LA GRAN MERETRIZ
La política que no quiere que se constituya la Comisión Parlamentaria Antimafia
Por Giorgio Bongiovanni - 26 de Septiembre de 2013
Hoy, después de la pausa veraniega, comienza nuevamente en Palermo el proceso judicial sobre la negociación mafia-Estado, en el curso del cual los Fiscales Nino Di Matteo, Francesco Del Bene y Roberto Tartaglia, coordinados por el Procurador Adjunto Vittorio Teresi detallan, con una impresionante precisión técnica, fechas, lugares, escuchas telefónicas, testimonios, fotografías, seguimientos y demás para probar ante la Corte, presidida por el Juez Alfredo Montalto; que el Estado cobarde e indignamente ha negociado con la mafia mientras la misma asesinaba a los Jueces Falcone, Borsellino y a sus agentes de escolta, y a otras víctimas inocentes en los así llamados atentados del continente entre el ’92 y el ’93.
Mientras se celebra este proceso los Presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, Laura Boldrini y Piero Grasso respectivamente, si bien indiscutiblemente sean personajes honestos en el campo de la antimafia y de la lucha social, no han demostrado la fuerza y la capacidad necesarias para imponer al Parlamento la constitución de la Comisión Parlamentaria Antimafia y el nombramiento de un Presidente para la misma.
Un Parlamento que, a excepción hecha de algunos Diputados y Senadores (claro está que no del PDL), no quiere que se constituya, se toma su tiempo, tergiversa. Y si no les quedara otra alternativa que formar una Comisión, ya sean los altos cargos del PD, que hipócritamente llevan adelante este Gobierno con Berlusconi y su séquito, como los mismos miembros del PDL, con metodologías cercanas al accionar mafioso, intentarán constituir una Comisión Parlamentaria Antimafia con miembros en los altos cargos que en la mejor de las hipótesis sean ignorantes en la materia y en la peor hasta incluso sean amigos de los mafiosos.
Nos maravillamos por el hecho de que el “Movimento 5 Stelle” (Movimiento 5 Estrellas), siendo el mayor partido de la oposición, no exhorte a los ciudadanos a salir a las calles con sus “V-Day” para protestar con fuerza, o no proponga a uno de sus Parlamentarios para la presidencia. Nos maravillamos de que Beppe Grillo y Gianroberto Casaleggio no hayan dicho ni una sola palabra para promover protestas civiles sobre la cuestión: a pesar de que haya terminado la estrategia terrorista es de fundamental importancia crear una Comisión que luche contra las organizaciones mafiosas, ahora más que nunca infiltradas en los sectores de la política, del empresariado, de la economía de nuestro País.
A nuestro juicio nadie, desde el Presidente Giorgio Napolitano hasta el último de los Diputados, a excepción hecha de algunos Parlamentarios y Senadores a los que nos referíamos anteriormente, quiere que se constituya esta Comisión Parlamentaria Antimafia, menos que menos una Comisión que investigue sobre los ideólogos de los atentados del ’92 y ’93 que, como ha sido probado incluso a nivel procesal, son los atentados sobre cuya sangre fue construida nuestra Segunda República.
Que el Presidente del Senado, Piero Grasso, haga un gesto digno de ser aplaudido, en memoria de la sangre de sus amigos Falcone y Borsellino. Que haga un decidido acto de protesta, con la autoridad con la que cuenta al cubrir el segundo cargo del Estado: que pida que se constituya una Comisión honesta, compuesta por hombres que nunca conocieron o estuvieron cerca de los mafiosos, y que proponga para la Presidencia a personajes, de su conocimiento, que son enemigos declarados de la mafia, hasta el punto de haber sido amenazados de muerte por parte de la misma, como por ejemplo el Senador Lumia o el Diputado Claudio Fava. Que lo haga con fuerza, si realmente recuerda la sangre de sus amigos.

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