Defensa de autoridad mapuche pedirá nulidad del juicio; mapuches siguen su lucha

Por Jean Georges Almendras-21 de diciembre de 2018

La embestida del poder económico y político chileno sobre el “Lonko” Weichafe Facundo Jones Huala (autoridad mapuche de la Lof en Resistencia en el departamento de Cushamen, de la provincia de Chubut en Argentina) fue tremenda. Fue descarada. Fue demencialmente planificada, con el único cometido de perseguir a las comunidades mapuches de Chile y Argentina. Una persecución de vieja data que nos podría superar en calificativos (calificativos del mal por supuesto) porque en realidad no es más que una matriz  maliciosa y cruel (antidemocrática ante todo) enquistada hasta el tuétano, hoy,  en los gobiernos autoritarios de Macri y Piñera, y rato antes en el de la señora Bachelet , que en más de una oportunidad se jactó de ser una muy celosa guardiana de los derechos humanos de los chilenos de su tierra natal. Una guardiana, que vaya uno a saber por qué, no contempló los derechos humanos de las comunidades mapuches. Comunidades mapuches que fueron tenazmente avasalladas durante su administración.

El poder de turno (que sigue un libreto escrito con sangre y muerte causado por el poder económico regional) todavía es figura estelar de un terrible ensañamiento, respecto a los comunidades mapuches de la región y en particular de sus dirigentes.

Son muchos los mártires mapuches del ayer: el último fue el joven Camilo Catrillanca.

Son muchos los mapuches criminalizados injustamente: el último fue el líder político y espiritual de una Lof de la Argentina. Me estoy refiriendo al Lonko Facundo Jones Huala, quien este viernes 21 de diciembre, en las primeras horas de la tarde, fue sentenciado por el Tribunal Oral Penal de Valdivia, a nuve años de prisión, imputándole los delitos de incendio y de tenencia de armas de fuego artesanal

Nueve años que se transformarán en cinco más siete meses, porque se le descontarán todos los días de prisión preventiva  que tiene en su haber, o sea 1.178. Los días que estuvo en una cárcel chilena y en una prisión argentina. Sin contar los apremios físicos y las humillaciones que debió soportar él y sus seres queridos, cuando lo visitaban.

Extraditado finalmente a Chile desde el Penal de Esquel, como resultado de una maniobra artera de la justicia argentina  (obviamente con la luz verde de Mauricio Macri, que se defecó literalmente en la medida cautelar de la ONU, de no extraditarlo) el Lonko fue sometido a un juicio oral y público en Valdivia, sobrado en irregularidades. Finalmente fue condenado.

Nadie (es decir ningún testigo o víctima) en las ocho audiencias del juicio oral lo reconoció como partícipe del atentado incendiario de un fundo de Pisu Pisué, hecho ocurrido en enero del pasado 2013. El Ministerio Público además de buscar siempre tergiversar (y manipular) la verdad, no hizo otra cosa que presentar indicios. Y  no se pudo en ningún momento hallar una relación entre el acusado y el incendio. Pero además, el Ministerio Público y la querella apelaron a informes de los servicios de inteligencia, siempre buscando enlodar al acusado y todos los caminos de los abogados defensores del Lonko Facundo Jones Huala.

El último día de audiencia Facundo Jones Huala se declaró inocente y dijo públicamente que confiaba en la justicia chilena, por considerarla no tan corrupta como la de Argentina, la que incluso no dudó en generar una víctima no mapuche, refiriéndose claramente al artesano Santiago Maldonado, cuya desaparición forzada seguida de muerte sigue meciéndose aún en la más descarada  y escandalosa  impunidad, por cierto orquestada y fortalecida desde la Casa Rosada y por el Poder Judicial argentino.

En  la tarde del viernes 21 todos los miembros de las comunidades mapuches de Chile y Argentina que se encontraban a distancia del acceso principal del Tribunal Oral Penal de Valdivia tuvieron que saborear el trago amargo de una condena esencialmente política y de una nueva página más del avasallamiento del que es víctima la nación mapuche en la región andina.

Las fuerzas de seguridad tomaron sus recaudos (acordonando la zona) para evitar eventuales violencias de los mapuches, como si la sentencia no fuese una violencia del Estado chileno.

Los jueces del Tribunal Oral Penal de Valdivia fueron los esbirros de una serpiente llamada justicia “que solo muerde a los descalzos”   como dijera Eduardo Galeano.

Los defensores del Lonko ahora tenderán sus redes para apelar; para resistir; para luchar con las únicas armas en sus manos: las leyes de los blancos.

Los blancos rastreros y serviles del poder económico chileno, que dispusieron prisión para el Lonko, quien además está inhibido de ejercer cargos públicos y derechos políticos, en el lapso de la condena; sumándose además las costas del juicio.

Los blancos rastreros de saco y corbata que hace ya unos años llevaron a juicio a varias personas, cuatro de las cuales fueron absueltas y una fue condenada a prisión domiciliaria por complicidad. Estamos hablando de la machi Millaray Huichalaf.

