EL BOSS Y SU AMIGO FIEL
Más allá de la sentencia Dell'Utri
Por Giorgio Bongiovanni - 5 de Septiembre de 2013
“Mediador de un pacto entre Cosa Nostra y Silvio Berlusconi”. Así esta identificado Marcello Dell'Utri por los Jueces de la Tercera Sección Penal de la Corte de Apelaciones de Palermo que el pasado 25 de Marzo condenaron al ex Senador del PDL a siete años de reclusión por concurso externo en asociación mafiosa. Según los Jueces entre 1974 y 1992 Dell'Utri “nunca se apartó del rol de intermediario entre los intereses de los protagonistas”, y “siempre mantuvo vivos los contactos con los mafiosos de referencia”. Son argumentos muy importantes que tienen que ser analizados por completo.
En todos estos años quienes trabajamos en ANTIMAFIADuemila hemos buscado elementos y pruebas para demostrar que Marcello Dell'Utri no es solo un traid d'union entre Cosa Nostra y un empresario como Silvio Berlusconi. Hay elementos que hacen pensar que el ex Senador pueda estar mucho más adentro de la organización criminal, hasta incluso “punciuto” (afiliado mafioso). Quien lo reveló fue el colaborador de justicia Francesco Di Carlo, durante el proceso judicial, el 2 de Marzo de 1998.
Relata el arrepentido: “Un día, por teléfono le pedí  a mi hermano Giulio que es de Cosa Nostra, de mi familia, al que yo afilié, un favor, sabiendo que se interesaban por la televisión y otras cosas, había un joven que conocí en Inglaterra que hacía estos juegos, que hacía teatro, no se qué hacía, me había hecho saber si lo podía recomendar a la ‘La Cinque’ (la Cinco, ndr) que había abierto un canal en Francia... Estamos en el final de los años ’80. Digo a mi amigo Giulio: ‘Habla con Tanino que hable con Dell'Utri para acomodar a un joven que conozco...’ Luego mi hermano me habla por teléfono y yo le dije ‘¿Fuiste?’
Y él me dice ‘Escucha una cosa, fíjate que tanto Cinà como Dell’Utri ahora tienen `’u patri’ (un padre). En Cosa Nostra significa todo. Tienen un padre, no es que yo puedo ir así como así tengo que tomar otro camino. En cosa Nostra significa que fueron afiliados...
...Cuando lo vi en televisión (pero esto es algo mío) el Señor Dell’Utri, que antes había diversificado un poco, uno de Cosa Nostra no puede alterar ni una sola palabra en contra de otro de Cosa Nostra y luego se rectifica diciendo públicamente, dando vuelta la cara frente a los micrófonos que él se tomaría todavía un café con Mangano y que es amigo suyo, tanto Cinà como Mangano, entonces dije es Cosa Nostra...
De todos modos cuando uno tiene que hablar claro, tiene que hablar claro; y decidí. Decir un punto del cual nunca había hablado. Y no es una fantasía mía, porque se bastante sobre Cosa Nostra. No le tengo miedo a nadie que compita conmigo en cuanto a las reglas de Cosa Nostra”.
Di Carlo es testigo ocular de la reunión del 1974 entre Dell’Utri, Berlusconi, Cinà, Bontade y Teresi (estos últimos tres eran jefes mafiosos, n.d.r.) en la que, según la Corte, se selló el pacto “en base al que el empresario milanés habría efectuado el pago de sumas de dinero a Cosa Nostra para recibir protección a cambio”.
Y así fue que el “caballerizo de Arcore” Mangano fue contratado “no por su competencia en materia de caballos, sino para proteger a Berlusconi y a sus familiares y como control mafioso adentro del chalet del empresario”.
Por lo tanto la sentencia del Tribunal de Apelación nos deja en claro el papel fundamental e indispensable que Dell'Utri ha tenido a lo largo de los últimos treinta años de Cosa Nostra, ya sea cuando la mafia estaba al mando de Stefano Bontade y de los otros palermitanos, que cuando los que mandaban, luego de lo que se puede definir como un “golpe”, eran los corleoneses Riina y Provenzano. En ambos casos Marcello Dell'Utri estuvo siempre en auge, siendo la figura clave e indispensable para Cosa Nostra.
