Un muy revelador libro de Samuel Blixen y Nilo Patiño

Uruguay y la región necesitan, casi desesperadamente, comprender ciertas lógicas de poder que se esconden detrás de hechos políticos, sociales y económicos que atravesaron también la dictadura cívico-militar, y que repercuten hasta hoy día. Intrigas Cruzadas: mafia y terrorismo en las Fuerzas Armadas, escrito por Samuel Blixen y Nilo Patiño, es un valiente intento de ponerle nombre a intereses non sanctos, y muy sui generis, que se escondieron entre la violencia generalizada de los años duros, y se valieron de esta para propagarse.

“Este libro pretendemos que haga un aporte al conocimiento de algunos aspectos, hasta ahora ocultos del proceso militar, sobre todo lo que tiene que ver con la conjunción que tiene que ver con represión y corrupción. Dos aspectos que se dieron simultáneamente y sobre los que nunca se habla, mostrándolos en su bipolaridad”, nos dijo Blixen al finalizar la presentación oficial del libro, que lleva el sello de Ediciones Brecha.

Blixen, que habló también en nombre de Patiño, dijo durante su ponencia, que “el libro es producto de un trabajo de investigación, de análisis, de una sociedad que es más que la suma de nuestras dos individualidades (…). Está basado en una serie de documentos, muchos de ellos de origen militar, que fueron producto de los pedidos de acceso de la información que hicimos y que el ministerio de Defensa respondió favorablemente. En algunos casos, en algunos temas, el ministerio dice que no encuentra las cosas. En todo lo que tenga que ver con las desapariciones, hemos sido rebotados (…). Tal es el caso de los archivos de inteligencia del OCOA (…). Estos elementos ofrecen información fundamental que debidamente insertada en lo que ya conocemos del asunto, ofrece explicaciones nuevas sobre algunos aspectos oscuros de la dictadura. Yo tengo la convicción de que la documentación esta, y en ese sentido debemos reclamar que haya una voluntad política para que la documentación salga a la luz. Es una lucha que hay que dar, porque si los documentos están, están las historias”.

“En todo el proceso de la dictadura -dijo el autor-, hay una permanente lucha interna por el poder entre dos facciones, por un lado, una mucho más coherente desde el punto de vista ideológico que eran los Tenientes de Artigas, que no han desaparecido, y que han logrado transformarse en una expresión política. Por otra parte, hay otra constante -que alguien debería tomar la posta para investigar-, y es la que desde febrero de 1973 existió bajo la posibilidad de una fórmula de generales con políticos. En mayo de 1974, el comandante en jefe del Ejército, Hugo Chiappe Posse pretendía junto con Jorge Batlle, hacer una movida para establecer un gobierno cívico militar. Esa situación, implicaba que el general Gregorio ‘Goyo’ Álvarez, junto con Carlos Julio Pereira- según proponían algunos dirigentes blancos-, podía ser la formula en el 74. Se reitera en el 76 y también en el 78. En muchas ocasiones, esa posibilidad, esa salida, esa solución mediada con los políticos, exacerbaba las contradicciones entre los grupos militares y la solución era -una hipótesis que nosotros planteamos en el libro-, que cuando se llega a una situación de ruptura, a una contradicción que se tenía que resolver si o si, los militares no actuaban en contra de ellos mismos, sino que generaban situaciones políticas abruptas que derivaban en la correlación de fuerzas. Soluciones abruptas como la muerte de Héctor Gutiérrez Ruiz, y el caso del intento de descabezar el Partido Nacional en 1978, con el envenenamiento de un vino que debían tomar Pereira, Mario Heber y Luis Alberto Lacalle”.

Intrigas cruzadas, es un aporte esencial para el entendimiento de estos grupos de poder que, atravesados por una obediencia transnacional, se infiltran en el entramado institucional y civil de los países, operando bajo lógicas mafiosas, y que desde estas páginas, haciéndonos eco de los magistrados italianos, hemos definido como sistema criminal integrado. En este sentido, Blixen, en diálogo con Antimafia Dos Mil, nos dijo: “Yo diría que hemos superado las logias. Ahora el asunto de las logias se corresponde a una concepción política, lo que es más grave todavía”.

