FACUNDO JONES HUALA O LA VALEROSA LUCHA POR LA DIGNIDAD DEL PUEBLO MAPUCHE
- Super Usuario
- 2269
Exclusiva entrevista al prisionero de un sistema que pretende callarlo y difamarlo, sin éxito
Por Jean Georges Almendras-Agosto 24 de 2017
Producción de fotos y logística periodística por José Guzmán, en Argentina
Frío intenso en la región patagónica de la provincia de Chubut. Estamos a las puertas de la Unidad Penitenciaria 14 de la ciudad de Esquel, en cuyo interior se encuentra privado de su libertad (por orden judicial) (y ubicado en un sector junto a delincuentes comunes) el activista mapuche Facundo Jones Huala. Las burocracias establecidas y supervisadas por las autoridades locales y bonaerenses, nos impiden encontrarlo, para entrevistarlo frente a frente. Pero igual logramos el diálogo con Facundo, vía telefónica. Un diálogo que demandó cerca de treinta minutos, que fueron suficientes para conocer los pormenores y la esencia de la lucha que la comunidad mapuche del Pu Lof departamento de Cushamen en Resistencia, lleva adelante en esa región cordillerana, distante unos 1.900 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, y casi unos 2.500, de la ciudad de Montevideo, Uruguay. Pero las distancias no son impedimento para que las luchas trasciendan. Para que los reclamos y las demandas de justicia se hagan eco en nuestra América Latina de hoy. Y para que las denuncias en contra de los opresores y represores del siglo 21, al servicio de los perversos intereses económicos, de los imperios del Norte y de Europa, se conozcan y se difundan. Para que los pueblos estén informados, con la verdad, y no con las tergiversaciones y las manipulaciones ( y las mentiras tendenciosas) de los medios de comunicación servidores de una democracia que confunde, siempre demonizando a raja tabla todo lo que provenga de las minorías excluidas y pisoteadas.
Facundo Jones Huala, de 31 años de edad, al momento de dialogar con nosotros, venía cumpliendo una huelga de hambre, la que decidió levantar a los pocos días “debido a la creciente movilización política y social mapuche y de sus simpatizantes, sobre todo de las comunidades, sus autoridades ancestrales, ancianos y familias mapuches”. Y casi simultáneamente al levante de la huelga de hambre (que ya le estaba ocasionado un preocupante daño en su salud) las autoridades del juzgado Federal de Bariloche le notificaron (personalmente, en su lugar de reclusión) la realización de un nuevo juicio de extradición a Chile, donde está acusado de incendiar campos y estancias.
Facundo Jones Huala, que fue detenido el 27 de junio, quedando a disposición del Juez de Bariloche Gustavo Villanueva (en función de un pedido de captura internacional con fines de extradición a Chile) –en nuestra entrevista telefónica- nos habló en estos términos: “yo me encuentro en una huelga de hambre, por una detención ilegitima, una persecución política por argentina y chile. Bajo órdenes del Ministerio de Seguridad de la Nación de (Patricia Bullrich) y en el contexto de esta situación y movilizaciones por mi libertad, desapareció un muchacho solidario, que llego a apoyar este proceso de recuperación, la protesta política y las movilizaciones por la libertad, allá en la recuperación de tierras”
- ¿Cuándo se produce tu detención por primera vez? ¿Cuál es tu situación?
– Yo soy detenido el año pasado, el 27 de mayo. Estoy varios meses detenido aquí, con dos procesos, uno provisorio y uno federal por extradición, del cual soy liberado porque me hacen un juicio. Decretan la nulidad del proceso, me dejan en libertad, que puedo andar por todo el país, legalmente en Argentina, no había captura de interpol. Hasta que el 27 de junio, luego de una ceremonia Mapuche, soy nuevamente detenido por Gendarmería, en un control de rutina. Soy detenido justo el día que se juntan Macri y Bachelet, somos tema de agenda de la reunión de los dos funcionarios.
– ¿Facundo, como interpretas esta persecución, a ti por una parte y por otra parte a la comunidad Mapuche?
