Entrevista exclusiva al padre del fiscal Marcelo Pecci, asesinado en Colombia

“La justicia colombiana pareciera un poco lenta con sus plazos, pero va para adelante”

“Realmente él marcó época y se volvió un mártir, un héroe, que entró en las páginas de la patria”

Sin disimular ni por un instante, la admiración y el reconocimiento a su hijo, el fiscal Marcelo Pecci “como un héroe, que entró en las páginas de la patria” tras ser asesinado por la narcocriminalidad el año pasado en Colombia, su padre, el abogado y exfiscal, de nombre Francisco, en entrevista exclusiva con Antimafia Dos Mil, no deja de hacer fuertes críticas a la gestión de la fiscal general Sandra Quiñonez, y a ella en particular, puntualizando además tener sólidas esperanzas de que la justicia colombiana pueda llegar a revelar la identidad de los mandantes del magnicidio que conmocionó al pueblo paraguayo. En este encuentro, Francisco Pecci también reveló inusitadas facetas del caso, consignando puntualmente que su hijo poco antes de ser baleado por sicarios, tenía entre manos investigaciones que molestaban a los narcotraficantes de la región, al punto que un conocido delincuente apodado “Chícharo” -hoy fallecido- lo había amenazado con anterioridad, recordando que cuando una vez, él como padre, le llegó a trasmitir su temor por sobre lo que le podría acontecer, su hijo le respondió: “Mira papá, no tengan miedo, no pasa nada, tranquilos’ ‘Y si me matan entonces ya es la voluntad de Dios’. Y así fue, su muerte fue designio de Dios”. Francisco Pecci también anunció el próximo lanzamiento de un libro de su autoría -que será de distribución gratuita- para contar la historia de vida “de un hombre, que es asesinado y que se convierte en un mártir de la justicia paraguaya”.

-Usted había manifestado a un medio de prensa capitalino que Margaret Lizeth Chacón Zúñiga, esposa de uno de los condenados a 25 años de cárcel, sabe quién es el autor intelectual del asesinato del fiscal Marcelo Pecci. ¿En que se basa para sostener eso?

En las informaciones que vienen de la justicia colombiana, que está actuando muy bien. Allí, según parece, esa señora Chacón negó haber participado en el hecho. Ella es esposa de uno de los Pérez Hoyos. Ellos ya reconocieron el hecho de forma de lograr una disminución de la pena, conforme a la ley colombiana, y ella en cambio manifestó no saber nada. Sigue en agosto, tengo entendido, el juicio en Colombia. Tenemos un abogado colombiano que en forma desinteresada está representando a la familia de Marcelo. Allí, él manifestó, si sigue negando, esta señora va a tener prisión hasta 50 años, que es la máxima pena que tienen allá. También si delata o reconoce el hecho va a tener una mitad de pena y se piensa incluso que la pueden matar a ella para que no hable. Eso es lo que sabemos, gracias a la excelente gestión de la justicia colombiana. Porque aquí no van a hacer nada. La Fiscalía, la anterior, Sandra, luego, no está, y el fiscal internacional tampoco, es que el hecho no ocurrió acá. Desde el momento que el hecho no ocurrió acá, poco o nada pueden hacer en nuestro país, esa es la realidad jurídica del asunto.

-¿Cuáles son las críticas específicas que usted hizo a la gestión de la exfiscal general del Estado, Sandra Quiñonez? Incluso usted la trató de mentirosa, según el diario ABC Color.

No digo mentirosa, pero sí una mujer sumisa, que no asumió una postura debida, por la influencia de una autoridad. Esa es la verdad. Una mujer que lo trataba muy bien a mi hijo Marcelo. Él nunca dijo nada de ella. Le dio los casos más difíciles y después de eso escribió un libro escrito en forma de amistad con él, que no está mal. Fue una fiscal que hizo una buena carrera allí, pero como fiscal general del Estado no anduvo como debía ser. Difícil con la política que tenemos. Con un fuerte Poder Ejecutivo y Legislativo, políticos de por medio, difícil es que un fiscal general del Estado se pueda desempeñar con independencia. Por eso es que cuando hablan de eso, yo recuerdo a otros fiscales generales, entre ellos a quien lo recuerdo yo, alguien que fue muy bueno, fue el Dr. Latorre, que aún vive, un jurista de primer nivel. Hay una cuestión, a mi hijo le decían que podría ser alguna vez fiscal general del Estado y lo dijo Sandra, y ella mintió, inventó, porque mi hijo siempre me dijo que él, cuando le preguntaban, decía que alguna vez quería ser fiscal general del Estado como culminación de su carrera con la jubilación, que sería después de los 50... él se murió a los 45 años.

