1991, dio un vuelco a su vida convirtiéndose oficialmente en colaborador de justicia con el Juez Paolo Borsellino.

Anna Vinci, desde el escenario del teatro, relata la evolución que ha tenido el arte de Mutolo en el último período. Si antes no figuraban para nada  “en determinado momento comienzan a aparecer figuras de hombres, primero niños pequeños, luego viejos”. Como si de alguna forma Mutolo en sus cuadros “hubiera nacido, hubiera renacido, y envejecido”. Este libro es la historia de “cómo se puede rescatar una persona, siempre se puede volver a comenzar y redimirse hasta incluso del peor de los errores” además de hacer “entender la potencia de la mafia, incluso económica, una potencia tal que puede influenciar la economía legal del País, hasta incluso la de la Región de Le Marche, una zona muy apetecible” comentó Anna Petrozzi, jefa de redacción de la revista Antimafia Duemila (organizadora del evento junto a la Asesoría para las Políticas Juveniles de la Municipalidad Sant'Elpidio a Mare) quien ofició de moderadora de la velada patrocinada por la Provincia de Fermo, a nombre de la cual el Dr. Donzelli saludó al público presente. También realizó los agradecimientos el asesor Tomassini, en nombre de la Municipalidad Sant'Elpidio a Mare, posteriormente se presentó Alessandro Leanza, galerista de la Asociación “Laboratorio 41”, quien anteriormente había organizado una muestra de los cuadros de Mutolo en su galería.

Hoy la razón de vida del colaborador es el arte, “estoy seguro de que cuando muera la pintura durará para siempre y siempre llevará mi nombre”. Dijo el mismo Mutolo, frente al público presente en la sala, después de haber aparecido de sorpresa en el escenario del teatro cubierto por una máscara. Desde hace veinte años no ha podido volver a visitar su Palermo, la localidad en la que reside es secreta y sus jornadas son controladas por el Servicio de protección para los colaboradores de justicia. A pesar de que haya pasado mucho tiempo desde que ‘dio el salto’ tomando las distancias de Cosa Nostra – organización para la cual ha asesinado, además de traficar incalculables cantidades de estupefacientes – sus declaraciones siguen teniendo un considerable peso, dentro y fuera de los ambientes criminales. La mafia no da tiempo, y quienes la han renegado tendrán que cuidarse las espaldas para siempre.

Según lo explicado por el director de la revista Antimafia Duemilia, Giorgio Bongiovanni, “Mutolo es un colaborador de justicia muy importante, fue el tercero en arrepentirse después de los históricos Tommaso Buscetta y Totuccio Contorno”. Al colaborar con Paolo Borsellino “fue quien dio los nombres de sujetos ajenos a Cosa Nostra y que estaban relacionados con la misma organización, entre los que se encontraban el ex número 3 del SISDE (Servicio de Información y Seguridad Democrática), Bruno Contrada, quien luego sería condenado por mafia”. “En ese momento”, continuó, “en Italia había dos Estados: uno representado por algunos Carabinieri del ROS (Grupo Operativo Especial)” quienes “obedecían a órdenes superiores”, el otro “representado por poderosos que armaban la mano de Totò Riina para matar a un funcionario del estado como Borsellino”. “Es algo que ya ha sido comprobado – aclaró Bongiovanni – que en Via D’Amelio” en el atentado del 19 de Julio de 1992 “también estaban los Servicios Secretos italianos”. La bomba que explotó frente al ingreso del edificio en el que vivía la madre del Juez, junto a la gran cantidad de atentados que han ensangrentado la historia de nuestro país y que han ocultado, en la mayoría de los casos, a los verdaderos ideólogos, hasta el día de hoy es “nuestra herida abierta – reflexionó la autora del libro, que a lo largo de su carrera ha tratado varios de los misterios italianos – estamos atados, como si hubiera una sombra del poder que nos envuelve”. “Quien simboliza” continuó Anna “esta imposibilidad de que esta herida abierta del Estado se cure es Salvatore Borsellino, hermano del Juez Paolo”. Por su muerte y por las inquietantes circunstancias que sobrevuelan alrededor de las dinámicas del atentado en el que Paolo Borsellino murió junto a sus agentes de escolta, es que Salvatore sigue gritando su reclamo de verdad y de justicia en las plazas y escuelas de toda Italia. Así como lo hizo ayer, en una participación a través de skype durante la presentación de Anna Vinci en el aula magna del Instituto Técnico Carducci Galilei de la ciudad de Fermo.

“No digáis nunca que la mafia no existe – declaró Mutolo al público presente en el teatro -, por ejemplo en la región de Lombardia, son cosas que yo ya había declarado en 1992, ya en ese tiempo en Milán estaban presentes varios mafiosos”. “Después del atentado de Capaci – continuó – creció mi rabia porque había seguido todo lo que estaba viviendo Falcone, que era atacado por sus mismos colegas en una forma vergonzosa porque estaba tocando los puntos que nadie quería tocar”. “Ahora en cambio vivo para el arte y la pintura, también el arte puede matar a la mafia”. De esto también está convencido el grupo de jóvenes de la Asociación Cultural “Falcone e Borsellino”, que ha realizado la apertura de la conferencia con una representación teatral y vocal al ritmo de la canción “Cento Passi” y expresa su esperanza en el cambio y en un futuro libre de la mafia, pero sobre todo del “sotobosque mafioso” que, según lo recordado por Anna Vinci “es lo más difícil de combatir”. ¿El título del espectáculo? “El arte mata a la mafia”, un hilo invisible une a los cuadros de Mutolo con los sueños de las jóvenes generaciones, que frente a las imágenes en video de los atentados y de los muertos asesinados por la mafia declararon, serios y convencidos: “nunca más”.
Dentro del noticiario regional reportaje dedicado a la conferencia (ver minuto 8:55) http://www.rai.tv/dl/RaiTV/programmi/media/ContentItem-1838f8a2-11da-4cf0-a486-cfb11303e070-tgr.html#p=0

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