El fiscal de la ciudad de San Carlos, del departamento de Maldonado, doctor Jorge Vaz, imputó al Coordinador de la Jefatura fernandina por cinco delitos, en el marco de las últimas investigaciones que se venían realizando por corrupción policial, a nivel de la alta oficialidad de esa dependencia del Ministerio del Interior del Uruguay. La información fue dada a conocer en las últimas horas, dejándose bien entendido que los delitos por los cuales se formalizó al jerarca policial, ante el Juez Penal de Turno, fueron los siguientes: abuso de funciones, faena clandestina, omisión de los deberes del cargo, revelación de secreto y omisión de denunciar delitos. En consecuencia el juez actuante dispuso para el excoordinador de Jefatura, noventa días de prisión domiciliaria, en contraposición a la solicitud de prisión preventiva por parte del fiscal, como medida cautelar, en tanto demanden las investigaciones.
Dentro de este nada saludable contexto de corrupción, en la cúpula de una dependencia de la institución policial del interior del Uruguay, también fue imputado (por el mismo caso) un sargento de la Escuela Departamental, por “un delito continuado de revelación de secreto”.
Asuntos Internos del Ministerio del Interior investigaba su situación desde hacía más de un año. Para recabar información y pruebas, fueron necesarias escuchas telefónicas, lo que determinó la culpabilidad de ambos oficiales, implicados en varios delitos entre los que figuran faena clandestina y filtración de información reservada sobre operativos antidrogas de la Policía de Maldonado. El imputado con la causa más agravada fue el de más alta jerarquía.
El fiscal del caso, Jorge Vaz, que pertenece a la Fiscalía de 2° Turno de San Carlos, entre los días lunes y martes últimos tomó declaraciones a los acusados. Además, fue citado a declarar ante el fiscal, un abogado, cuyo nombre no trascendió, quien es patrocinado por el abogado penal Jorge Barrera y que según declaró la defensa a El País, "no hay elementos para llevar adelante una formalización contra el profesional".
La población fernandina está consternada por los hechos. En tanto, el sindicato policial de Maldonado evalúa la posibilidad de pedir la destitución de toda la cúpula de la Jefatura. La Justicia entró en el ruedo y hace su parte investigando y determinando pruebas y responsabilidades. Pero no nos sorprende, porque lamentablemente, hemos visto tantos casos de corrupción de personas con acceso al poder, incluso dentro de la Policía. Personas, que ostentan jerarquía y la utilizan para beneficio propio.
El poder, como dijera nuestro director Georges Almendras, en una entrevista brindada al programa Transformaciones (**), que pone a las personas en una situación de exposición a sobornos y corrupción. El poder, que es un arma de doble filo, y que fue lo que quizás en este caso, llevó al jerarca policial a tomar atribuciones que no le correspondían, utilizando los recursos a su mano para extraer información reservada, beneficiándose del abigeato, cuando su tarea debería ser la contraria.
Una policía corrupta da lugar a que la delincuencia se apropie de los espacios donde deberíamos estar protegidos y seguros como ciudadanos. ¿Cómo se determina quiénes son las personas que tienen que ocupar cargos de alta jerarquía? Y peor aún, ¿cómo son las pruebas de ingreso a la policía y la preparación, que permiten que entren personas que formadas para servir se dediquen a delinquir?
Quizás haya que evaluar y examinar estos hechos, para que el combate a la corrupción sea también preventivo.
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*Foto de portada: Jefatura de Policía de Maldonado / Ministerio del Interior