– Como una evidente persecución política, racista, al servicio de los intereses capitalistas e imperialistas que hay en la zona, como son otras trasnacionales y la oligarquía, donde está metida la sociedad rural y algunos otros. De hecho, esto ha sido reconocido por alguno de ellos mismos. La sociedad rural va a sacar una serie de comunicados, el poder político igual. La provincia del gobierno de Chubut, la provincia de rio negro y el gobierno nacional, están ensañados con el pueblo Mapuche. En este proceso político que vamos llevando, se está criminalizando una propuesta política a ambos lados de la cordillera y necesitan tener encerrada parte de esa luchas, simbólicamente, con mi detención política y con las represiones constantes y sistemáticas que van sucediendo en el territorio recuperado y contra la gente vinculada a este procesó de lucha Mapuche autonomista.
-¿Cómo llevas tú la huelga de hambre? ¿Cómo estás de salud? ¿Cómo viene desarrollándose esta propuesta tuya?
–Ya empiezo a sentir algunos de los efectos de la huelga, en cuestión de salud. Pero en términos morales, me encuentro firme como siempre, con las condiciones bien claras, independientes de mi estado de salud. Yo ya he tenido una serie de enfermedades, tanto físicas como a nivel espiritual, de los Mapuches, y esto un poco se ve afectado con la huelga, pero más allá de eso, mi pensamiento y mi convicción, siguen siempre firmes y claras.
- ¿Cómo respondes a las acusaciones que hacen desde los medios de prensa, de la participación de la comunidad con el RAM, con el terrorismo? ¿Cómo respondes a todas estas acusaciones?.También te buscan desde chile para rendir cuentas frente a la justicia.
– Hace dos años aproximadamente desecho la posibilidad de que hubiera terrorismo aquí en la zona. Solamente había un movimiento radical socializado y es lo que sucede. Nosotros usamos la violencia como método de autodefensa, somos parte del movimiento más grande que es el Mapuche, pero no es la comunidad RAM. Este proceso de lucha, involucra a diferentes zonas, diferentes comunidades. Es un proceso más amplio del que ellos intentan mostrar por los medios. Es mentira que hay terrorismo, es muy difícil hablar de terrorismo piel a piel, cuando ellos llegan con armas de fuego y con una brutalidad total. Con aparatos del Estado. Ellos sí, hacen terrorismo de Estado y nosotros simplemente nos defendemos con lo que tenemos al alcance. La RAM existe, pero no es una organización terrorista. Las recuperaciones son varias comunidades, es un proceso en resistencia. Dentro de ese proceso hay varias comunidades más. Comunidades de resistencia de la comarca y en otras zonas más, comunidades afines al movimiento, que comulgan con la propuesta política que la militan y han desarrollado distintos tipos de actividades y acciones, de índole política social. Evidentemente hay un sector de todo el movimiento que ha desarrollado acciones de sabotaje y autodefensa un poco más complejas, pero, que no dejan de estar dentro de un marco de violencia política defensiva, no podemos hablar aquí de terrorismo. Por otro lado, con respecto el pedido de Chile, el mismo fiscal Fuentes Paredes, fiscal chileno que me solicita, salió dando una nota en el canal Clarín, canal del gobierno -canal 13 y TN- donde salió diciendo que nosotros estamos inmersos en un conflicto político en Chile y reconociendo la condición política de los delitos por los cuales se me imputa en Chile, donde habló de todo un contexto de violencia política, que es lo que nosotros estamos aquí sosteniendo, hace tiempo. No solo por la detención ilegal que hay en este momento, sino porque dentro de la ley de extradición, los únicos delitos que no son extraditables, son los delitos políticos, que tengan que ver con motivos de persecución política, racial, étnica, religiosa, de nacionalidad, y estas características se dan en este caso. Entonces nosotros sostenemos en la defensa y en el anterior juicio, lo mismo. Aunque más allá de que sea ilegal la nueva detención, porque estoy siendo juzgado dos veces por la misma causa, y que eso es porque hay una decisión política del gobierno nacional y de sus seguidores.
