GIOVANNI BRUSCA: “...BERLUSCONI Y LA IZQUIERDA QUE SABÍA”
Por Giorgio Bongiovanni y Lorenzo Baldo - 12 de Diciembre de 2013

Milán. Una espesa niebla recibe nuevamente a los manifestantes que han venido a brindar su solidaridad al Fiscal Nino Di Matteo, quien ha quedado retenido en Palermo por un Estado que no tiene intención de protegerlo como debería. Nuevos carteles se levantan en manos de hombres y mujeres que representan la parte honesta de este País. “¡Fiscal Di Matteo: acepta viajar en un carro de combate Lince! Así los italianos, los medios de comunicación, los políticos se verán obligados a ver el peligro que estáis corriendo” se lee en una pancarta. “Bomb-jammer para Di Matteo. Entre el ‘decir’ y el ‘hacer’ están de por medio Alfano, Cancellieri, Letta y Napolitano”, dice otra.

Mangano y Berlusconi

“Un día – relata Giovanni Brusca en la segunda y última jornada de su interrogatorio frente a la Corte de Palermo (que se ha trasladado a Milán) – mientras me encontraba en Partinico, leí en la revista “L’Expresso” un artículo que hablaba de las relaciones de Vittorio Mangano* con Dell’Utri, Berlusconi y Confalonieri (‘En Arcore había un caballerizo’, n.d.r.). Entonces le hablé de ello a Bagarella y decidimos preguntarle a Mangano, que era el regente del territorio de Porta Nuova, si podía presentarle nuestras solicitudes a Marcello Dell’Utri y a Silvio Berlusconi”.
Era el año 1994, en plena campaña electoral y es precísamente en Palermo, en un restaurante  en las cercanías de la avenida Regione Siciliana donde se habría realizado la reunión entre Vittorio Mangano y Silvio Berlusconi, que en ese entonces era candidato a Primer Ministro por el partido “Forza Italia”.   

Respondiendo a las preguntas del Fiscal Francesco Del Bene el ex boss mafioso de San Giuseppe Jato trae a la memoria los años que fueron tan determinantes para la historia de Italia. Según el relato del arrepentido, Mangano le presenta a Dell’Utri las exigencias (el famoso ‘papello’n.d.r.) de Cosa Nostra. Como primer punto figura la atenuación del régimen carcelario para los detenidos mafiosos.
“Unos diez días después nos encontramos con Bagarella, en Partinico, y Mangano nos dijo que había hablado con Dell’Utri y que él estaba muy satisfecho por dicha reunión. Obviamente nuestro objetivo era el de llegar a Berlusconi”. Y es por dicho motivo que Mangano pretende volver a visitar al ex Primer Ministro.

“Posteriormente Mangano le hizo saber a los altos cargos de Cosa Nostra que a Berlusconi lo estaban esperando en Palermo para un meeting, creo que se tratarían las políticas del ’94, y el jefe del territorio mafioso de Porta Nuova propuso que se realizara en un restaurante ubicado en la circunvalación de Palermo: la reunión se habría tenido que realizar en el sótano de dicho restaurante, por razones de privacy, pero no se si realmente se llegó a concretar”.

Entre Craxi y De Benedetti

Ya en 1991 habían comenzado negociaciones dentro de Cosa Nostra a altos niveles. Totò Riina pretende usar al mismo Berlusconi para llegar a Bettino Craxi*. “Al inicio de los años ’90 – explica el arrepentido – Andreotti dejó de ser un punto de referencia, la intención de Pino Lipari era la de dar vida a un movimiento político de empresarios, un proyecto con el cual yo estaba completamente de acuerdo. El objetivo era el de obtener poder político, primero en Sicilia y luego a nivel nacional”. De hecho se trataba de un proyecto que elevaría el nivel político de Cosa Nostra, incluso a través de la agresión violenta contra los exponentes de los demás partidos. “Con este propósito habíamos proyectado debilitar a la izquierda y habíamos identificado a Carlo De Benedetti*, el financiador de la izquierda. Hablando con Riina, estaba en proyecto la eliminación de este obstáculo (cosa que nunca se llegó a hacer) para debilitar a dicha parte política y concretar el proyecto político”. “En 1991 – especifica Brusca – había gran interés en contactar a Dell’Utri y a Berlusconi para poder llegar a Bettino Craxi, que aún no había sido afectado por la investigación de “Mani Pulite, para que interviniera sobre la Casación para la sentencia del maxi-proceso”.