Mi hijo era un hombre valiente y allí está, lo mataron por valiente. Eso es lo que ocurre, eso es la realidad. Sandra Quiñonez fue una mujer sumisa, una que desempeño su tarea en la medida que podía, no era para el cargo. Ahora el Dr. Rolón ingresó de otra forma a trabajar y lo conozco por su experiencia muy válida.

-Usted ha sostenido a un medio de prensa que una investigación en Paraguay en relación al asesinato de Marcelo Pecci no iba a llegar muy lejos…

Aquí no, en absoluto. Primeramente, comparando con Colombia hay que destacar que Colombia tiene mucha experiencia en este campo criminal desde la época de Escobar Gaviria. Ahora según medios colombianos, hay un clan, un grupo de estos mafiosos narcotraficantes llamados 'El Golfo' manejado por algunos, no recuerdo el apellido, que es igual o peor que Escobar Gaviria, entonces ellos tienen mucha experiencia. La justicia colombiana pareciera un poco lenta con sus plazos, pero va para adelante. Casi está por lograr saber quién o quiénes ordenaron acá, desde Paraguay, la muerte de mi hijo, que es probable que fuera acá o la gente de aquí combinada con otra gente de otro lugar, porque el narcotráfico tiene una extensión, una interconexión regional. Mi hijo hizo mucho bien al Paraguay con su trabajo y a la región también, porque él asistía a congresos internacionales y era valorado su trabajo. Realmente él marcó época y se volvió un mártir, un héroe, que entró en las páginas de la patria.

Casos emblemáticos que Marcelo Pecci tuvo entre manos

-¿Cuáles son los casos más emblemáticos que recuerda había investigado Marcelo y qué le dijo usted en su momento en relación al peligro que existía al trabajar en casos relacionados con el crimen organizado?

Los casos que él tuvo fueron muchos. Yo recuerdo algunos, porque él hablaba poco, era muy prudente. En el libro que publiqué, que se está distribuyendo y que va a ser presentado oficialmente el 30 de mayo en el Club Guaraní que fue su segundo hogar. Allí se citan muchos casos que él tuvo, casos de mafia. Yo recuerdo algunos, tenía por ejemplo el caso de Jarvis Pavao. Era un monstruo el tipo, él está ahora bien preso en el Brasil y su abogada era Laura Casuso, una argentina que también murió acribillada hace cuatro años, creo por otros narcos. Y ella, una vez en una audiencia televisiva -yo la he visto-, le interrogaron en un canal sobre el caso que tenía y no le gustaba cómo actuaba. Marcelo actuaba como debe ser, no temía y solo cumplía con su deber, con corrección. No se lo puede achacar nada.

Esa vez ella dijo, que 'de ese fiscal nos vamos a encargar nosotros', como diciendo 'vamos a borrarlo nosotros', y a mi hijo lo borraron cuatro años después, pero ella fue borrada hace rato por otros narcos, por ejemplo 'El Chícharo' (guaranización del término castellano chicharrón, ndr) que ya murió también. Ese sí lo amenazó, le dijo, 'te voy a matar', y hasta le empujó un poquito en un pasillo del Poder Judicial y le increpó, pero Marcelo siguió con su línea y no tuvo miedo a nada. Nos decía, cuando le decían sus amigos y yo, ‘mi hijo, es peligroso’, 'no papá, no te preocupes, a la mafia del narcotráfico, no le interesa matar a un juez, a un fiscal, ellos actúan de otra forma, con resultados más objetivos. ¿Qué van a querer matar a un fiscal, para que papá?’ Ellos tienen una organización criminal de tráfico de drogas, de tráfico de armas, toda concatenada en diversas regiones y barre con todo con el gran dinero que ganan, copan hasta cargos políticos en muchos países y manejan algunos países, entre ellos el nuestro y algunos otros más de la región, manejan algunos narcopolíticos, sencillo es el tema. Está todo concatenado, el flagelo de la humanidad y eso mata a la gente joven adicta a las drogas’. Y nosotros siempre le decíamos nuestro temor, hasta que él alguna vez me dijo: ‘Mirá papá, no tengan miedo, no pasa nada, tranquilos’. Y yo le dije 'te pueden matar'. Y me respondió: ‘Mirá, si me matan entonces ya es la voluntad de Dios’. Y así fue, fue designio de Dios.