– ¿Está extradición tiene miras de concretarse o no?
-Eso en el fondo tiene que ver mucho con el nivel de movilización política y social que se logre, teniendo en cuenta el carácter puramente político de la situación. Entonces lo único posible o capaz de torcerle la mano al poder político formal, es el poder político del pueblo, organizado en la movilización social y éstas situaciones son las que seguramente puedan cambiar el panorama. Porque decíamos en un principio que la detención era ilegal y no dudaron en desconocer el propio estado de derecho que dicen tanto defender de manera casi sagrada, según ellos, violando partes internacionales y un montón de situaciones, incluso con la desaparición del muchacho Santiago Maldonado, siendo que Argentina mismo firmo un tratado en contra de la desaparición forzada de personas, y aún no reconocen la situación de la desaparición. Cuando todo el mundo sabe que efectivamente fue la Gendarmería la que se lo llevo detenido y no aparece. Este es el contexto político-social que estamos viviendo en argentina, como también vivimos nosotros hace mucho tiempo, y ahora es mucho más duro y mucho más terrible en el territorio mapuche.
– ¿Cómo vive tu núcleo familiar esta situación de huelga de hambre y de detención?
- Mi familia está bastante preocupada. Mi abuela está muy preocupada. Están muy dolidos con la situación, con el tema que lamentablemente es responsabilidad del Estado opresor, que no tiene ninguna moral en las confrontaciones. Si bien decíamos hoy, que validamos la violencia política como forma de autodefensa, tenemos valores y ética al confrontar. Cosa que ellos no tienen. Al menos podrían reconocer el carácter político de esta detención y no lo hacen. Todo esto me llevo a mí a realizar esta huelga de hambre. Mi familia, una parte obviamente no quiere la huelga, otros la entienden y no la comparten tanto. Pero es una decisión política de utilizar el cuerpo de uno como trinchera, porque en prisión se acaban otro tipo de herramientas, de lucha, y se han agotado como desde un principio las vías institucionales, jurídicas, para una resolución coherente del conflicto, porque el estado así lo quiere. Entonces, esto lleva a tomar estas decisiones, más allá de las familias, las comunidades están fortalecidas a pesar de este clima represivo. Y acompañan, porque saben que esta es una lucha justa, digna, seria, verdadera, ancestral. No está contaminada por elementos occidentales. Nosotros no planteamos ideologías, planteamos, si se quiere, una doctrina política propia y basada en el pensamiento de nuestros mayores. En ese sentido gran parte de todas estas enseñanzas filosóficas y políticas son producto de nuestras familias, de nuestros abuelos, bisabuelos.
– ¿Cómo estás cumpliendo tu reclusión? ¿Estás en una celda compartiendo con otros reclusos? ¿Cómo es el trato? ¿Cómo es el vínculo en el establecimiento carcelario dónde estás?
- Comparto la reclusión con otros prisioneros comunes, encarcelados por distintos hechos cometidos en distintas partes del país, sobre todo de Bs.As y del Sur. Tuve que hacer un principio de huelga que duro muy poco, para que me aprobaran la prisión común y me restablezcan ciertos derechos que se me habían sido negados, porque estaba en aislamiento, en una celda de castigo, apenas llegue aquí. Por otro lado, la relación con los otros prisioneros es respetuosa y cordial, excepto con algunos funcionarios. Con algunos funcionarios del servicio penitenciario es que he tenido algunos problemas. Entre ellos estaba el director del penal, que es de origen mapuche pero que sigue directivas del gobierno nacional, en parte del director del servicio penitenciario federal y que ha tenido una actitud bastante racista y retrograda con alguna gente que ha venido a visitar. Entre ellos una autoridad mapuche del otro lado de la cordillera, que, si bien vino con los papeles necesarios de extranjero, no lo dejaron pasar más que una hora a verme, siendo que me traía un mensaje importante de las comunidades. Entonces, en ese sentido, el director y dos o tres funcionarios más, han tenido un trato discriminatorio.