Los Jueces de Apelación, que han considerado que está probado el concurso externo de Marcello Dell’Utri con Cosa Nostra hasta el 1992, agregan que han sometido los hechos que se refieren a lo años más recientes “a una nueva evaluación”, y que han llegado a la conclusión de que “no quedan dudas de la persistencia del delito de concurso externo en asociación mafiosa a lo largo de todo el período examinado e incluso del período en el que Dell’Utri estuvo trabajando con Rapisarda (el empresario Filippo Alberto Rapisarda, n.d.r.) dejando el área empresarial de Berlusconi y también después de 1992”.
Y si llegaran a surgir nuevos elementos que demuestren la pertenencia del ex Senador a Cosa Nostra ahí si que el cuadro político y económico nacional cambiaría drásticamente y se podría decir que Silvio Berlusconi, y otros multimillonarios, hayan lavado dinero e invertido esos miles de millones de euros ganados por la mafia gracias a sus negociados criminales, desde el tráfico de droga hasta la administración de grandes licitaciones.
¿Cómo olvidar la última entrevista concedida por Paolo Borsellino, el 21 de Mayo de 1992 (dos días antes del atentado de Capaci), al director francés Jean Pier Moscardeu y al periodista Fabrizio Calvi?
El magistrado puso en evidencia cómo “Al inicio de la década del ’70 Cosa Nostra misma comenzó a convertirse en una empresa. Una empresa en el sentido de que a través de la inserción cada vez más notable, que en determinado momento se convirtió incluso en monopólico, en el tráfico de sustancias estupefacientes, Cosa Nostra comenzó a administrar un enorme volumen de capitales, un enorme volumen de capitales de los cuales naturalmente buscaba un mercado. Buscaba un mercado porque estos capitales en parte eran exportados o depositados en el exterior, y entonces es así como se explica la cercanía entre miembros de Cosa Nostra y ciertos financieros que se encargaban de realizar estos movimientos de capitales...” Y ante la pregunta sobre si ¿es normal que Cosa Nostra se interese por Berlusconi Borsellino respondió: “Es normal el hecho de que quien sea titular de grandes cantidades de dinero busque los instrumentos para poder utilizar este dinero tanto desde el punto de vista del lavado de dinero que desde el punto de vista de hacer redituar este dinero”. Y agregó que Mangano “era uno de esos personajes que hacían de puente, eran los intermediarios de la organización mafiosa del Norte de Italia”.
Son las varias piezas de un puzzle que podría seguir componiéndose en el momento que se llegue a una sentencia definitiva en el marco del proceso judicial sobre la “negociación Estado-mafia”, que comenzó hace poco en Palermo, en el que se encuentran acusados los jefes mafiosos Totò Riina, Leoluca Bagarella y Nino Cinà, el arrepentido Giovanni Brusca, Massimo Ciancimino, el ex comandante del ROS (Grupo Operativo Especial) Antonio Subranni, el ex general del ROS Mario Mori, el ex coronel Giuseppe De Donno y el mismo ex Senador del PDL Marcello Dell'Utri por “atentado con violencia o amenaza a un cuerpo político, judicial o administrativo del Estado, agravado por el favorecimiento a Cosa Nostra”.
Junto a ellos también está el ex Ministro Mancino, que debe responder únicamente de la acusación de falso testimonio, mientras el ex Ministro Demócrata Cristiano Calogero Mannino es procesado con el rito abreviado y la posición del jefe mafioso Bernardo Provenzano queda excluída por motivos de salud.
Si se llegara a demostrar que las acusaciones tienen fundamento quedarían al descubierto nuevos aspectos sobre el papel que Marcello Dell'Utri, personaje oscuro y poderoso con conexiones con la masonería y el Opus Dei, ha tenido a lo largo de estos años. Aspectos que incluso podrían llevar hasta nuevas verdades sobre los atentados que ensangrentaron a Italia entre 1992 y 1993. Y entonces si que tendríamos que volver a escribir la historia de nuestro País.

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