-¿A quiénes realmente molestó Marcelo Pecci con su trabajo de investigación fiscal?

No puedo citar nombres de gente de acá, pero les molestó a todas las organizaciones de narcotraficantes, del Brasil, el Comando Rojo, y la otra, el PCC, por ejemplo. De otras regiones no sé, pero están conectados entre ellos. Entre ellos se entienden, se matan, son una casta maldita.

-¿Marcelo se llegó a reunir con autoridades italianas o hubo un trabajo conjunto con ellas en la lucha contra la mafia?

Ahora en Italia se le hicieron muchísimos homenajes, incluso el embajador paraguayo en Italia puso a un salón de la Embajada su nombre. En Italia hubo unos jueces, uno fue Falcone creo hace 25 o 30 años fue muerto por la mafia; en Colombia o en Ecuador hubo hace 20 años un tal Bonilla, Lara Bonilla. En Italia a Marcelo se lo considera mucho y acá se le ha hecho muchísimos homenajes. Se puede decir que el pueblo lloró, por que sintió el impacto de que maten a un fiscal. Nunca ocurrió en la historia, mataron a un honesto que les molestaba a los mafiosos, sencillo es. Yo ya estoy en el final de mis días y voy a decirlo. Conste que nos hemos cuidado mucho en familia, porque esta gente es capaz de hacernos más daño a los familiares. Es peligroso.

-En estos días se publicó por el diario ABC que uno de los autores del asesinato de Pecci, manifestó que ya tuvo un atentado en Brasil y que las autoridades paraguayas conocían el hecho pero que no dispusieron de ninguna medida de seguridad para Marcelo.

Las veces que fue al Brasil creo que fue de paseo, conmigo, con amigos, salvo que hubiera ido en la frontera a hacer algún procedimiento. Él sufrió -al menos él no decía nada-. Él tuvo amenazas, la de 'Chícharo' es clara, le dijo 'te voy a matar' alguna vez, eso se sabe, no prosperó, murió antes, pero en el Brasil no en absoluto. Al menos él no nos decía eso, pero acá ya lo venían siguiendo, incluso el día del casamiento, de ida de la iglesia al hotel del Paraguay, se le interceptó un vehículo en la bocacalle, que luego pasó desapercibido y antes también hubo un atropello. En el libro yo narro eso, que fueron como unos beodos, borrachos, atropellando el portón de la casa donde él vivía, en Choferes del Chaco, que él salió y parece que volvió a entrar porque se dio cuenta de que era peligroso y eso pasó desapercibido unos meses antes, pero no precisó en qué fecha exactamente. Él no me contó, era muy prudente, él no hablaba. Él sabía que podía haber peligro.

-¿Por qué siendo que las autoridades paraguayas aparentemente conocían del peligro que corría, no se dispuso una medida de seguridad para él, siendo que pertenecía a una elite del Ministerio Público, que era un fiscal que pertenecía a la unidad de lucha contra el crimen organizado?

Él era quien encabezaba la unidad especializada de lucha contra el crimen organizado, era la punta de lanza, el buque insignia, pero el Estado qué podía hacer, el poder político qué podía hacer, ¿ponerle custodia? Si él pedía, dos o tres personas le iban a poner, pero él nunca anduvo con eso, apenas un guardia se iba con nosotros al fútbol, por ejemplo, le manejaba el vehículo.

-Eso comúnmente en un Estado serio, ¿se hace de oficio sin que el fiscal pida?