-¿Aún estando en prisión, de alguna manera logras dirigir, supervisar u orientar a la gente de la comunidad que se encuentra en la zona recuperada? ¿Cuántos integrantes de la comunidad mapuche hay?
- Es muy complejo eso. Yo algunas cosas puedo llegar a aconsejar de lejos, pero no sé cuál es la realidad cotidiana. Tampoco sé cuanta gente puede haber, porque nunca ha sido un número exacto, debido a que es un proceso de varias comunidades. En realidad, la gente entra y sale. Yo he leído algunos artículos, que en realidad no comparto porque conozco la realidad desde adentro y no es cierto que sean cinco familias, no es cierto que sean veinte familias. No es cierto. Si bien hay algunas familias que están instaladas permanentemente o hay algunas construcciones, algunas casas, el ir y venir de las familias y de las comunidades es constante. Hay más y menos gente porque es un proceso colectivo. A mí se me hace complejo tener una supervisión total de lo que se lleva allí, más que una serie de líneas políticas o filosóficas que pueda llegar a conversar desde aquí. Pero realmente no sé cuántos hay. Se me hace muy complicado, no hay señal. De hecho, todavía no he podido hablar desde la mañana con la gente y sé que hoy hubo un nuevo procedimiento y todavía no sé lo que ha sucedido. No tengo noticias más que lo que sale por los medios o lo que me avisaron. No tengo una comunicación directa. Tengo que esperar el régimen de visita, para ver quién me viene a visitar y ver qué novedades me traen. Y lo que yo pueda llegar a opinar que le avisen a la gente o por los medios de comunicación. Si bien aún no nos han doblegado y hay una suerte de organización o de movimiento, es muy difícil tener un control o lo que muchos intentan decir que hay un liderazgo desde la cárcel.
- ¿Eso no es tan así?
- No, porque es muy difícil, tomando en cuenta la cantidad de controles que hay. El hecho de que estas grabaciones están siendo doblemente intervenidas y cualquier cosa que uno diga, (por más que diga otra cosa puede ser mal interpretada adrede) para una u otra cosa. Tenemos que tener en cuenta que esta misma conversación está siendo grabada en este momento por un organismo de inteligencia que todo el mundo sabe que existe dentro del servicio penitenciario. Un organismo interno de inteligencia del servicio y a la vez está siendo intervenida por agentes de inteligencia del Estado nacional, tanto de la división antiterrorista de la Policía Federal como de otros servicios de inteligencia. Es obvio, cuando yo hablo por teléfono a veces y se escuchan los ruidos de atrás. Se escuchan las grabaciones, los ecos raros. Eso no es raro y es de puro conocimiento. En ese sentido es muy difícil tener una conversación directa sin que pueda ser mal interpretada adrede.
– ¿Estás monitoreado constantemente?
– Sí. Me grababan cuando salía de visita, me grababan todo el tiempo y me seguían con una cámara. Cuando hablaba por teléfono. Las primeras llamadas por teléfono las tuve que hacer con una cámara detrás.
– ¿Cómo te consideras en este contexto, un prisionero político?
-Sí. Un prisionero político del Estado, perseguido en el estado argentino. Estoy preso por mi militancia, mi accionar, mi ideología política. Estoy preso por las causas políticas que nos llevan a nosotros a militar la lucha del pueblo Mapuche. Y no solamente a transmitirle una propuesta política, sino a practicarla en ambos lados de la cordillera y en ese sentido ser consecuentes. Ser Mapuche me ha llevado a confrontar con una lógica de un mundo diferente, donde nosotros para el poder somos el enemigo. Eso es así. Está bastante claro en un panfleto del mismo movimiento: dos mundos opuestos donde se plantea esta situación de dialéctica, esta situación de contradicción con la sociedad dominante, con el sistema dominante, con el sistema capitalista y una cultura ancestral donde se nos encierra y se nos persigue, no solo por nuestra ideología política, sino también por la ignorancia que hay sobre nuestra forma de vida, nuestra cultura. Es evidente que hay un montón de cosas que hacemos en nuestra vida cotidiana que son consecuentes y coherentes con nuestra vida Mapuche y que chocan o son consideradas como infracciones, delitos, o como sea, frente a la sociedad occidental, que no conoce al pueblo que oprime.