La izquierda sabía

“La izquierda, comenzando por Nicola Mancino, pero además todo el Gobierno, en ese momento histórico, sabía lo que había ocurrido en Sicilia: los atentados del ’93, el contacto con Riina. Sabían todo. Cuando me encontré con Vittorio Mangano le dije que la izquierda sabía. También le dije: ‘los servicios secretos saben todo pero no tienen nada que ver’. Mangano comprendió y con este bagaje de conocimientos fue a ver a Dell’Utri”. No es la primera vez que el mismo Brusca nombra a “la izquierda que sabía”. Al final de la requisitoria del Fiscal Nino Di Matteo en la audiencia preliminar del proceso sobre la negociación (que tuvo lugar el 9 de Enero ante el Juez de audiencias preliminares Piergiorgio Morosini, n.d.r.) el ex jefe mafioso había realizado declaraciones espontáneas muy precisas. “No fui yo el primero en decir que la izquierda sabía sobre la negociación – había dicho Brusca -, ya lo había dicho Riina en un proceso y en dicha sede había incluido en la izquierda a los comunistas”.

Aquella reunión de Navidad

Brusca recuerda en su relato la reunión de Navidad del ’92 junto a Totò Riina y a otros jefes mafiosos de primer nivel. En dicha ocasión Salvatore Biondino había tomado una carpeta de plástico que contenía un acta de interrogatorio del arrepentido Gaspare Mutolo para luego comentar sarcásticamente sus declaraciones: “Pero mira, cuando un mentiroso dice la verdad no le creen”. De hecho Mutolo había hablado de Nicola Mancino, refiriéndose especialmente a la reunión de este último con Paolo Borsellino, cosa que luego el mismo Mancino negaría sistemáticamente. En dicha reunión de Navidad Totò Riina había definido a Mancino como el “destinatario” del “papello” (que contenía las solicitudes presentadas por la mafia siciliana).

La decisión de colaborar

“Además de confirmar mi decisión de colaborar, la volvería a hacer mil veces – afirma con fuerza el colaborador de justicia, si pudiera volver atrás no haría lo que hice. Lamentablemente no se puede volver atrás. Pienso en todas las vidas truncadas. Y cuando fui a pedir perdón a los familiares lo hice de manera silenciosa, porque pienso que después de lo que hice era la única forma de entrar en sus vidas”.

Riina y el final de la rata

Antes de terminar su declaración Giovanni Brusca se deja escapar un desahogo con su co-imputado, Mario Mori, en relación a su ex jefe Totò Riina. “Le agradezco al general Mori por haberle hecho acabar a Salvatore Riina en la trampa como una rata” – declara en forma sumisa mientras el presidente de la Corte lo invita a dejar de lado tales afirmaciones. En la sala se encuentra Giovanna Maggiani Chelli, presidenta de la asociación de los familiares de las víctimas del atentado de calle Georgofili, pero sobre todo la madre de Francesca, quien quedara gravemente herida en el atentado de Florencia del 27 de Mayo del ’93 – y no se da paz . Para ella Brusca no ha dicho todo lo que sabe. Y los cinco muertos de esa maldita noche – junto a otras víctimas de la violencia político-mafiosa – siguen esperando toda la verdad sobre quién armó la mano de Cosa Nostra.
 
Notas:

* Vittorio Mangano: el caballerizo de Arcore, residencia de Silvio Berlusconi
* Bettino Craxi: líder del Partido Socialista y primer ministro italiano. Estuvo implicado en varios escándalos de corrupción y abandonó Roma. En el exilio fue condenado a catorce años de prisión, falleció en Hammamet en el 2000.
* Carlo de Benedetti: Empresario y editor italiano.

FOTOGALLERY © Federico Ferme

MILÁN – NEGOCIACIÓN ESTADO/MAFIA - II° día de Audiencia boss mafioso Giovanni Brusca

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