Puede ser que en el caso de que él en su viaje de bodas, donde fue de luna de miel, en Colombia o donde sea, estoy seguro de que, si él le decía a la fiscal Sandra 'quiero un guardia', le iba a poner, yo creo, pero quién va a pensar que iba a ir de paseo otra vez cuidado de guardianes... a lo mejor les mataba a todos también. La mafia te barre todo. No podemos culparle a ningún poder político. Desde mediados de siglo ya había drogas en el Paraguay, nadie sabe eso y yo voy a contar lo que escuché. ¿El 7 de setiembre de 1960 saben lo que ocurrió? Explotó un avión de Aerolíneas Argentina, que hacía vuelo creo a Estados Unidos y tenía escala en Buenos Aires. Ese explotó a media o una hora de partir de Asunción porque conducía a un señor Ladislao Sol que creo era un húngaro o yugoslavo que tenía fotografías sobre la calle Mariscal Estigarribia, entre Yegros, Iturbe, por allí, y llevaba a la DEA los informes del tráfico de drogas acá en esta zona, en Paraguay y en toda la región. Por eso explotó el avión y murió gente inocente. Pregúntele a la Dra. Gilda Burgstaller, que perdió a su padre y madre en ese accidente y que me dijo muchas veces en el Palacio de Justicia, 'yo odio a los narcotraficantes porque me quedé huérfana por culpa de ellos'.

Se le atribuyó ese atentado al hermano del que era poderoso ministro de la época de Stroessner, Edgar Insfran. Walter Insfran, se dijo que estuvo involucrado en el asunto. Dijeron también que se autoeliminó él mismo. Esto viene de antes, después vino lo de Ricord y otros en el 80. En los últimos 15 o 20 años se volvió peor, se incursiono mucho más, ahora en la capital. En distintas partes del Paraguay ya tenemos eso y en Argentina ni que decir. Rosario es un desastre con el narcotráfico.

Un libro sobre la historia de vida del fiscal Pecci

-Usted escribió un libro sobre la historia de vida del fiscal Marcelo Pecci. En líneas generales, ¿cuál es su contenido?

Tiene 210 páginas, narrando todo lo que fue su vida, desde que nació, los diversos aspectos. Este es el libro que se está distribuyendo gratuitamente, para que el pueblo paraguayo y todos los que accedan sepan la vida de este chico maravilloso. Yo lo conocí desde que nació, lo crié, yo lo formé a ese chico, porque su madre tenía otras actividades, aquí, allá y yo a pesar de mis actividades en el Poder Judicial, anduve con mis hijos. Con Marcelito anduve mucho, fue un chico que no me dio trabajo, fue un chico ordenado. Una vez me dijo en los últimos tiempos, 'no voy a entrar más a tu escritorio papá hasta que ordene', porque estaba desordenado mi escritorio, pero eso es un detalle de este chico que resultó ser un patriota. Quedó para la historia. Y nosotros con la tristeza tremenda de que fue asesinado por un balazo. Ni se dio cuenta él, según la viuda que estaba con él en la playa... el ultimo día ya, estaba por regresar al aeropuerto, ni se dio cuenta. Fueron certeros balazos de los sicarios. Los sicarios ya declararon, prácticamente la justicia colombiana está pronta a aclarar bien todo.

-¿En cualquier momento se llega a saber quién es el autor intelectual?

Sí, desde luego, se va a lograr muy pronto probablemente eso, a ver quiénes de acá o donde sea fueron culpables o quién ordenó. Porque según dicen parece que es de acá el tema o relacionado con gente de acá. Yo no puedo aludir a nadie, pero de cualquier forma claro que se va a aclarar alguna vez. Yo digo, bien, se encontró a los culpables que lo mataron, ¿y qué? El chico ya está muerto, ya no resucita, murió. ¿Para nosotros que es? ¿Un consuelo? No hay consuelo.

-¿Cuál es el objetivo fundamental del libro que escribió?

Contar su historia de vida. Porque allí cuenta la historia de vida de un hombre, que es asesinado y se convierte en un mártir de la justicia paraguaya, en un héroe, como hay héroes en el campo militar a través de las asonadas, y las guerras que tuvimos. Paraguay tuvo una guerra desastrosa, que fue la Guerra Grande contra la Triple Alianza, para mi influida por Inglaterra según los historiadores y después tuvo la guerra contra Bolivia. Los bolivianos piensan, 'yo leí a escritores bolivianos que sostienen que a ellos les pertenece el Chaco. Se ganó esa guerra, se perdió un poco de territorio. Para qué irnos lejos, tuvimos revoluciones, tuvimos dos guerras civiles'. En el año 1922 las dos fracciones principales del partido liberal se enfrentaron en una lucha cruel que paralizó el país 14 meses y en el año 1947 hubo otra guerra civil, y todo eso, imagínese lo que sufrió este país, y aun así está progresando.