– Sintéticamente, danos una idea de la vida Mapuche, del tema cultural. ¿Cómo es la forma de vida de los Mapuches y en toda la república argentina que cantidad de Mapuches hay?
– No sabría decirle. Sé que somos muchos. Por lo que tengo entendido, en los censos, la gente que se auto reconoció es un índice muy alto. No sabría decirle cuantos hay, porque mucha gente que es de origen Mapuche no se reconoce. Los censos no llegan a todos lados, pero somos uno de los pueblos originarios más numerosos que hay, y estamos en lo que hoy es Rio Negro, que ese fue el territorio histórico; parte de Chubut. Esas más o menos son las características y nosotros somos un pueblo que mantiene la cultura y la comienza a reconstruir y a pulirla. Firmemente, como es el mundo Mapuche original, nuestra cultura original, nuestro pensamiento antiguo. Desde esa perspectiva es que nosotros nos proyectamos y vivimos cotidianamente. Y eso es lo más complejo que ellos no pueden comprender, que nuestro proyecto político, nuestro proyecto de transformación de la realidad, nuestro proyecto revolucionario se plantea en el día a día, en el cotidiano, en la recuperación de las tierras y en la forma de vida, como siempre vivimos en ese mismo territorio recuperado y en territorios que siempre hemos vivido. La comunidad hace años o miles de años incluso y los procesos de recuperación territorial que se han dado en estos últimos años. Nosotros nos proyectamos y mantenemos nuestra forma de vida como nuestros antiguos.
– ¿Qué mensaje das a la comunidad que está luchando fuera del penal y también a la opinión pública que entiende esta lucha?
-Desde la prisión aquí en la Unidad 14, lo que puedo decirle a la gente, es que no bajen los brazos, que luchen por sus derechos, que luchen por su libertad. Que no se dejen avasallar, que no se dejen atropellar. A mi gente, que siga firme en sus convicciones, en lo que nos enseñaron nuestros antiguos. Que escuchen los consejos de nuestros mayores, que sigan esa forma de vida, que seamos cada día más Mapuches. Que podemos construir una sociedad diferente con el resto del pueblo oprimido. Esos pueblos originarios, sobre todo aquí en la zona y los que tengamos de vecinos. La lucha no es contra los pobres, la lucha es contra los poderosos, los ricos. Tampoco es contra el Estado, sino que el Estado es el que toma posición a través de los ricos y nos atacan. Nosotros estamos luchando contra el poder económico, el poder económico y político real, que supera al poder político formal. Este es el llamado a la lucha que nosotros hacemos realmente, tener conciencia de la lucha que estamos llevando adelante, que es ancestral y que tiene características anticapitalistas, anti imperialistas, anti oligárquicas, ancestral. Esa es nuestra ideología, el pensamiento de nuestros mayores y eso es lo que nosotros planteamos como proyecto político. No bajar los brazos y al resto de los pueblos oprimidos, al resto de la sociedad también a levantarse. Nosotros no le hablamos a los jueces, no le hablamos al poder, no le estamos pidiendo al poder que deje de reprimir, sino lo que le estamos pidiendo a la gente es que se defienda, que la gente construya lo que quiere. Porque ya no podemos confiar en esta justicia tan injusta, que rompe la propia legalidad las veces que tiene ganas, que desaparece gente y que matan siempre a mansalva. Cuando se le ocurre tiran unas migajas para el pueblo y cuando no, se la sacan y la empobrecen de vuelta. No se puede confiar en un sistema, en el imperialismo, en los poderosos, en los ricos. Tenemos que construir desde abajo. A esta reflexión llamo. Yo hace mucho tiempo que no me dirijo a los sectores del poder, sino a la propia gente. Que se organicen, que se auto determine, el principio de autodeterminación de los pueblos. Todos los pueblos tenemos derecho a liberarnos a vivir de la manera que nosotros queramos. Por eso somos pueblo, somos cultura y ese es principalmente el llamado que yo desde la cárcel sigo manteniendo mis convicciones, mi forma de ser, mi cultura, mi ser Mapuche. Todos los días me levanto a la mañana a hacer mi ceremonia Mapuche. Trato de vivir y hasta de vivir como Mapuche. Ese es el mensaje que yo puedo dar. Nunca hay que darse por vencido y hay que luchar hasta las últimas consecuencias, cuando las ideas son claras. Cuando la lucha es justa, no se puede más que vencer o morir.
