El medio británico lo coloca como una “nueva incorporación”

Paralelamente, el gobierno pide a la DEA que instale una oficina en Montevideo

Por Antimafia Dos Mil-1° de setiembre de 2022

De 21 países que componen América Latina, 18 están profundamente afectadas por el narcotráfico. Así lo asegura Michael Stott, editor para Latinoamérica del medio británico Financial Times, que agrega como novedad a Uruguay, Paraguay y Chile como parte de la ruta del tráfico de drogas.

Estos países, serían “principales países de origen o tránsito” de narcotráfico, según señaló el medio, parafraseando a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. La excepción en el continente serían Bélice, Guyana y El Salvador, que viene llevando adelante una guerra frontal contra los grupos criminales como las Maras, llegando incluso a declarar el estado de excepción para combatir la suba de homicidios.

La incorporación de Uruguay a la lista, considera a los 14 cuerpos hallados en un período de 10 días, según expresa el medio, que recuerda que, de estos, “tres habían sido quemados y uno descuartizado”.

La información surge de consultas a distintos especialistas sobre el tema.

El director ejecutivo de InSight Crime, Jeremy McDermott, apuntó a que tanto Uruguay como Chile y Paraguay, son las tres rutas preferidas de los narcotraficantes en los últimos tiempos. Añadió además que la mayor parte del tráfico de cocaína viaja a Europa a través de contenedores (que evidentemente salen de los puertos de la región) y que se estima que apenas entre un 20% y un 25% son incautados. Cuando se repiten las incautaciones, “los delincuentes tienden a cambiar de ruta”, dijo McDermott al Financial Times.

Por su parte, la jefa de investigación política para las Américas, Jimena Blanco, entiende que se está consolidando “la globalización del tráfico de drogas”, algo que, según ella, comenzó “hace cinco o diez años”.

La vicepresidenta del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York, Shannon O’Neil, indicó al medio que ya no estamos hablando de cárteles de droga: “Son grupos del crimen organizado”, que se dedican además a “extorsión, robos, trata de personas”, “secuestran a los ricos y comercian con madera y oro ilegal”, “la pesca ilícita” en Chile y “el negocio de las bandas mexicanas, según Blanco de Verisk, es el contrabando de píldoras abortivas a través de la frontera con EEUU”, cita el medio.

O’Neil se cuestionó cómo inculcar “el Estado de derecho”, “en una región notoria por la corrupción, la aplicación débil y las altas tasas de homicidios”. Y sentenció: “Es una tarea difícil, pero vital”.

Y aunque la guerra contra las drogas ha llevado más de 50 años “y millones de dólares gastados” en la persecución de los líderes de cárteles, “el comercio nunca ha sido tan grande”, remarca Financial Times. Y recuerda las cifras récord de 2020, manejadas por la UNODC. Se trata de casi 2 mil toneladas de producción total de cocaína, “más del doble que en 2014”, resalta.

Si bien este medio transmundial se hace eco de las “nuevas incorporaciones” de países imbuidos por el narcotráfico, cabe destacar que es una apreciación acotada de la realidad. Paraguay ha estado atravesado por esta forma de criminalidad desde hace muchos años. Pensar en el país guaraní, es también contemplar que la ruta del narcotráfico más importante de la región sudamericana del continente, es la que integra la triple frontera Paraguay-Brasil-Argentina, y el principal trayecto marítimo utilizado para este fin es el río Paraná, la ruta fluvial más importante de ese país.

¿La DEA en Uruguay?

Desde 2020, el gobierno uruguayo espera con ansias que la Drug Enforcement Administration (DEA) norteamericana, se instale en nuestro país. Una especie de requisito a cumplir, es la apertura total de puertas a Estados Unidos, cuando de gobiernos conservadores se trata. Y esta no es la excepción.

La embajadora de EEUU en Uruguay y exmilitar, Heide Bronke Fulton, dijo que vendrá al país para “combatir las organizaciones transnacionales y todas las formas de tráfico”, según un artículo publicado en Búsqueda.

El medio señala que durante los días en que el ministro del Interior Luis Alberto Heber preparaba su interpelación, agentes de la DEA que se encontraban en Buenos Aires, viajaron hasta Montevideo con el fin de tener una reunión con la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (DGRTID). Un encuentro ansiado, donde sus representantes habrían manifestado conformidad con las actuaciones del gobierno uruguayo respecto a la operativa conjunta con la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay (SENAD) y la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (EUROPOL), que permitió las detenciones y allanamientos masivos en lo que se conoce como la operación ‘A Ultranza’, que desbarató la organización criminal liderada por el paraguayo Miguel Insfrán y el uruguayo Sebastián Marset Cabrera, este último fugado de la justicia luego de adquirir un pasaporte legal uruguayo a pesar de ser buscado a nivel mundial por la INTERPOL.

Las expectativas de que se vuelva a instalar en Uruguay una oficina de la DEA no son pocas. Tanto Bronke Fulton como autoridades del Ministerio del Interior, observan con ‘optimismo’ esta posibilidad, que seguramente irán trabajando para que sea una realidad: “Trabajaré diligentemente para fortalecer la cooperación con el gobierno de Uruguay para combatir las organizaciones criminales transnacionales y todas las formas de tráfico”, habría declarado la diplomática frente al Congreso de Estados Unidos antes de ser designada embajadora en Uruguay.

Actualmente, la DEA está instalada en Buenos Aires, Brasilia, Santiago y Asunción, y su oficina regional se encuentra en Lima. También cuenta con oficinas en San Pablo y Río de Janeiro, y es posible que abra además otra sede en la ciudad argentina de Salta.

En el período de 2012 a 2019, también estuvo establecida en Montevideo una oficina de la DEA. Y ahora, el prosecretario de la presidencia Álvaro Delgado, junto al canciller Francisco Bustillo, piden y esperan que se vuelva a establecer el organismo extranjero en Uruguay.

Las oficinas de la DEA responden directamente a los embajadores. Según publica Búsqueda, en la presentación del presupuesto que la DEA habría enviado al Congreso estadounidense en 2021, dice textualmente: “Es una oficina de relaciones exteriores típica, que cuenta con agentes especiales, especialistas en inteligencia, personal de apoyo administrativo y empleados extranjeros”.

Cabe pensar, o analizar, que consecuentemente con esa información, oficinas de la DEA buscan involucrarse en los países de la región para “profundizar” en su “combate” contra las drogas. Se trata de una lucha que en cincuenta años ha dejado un resultado totalmente contrario al que en la teoría se persigue.

A esta altura, los hechos hablan más que la teoría. Si queremos entender las acciones que ha tomado Estados Unidos con su eterno “patio trasero”, es decir nuestro continente latinoamericano, vemos los resultados en nuestra realidad actual: criminalidad organizada expandida en todos los rincones y países, narcotráfico como uno de los negocios más famosos y lucrativos, inestabilidad producto de choque de clases entre empresarios conservadores y terratenientes, y un pueblo hambreado y saqueado. Todo esto es el saldo de más de cincuenta años de injerencia de la CIA en los estados latinos, de la injerencia de la DEA en el combate fallido contra las drogas, en el entrenamiento de los ejércitos que ha promovido todos y cada uno de los golpes de Estado, en planificar derrocamientos de las democracias regionales, en participar de los intentos de asesinato de más de un líder de las izquierdas latinoamericanas y de figuras como la de Fidel Castro, entre tantos otros.

El combate al crimen organizado debe enfocarse con fuerza dentro de los Estados y en el sistema financiero. De lo contrario, los parches nunca frenarán el desborde en el que ahora estamos sumergidos.

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*Foto de portada: uypress.net