Alguna vez vendrán otras épocas, donde tenga mayor capacitación el pueblo paraguayo. Aquel país que tenga a su pueblo con incapacidad o con poco saber y descuidada su salud, poco prospera. Los países que más progresaron en la historia del mundo son aquellos que han cuidado, que han hecho mucho por la capacitación y por la salud de su pueblo. Cualquier persona física con capacidad, con conocimiento, y salud puede ir adelante. Es así. Y aquí en América hay países que están mejor que nosotros, Uruguay, creo yo, Chile; Argentina más o menos, se vino abajo por malos gobiernos en los últimos tiempos, y Brasil es un país muy poderoso.

-¿En qué fecha y lugar será presentado su libro?

Ese libro va ser oficialmente presentado el martes 30 de mayo a las 6 de la tarde en el Quincho del Club Guaraní, en la calle 1811 entre Avenida Eusebio Ayala, a media cuadra de esta Avenida. ¿Por qué allí? Porque fue su segundo hogar, porque él fue directivo del Club Guaraní diez años, y él amaba el club y las veces que podía iba, para saber las novedades que había. Fue un enamorado de lo deportivo, así como jugó mucho tenis, tuvo afición por los aviones, jugaba fútbol como cualquier otro. Jugó basketball, manejó los tiempos, de su trabajo, de sus estudios, su vida romántica y la actividad deportiva, no solamente haciendo deportes sino participando. Llegó a ser un excelente dirigente. El Club Guaraní ayer, antes del juego que jugó con Nacional, se descubrió la placa donde está la gradería con el nombre de Marcelo.

-¿Cuál es el mayor legado que Marcelo Pecci nos deja a nosotros y a las futuras generaciones, según usted como padre y ciudadano?

Para mí la tristeza es inmensa. Viviré, pero con el dolor que nunca se acaba, pero tengo una hija y un hijo, que con ellos sufrimos mucho, los familiares y amigos, todos sufren, qué vamos a hacer... él deja un legado que en el futuro se sabrá o no se sabrá.

Necesitamos muchos como él en distintos puestos. Pero cuando la política es corrupta o corrompida en general, hablo de cualquier partido, de cualquier ideología -yo no hablo a favor ni en contra de ninguna cuestión política ni mi hijo tampoco-, esto queda como ejemplo para gobernantes futuros. Pero el que es torcido no lo para nadie, solamente quiere el dinero y la mafia. Hay muchos buenos también. Hay algunos sinceros que quieren servir a la patria, pero la mayoría se introducen en la política para beneficiarse o para llenarse los bolsillos, aquí y en otras partes también. Hay que ser sinceros, a mí me han dicho muchas veces, 'me gusta como hablás porque decís las cosas como son', y me pueden matar a mí también. Qué pierde el país si me matan a mí. Soy viejo ya.

-¿Recuerda alguna frase que su hijo soliera manifestar o algo que más le preocupara en su trabajo?

Cuando escuchaba comentarios de alumnos, de universidades donde enseñé, le decía a mi hijo, ‘¿no será mejor que se de libertad de venta a estas drogas nocivas y peligrosas, como ocurrió con el alcohol en los años 20 o 30?’. ‘No papá’ me dijo, ‘va ser peor'. '¿Te parece? Si se quita el negocio a los que venden a escondidas esa porquería que envenena y mata a tantos'. ‘No papá, va ser peor’. Él no tuvo miedo. Él quedó como una gloria para el Paraguay, adorado por la gente del Colegio San José, que fue su Colegio, y ni que decir por la gente del Club Guaraní y en la Fiscalía. En el Ministerio Publico hay algunos fiscales buenos, les cito: Sara Torres, Luis Piñanez, Isacc Ferreira, Alcaraz, entre los que recuerdo que son los que valen y los demás no puedo hablar mucho de otros; ha habido buenos, pero hay muchos que no sirven. Doña Sandra pasó a la historia como una más, según comentan, y conste que no le hizo nunca daño a Marcelo, ni Marcelo se quejó de la doctora Quiñonez.

Foto: Antimafia Dos Mil / Omar Cristaldo