– ¿Qué nos puedes decir sobre la situación de Santiago Maldonado? ¿Qué sientes?
–Rabia. No me extraña lo que sucede. No me causa para nada asombro. Porque como en otro momento dije, con todo el respeto que se merece la imagen, la figura y la entrega de Santiago. El llegó a apoyar una lucha justa, pero nosotros veníamos de denunciar desapariciones y situaciones de violencia desde hace mucho tiempo, pero como éramos los indios hijos de los Mapuches nunca habían trascendido, hasta que pasó esto. Pero también teniendo en cuenta el contexto en el que se dio, una represión dirigida políticamente, con el peso que tuvo. Siempre aquí hay desapariciones, está acostumbrada la sociedad a esto, pero la manera en que sucedió esta vez es también lo que genero ese tipo de revuelo, porque fue directamente dirigido por un miembro del gobierno nacional (Nocetti) mano derecha de Patricia (Bullrich). Es muy difícil que Santiago aparezca y que aparezca con vida. Yo creo que lo confundieron con alguien y se les fue la mano en la golpiza y ahora no saben qué hacer, donde lo tienen y eso es lo que creo yo que sucedió. Pero la certeza que tenemos es que la Gendarmería se lo llevó, porque lo confundió con uno de nosotros, cazándolo. Directamente una cacería con una orden política, clara, que se intentó hacer en enero y no funcionó. En enero intentaron matar a alguien -eso es lo que gritaban, hay que matar a uno- y se llegó a herir a dos integrantes de la comunidad.. En este momento hay una persona desaparecida por llegar a acompañar la lucha. Pero le podría haber pasado a cualquiera, a un periodista que estaba allí, a un pescador o a un turista. Lamentablemente le sucedió a Santiago por ser solidario, por ser libertario, una persona de tendencia política anarquista él y llego por esas convicciones políticas que tenía. A ayudar solidariamente y sucedió todo esto y trascendió porque no era un Mapuche. Nadie debería de desaparecer, esta es una de las cosas más graves que sucede, es algo que decía Eduardo Galeano “Los nadie que valen menos que la bala que los mata”. Entonces esa es la situación que se vive aquí, me parece que a partir de ahí es donde hay que reflexionar.
Actualizando en torno a la situación de Facundo Jones Huala, y prácticamente al cierre de la publicación de ésta entrevista, en ocasión de abandonar la medida de huelga de hambre, a través de un comunicado público y entregado a los medios periodísticos locales, nuestro entrevistado hizo más puntualizaciones. Entendimos, que resulta sumamente importante, incluirlas en éste artículo, para resumir su posición y la posición de la comunidad mapuche, sin desatender el caso de Santiago Maldonado.