En una sala de audiencias casi vacía, el periodismo local e internacional rodeó a Andrea Millañanco , compañera de vida del Lonko Facundo Jones Huala y la encaró, pero ella encaró mucho más a sus interlocutores y al sistema:

“Hoy una vez más la justicia chilena ha demostrado que para el pueblo mapuche no tiene ninguna concesión. Otra vez somos parte de un montaje. Otra vez la justicia chilena ha sido corrompida por el poder político. Hoy han condenado al Lonko Facundo Jones Huala en la causa del fundo Pisu Pisué, sabiendo que doce jueces de la región de Los Ríos  se juntaron en una reunión antes de que comience el juicio, y con una carta llegada desde Santiago, en la cual pedían que para la causa del Lonko  Facundo Jones Huala, se tenga el máximo peso de la ley. Esta es la clase de justicia que tiene el pueblo chileno. Así también existe en la Argentina, que aquí se había pedido la extradición ¿por qué? Porque no se iba a cumplir con el debido proceso. Y fue lo que sucedió señores.  Aquí la justicia chilena se ha corrompido por las cuestiones del poder político y del poder económico. Una vez más nuestras autoridades están siendo encarceladas injustamente. Pero nuestro pueblo es digno y fuerte y va a seguir adelante en nuestra lucha. Pero en algún momento esta situación se va a revertir, porque ésta es claramente una condena política”

“Los doce jueces participaron de ésta reunión. Fueron llamados a reunirse y ellos recibieron una notificación desde Santiago. Esa notificación venía del gobierno nacional de Chile en la cual pedían que a la causa de Facundo se le dé el máximo peso de la ley, para su sentencia”

“Todos fuimos testigos del montaje, donde hasta los jueces se rieron de las pruebas que presentó la Fiscalía, insostenibles. Ninguna tuvo vinculación directa con el Lonko. Tuvimos ocho audiencias en donde nadie  fue  capaz de posicionar en el lugar de los hechos al Lonko. Y luego, tener que enterarse que haya sido condenado es una falta de respeto para su estado de garantía aquí”

“El llamado al pueblo mapuche es que se siga movilizando, que sigamos recuperando su territorio, ya que claramente de los dos Estados, el argentino y chileno no podemos esperar una solución. Lo único que están generando es muerte y cárceles para nuestro pueblo, que se levanta por la reivindicación de nuestros derechos, porque antiguamente pertenecíamos a estos territorios. Por eso justamente deberíamos tener una reparación. Pero ninguno de los dos Estados se ha tomado el tiempo ni siquiera de pedir disculpas por el genocidio que han cometido con el pueblo, con la nación mapuche”

La madre del Lonko, María Isabel Huala dijo a los periodistas: “No es una noticia, sino que esto viene sucediendo desde hace mucho tiempo. Quedó claro en éste juicio, que estuvimos participando en todo este tiempo, que también acá hay una persecución política, un plan sistemático con terrorismos de Estado, porque no es casualidad que hayan matado a Macarena Valdés, a Berta Cáceres, y a cuántos líderes indígenas de pueblos originarios de ONGs que defienden la tierra. No es casualidad que pasen todas estas cosas en Latinoamérica. Esto es un plan sistemático del capitalismo que viene a destruir, que viene a matar la tierra, que a futuro les va a afectar a todos ustedes y a todos los que están haciendo el circo allá abajo cortando calles para que no pase la gente mapuche. Yo soy la madre del Lonko y voy a seguir acompañando a mi hijo y al pueblo mapuche que sigue recuperando sus territorios y que sigue resistiendo. Porque ésta es nuestra tierra, de mar a mar.  A Chile y Argentina solamente las dividen las aduanas.”

Karina Riquelme, abogada defensora del Lonko Facundo Jones Huala fue mucho más clara y contundente: “Nosotros tenemos una apreciación bastante nefasta de lo que ha sido esta sentencia y de lo que fue este juicio. Vemos cómo se derrumba la institución Carabineros, y desgraciadamente también el Poder Judicial.  Un Poder Judicial que se está viendo presionado por los Estados. Y no es algo que yo diga en forma subjetiva, sino que lo hemos visto cuando el Estado argentino aún con una medida cautelar de las Naciones Unidas trae a Facundo a Chile y  con presiones de Bachelet y de Piñera. Y desgraciadamente cuando observamos un juicio en el cual ya seis jueces declararon que es imposible vincular a los otros autores, hoy tres jueces de manera totalmente sorpresiva, con las mismas pruebas, condenan a Facundo Jones Huala, lo cual nos da la apreciación de que se trata de presiones políticas. Hoy día no tenemos un Poder judicial digno. Hoy día desgraciadamente nuestros jueces están fallando en virtud de lo que dice el Poder  político y no en virtud de lo que dicen las pruebas. Nosotros somos abogados serios, defensores serios, y en  virtud de que ya hemos llevado la causa en el 2013 tenemos la convicción, y así lo dijeron los seis jueces, de que no habían pruebas suficientes. Entonces no nos da otra opción que decir hoy en día de que se ha fallado políticamente. Tenemos a un pueblo mapuche que se está levantando por  sus reivindicaciones y existen dos maneras de presionarlos, asesinándolo o metiéndolos presos. Sus dirigentes han sido perseguidos por más de diez años. Ustedes conocen la operación Huracán. Ustedes conocen también que hubo información de Inteligencia, que incluso se perseguían ideas políticas, y eso es lo que se hace con los mapuches. Se les persigue por cómo piensan y se les mata por cómo piensa. Nosotros vamos evaluar la sentencia y  vamos a presentar los recursos  legales necesarios”

“Facundo se trata de una persona, que es Lonko, representante y dirigente. Él sabe que esto les está pasando a los dirigentes mapuches tanto en Argentina como en Chile. No es algo nuevo, nosotros como defensores sabemos a lo largo de nueve años. Nos hemos dado cuenta que son los dirigentes los perseguidos. Que son los que levantan a sus pueblos” concluyó la abogada.

El trago amargo del atropello legalizado. Del avasallamiento inmoral. Y carente de toda ética.

El cuento de hadas de una democracia patética y en decadencia.

Mientras tanto, los descalzos de nuestra América Latina, siguen siendo mordidos por la serpiente: la Justicia del hombre blanco.  Del hombre blanco y además  capitalista.

O vendido al capitalismo. Algo peor aún.

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*Foto de Portada: EFE on twitter