En el comunicado difundido a la prensa local Facundo Jones Huala tras admitir “Me han sugerido más de una vez alivianar el discurso y negociar, pero no traicionaré jamás la memoria ni al Mapuche Rakizuan. Todos queremos que aparezca Santiago, quien no es el primer desaparecido en democracia ni el primer desaparecido en el contexto de la lucha Mapuche, la diferencia la hace que fuera un compañero solidario y no uno de nosotros. Santiago era amigo de algunos peñi y lamien, un militante con tendencia anarquista que llegó igual, a pesar de la negativa de aceptar apoyo físico de gente no Mapuche en el lugar, lo que no quita su valor y entrega solidaria por la causa de los oprimidos. Esto no quiere decir que nosotros seamos anarquistas, somos solo Mapuches. Lo del weney plangche (amigo blanco) podría haberlo ocurrido a un pescador, a un turista, a un periodista o cualquier hombre que hubiera estado allí apoyando o de casualidad y no saber nadar. Fue cazado por Gendarmería bajo el comando de (Pablo) Noceti (jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación) en conjunto con la Policía de Chubut, confundiéndolo con los peñi”
“Somos profundamente críticos de organizaciones como la Confederación Mapuche Neuquina y la Coordinadora de Río Negro, pero estamos dispuestos a un diálogo fraterno con todos los actores políticos Mapuches en el Puel Mapu, principalmente con las comunidades rurales y sus representantes. Lo que no estamos dispuestos es tranzar con corruptos y mentirosos, a menos que se retracten y reconozcan sus faltas. Les pido que antes de emitir opiniones se acerquen a las Lof a dialogar y dejen de chupar medias a gringos oligarcas y ONGS.”
En otro tramo del pronunciamiento de Facundo Jones Huala se refirió a Antonio Fermín recalcando: “el corrupto ladrón puntero Antonio Fermín no representa más que a su bolsillo. Rudecindo Calfupan es el abuelo de algunos subversivos y fue compañero de trabajo de mi abuelo en tiempo de los ingleses. En diciembre apoyaba la recuperación, hasta que otra vez lo dieron vuelta como una media sucia, los grupos mafiosos de Benetton”
También Facundo habló en su pronunciamiento sobre Oscar Currilén de El Maitén: “ Intendente mafioso, uno de los implicados en el asesinato del abuelo de comuneros de la recuperación y de Cushamen. Las pseudo comunidades del gobierno inventadas hace dos meses por Sofia Millañir no deberían ser tomadas en serio por nadie”.
Dentro del extenso escrito de Facundo Jones Huala no deja en el tintero su punto de vista sobre los grupos anarquistas, dirigiéndose a ellos: “A los grupos anarquistas, de la izquierda, peronistas y populares, les pido: respetémonos en la diferencia, no nos digan cómo luchar, y les pido que piensen que hubieran hecho los Durruti, Lenin, Fidel o Walsh antes tales injusticias”.
En su comunicado, también Facundo llamó “a aquellos gendarmes y policías aún humanos, a abstenerse de reprimir y no enfrentar a las comunidades mapuches. También les pido que se sinceren sobre la desaparición de Santiago. Si se dicen nacionalistas, enfrenten al imperialismo y las multinacionales, no a sus pueblos”.
Finalmente dijo: ”Pido a mis hermanos y hermanas Mapuches que asuman la realidad; los winka han agotado todas las vías diplomáticas y realmente, desde ellos, nunca existió una voluntad real para la solución política del conflicto. Como consecuencia de esto es que existe la Resistencia Ancestral Mapuche. Considero que el gobierno debe reconocer que son ellos los que han roto cada diálogo. El Juez (Guido) Otranto debiera reconocer y denunciar los aprietes de la Sociedad Rural, Das Neves y el Ministerio de Seguridad de la Nación. No le teme a los mapuches, le teme al Gobierno de los ricos. A los kona y weichafe les pido que mantengan la firmeza, la combatividad y ética propia que no caracteriza; no involucren a civiles, ni ajenos, al conflicto en la confrontación, tenemos una sola línea; no somos dementes como los winka y sus perros uniformados. Desmiento cualquier vínculo con Reynaldo Mariqueo (Mapuche Nation) y cualquier financiamiento externo. Nuestro sustento es el esfuerzo propio, es la autogestión e incluso el trabajo asalariado destinado en la militancia”
*Foto de Portada: www.tintapublicacióndigital
*Foto 2¨: José Guzmán de AntimafiaDosMil
*Foto 3: www.radiodelmolino.com.ar
*Foto 4: www.elpatanonico.com.ar
*Foto 5: www.elpatagónico.com.ar
*Producción de audio, transcripción de entrevista: Camila Ocampo de Antimafia Dos Mil