El encuentro, que se vio enriquecido por la participación de Elena Zaffaroni, Gregory Randall, Carlos Demasi y la moderación de Mariana Contreras, tuvo lugar en la tarde noche del miércoles, en el Aula Magna de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) de la Universidad de la República (Udelar). Un espacio simbólico considerando que el libro es un producto del Proyecto Cruzar, un programa que pretende “sistematizar la información de los archivos del pasado reciente vinculados al terrorismo de Estado y graves violaciones a los derechos humanos”, como se explica en su sitio de internet. Cruzar es un emprendimiento que surge a partir de la necesidad de digitalizar la información que recibió el Grupo Verdad y Justicia, de lo que se conoce como el Archivo Berruti, “que no es un conjunto ordenado de documentos, y que incluye tres millones de fotos de microfilm”, como explicó el ingeniero Randall, quien es una de las autoridades de la Facultad de Ingeniería de la Udelar, que trabajan codo a codo con la FIC y con el apoyo de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos en la digitalización de estos documentos. “Cruzar tiene por misión no solo producir información sino también democratizar estos archivos y que todos tengan acceso a la información. Para entender lo que pasó. Para entender la historia, hay que abrazar la idea de que necesitamos muchas miradas, diversas, desde muchos lados, desde muchas perspectivas. De ahí vamos a tener un fresco complejo de lo que pasó”, afirmó Randall.

Por su parte, Elena Zaffaroni, en representación de Madres y Familiares, comenzó agradeciendo, fue contundente al considerar que “a pesar de los múltiples indicios de existencia de estos elementos (refiriéndose a los archivos), las operaciones de inteligencia sobre el destino de los desaparecidos no salen a la luz. Pudiendo exigirlas, ningún gobierno lo ha hecho. La omertá se ha sostenido gracias a la complicidad activa o pasiva del sistema político y judicial”. También destacó la importancia de “este año, a cincuenta años del golpe, poner en el centro la práctica mafiosa del terrorismo de Estado encarnado en los altos mandos de las Fuerzas Armadas”. Y en un sentido más amplio reflexionó: “Debería ser un punto especial de estos cincuenta años, el cuestionamiento mismo de la existencia de estas Fuerzas Armadas, en un país numéricamente igual a un barrio de Sao Paulo, pero proporcionalmente tiene una oficialidad mucho más numerosa que la del ejército brasileño”.

Respecto a la actualidad política, Zaffaroni afirmó que “ya no hay vergüenza de coquetear nuevamente con el fascismo y los valores de aquel golpe. En estos últimos años un partido político golpista hizo irrupción y su prédica es cada vez más fuerte, y mientras buscan liberar a los criminales de lesa humanidad, deslizan y defienden que son presos políticos. Mientras, la justicia procesa por atentado a cinco militantes, que acompañaron a nuestro llamado y el de otras organizaciones a la Suprema Corte de Justicia a protestar por el traslado de la jueza Motta. Este es el momento donde la investigación del pasado nos ayuda a comprender”.

El historiador Carlos Demasi, fue quien se adentró netamente en el contenido del libro que permite tomar una “dimensión de la corrupción”. Corrupción salpicada por la violencia de aquella “libertad vigilada”. En este sentido el historiador recuerda una serie de homicidios y crímenes que estaban vinculados a intereses económicos y predatorios de algunos miembros de las Fuerzas Armadas, como el vicealmirante Hugo Márquez o el capitán de navío Jorge Nader, así como también el general Vicente Queirolo. “En este libro aparecen una serie de situaciones muy interesantes que tienen que ver con la creatividad de las fuerzas de represión para robar. Desde, lisa y llanamente, saquear las propiedades allanadas, hasta realizar depósitos fijos en distintos plazos en bancos internacionales. Uno de los crímenes que, hacía especialmente la Marina, y que sospecho no era la primera vez que lo hacía, y que es claro que seguirían haciendo”.

Demasi, siguiendo los parámetros que ofrece el libro, hizo una consideración que intenta reconocer los distintos niveles que operaron en la dictadura: “Si el terrorismo de Estado hubiera sido el efecto de una desviación ideológica, uno podría entender y decir, “son enfermos”, pero cuando el terrorismo de Estado se implica de tal manera con la corrupción ya uno lo ve como un grupo mafioso, ya lo ve como una especie de asociación para delinquir”. Y agregó: “Les ha ido mejor -respecto a las consecuencias- a los corruptos que a los perpetradores. Hay un puñado de perpetradores presos, pero no hay ningún corrupto de la dictadura preso por corrupción”.

Libre acceso a la información, de Blixen a Assange

Una mención aparte merece el comentario del ingeniero Randall que durante su exposición se refirió al periodista Julián Assange, el cual está detenido ilegalmente por haber publicado los crímenes de guerra cometidos por el Ejército de los Estados Unidos durante las invasiones a Irak y Afganistán.

“Tenemos que defender a los que molestan. Samuel es de los que molestan, escarbando y exponiendo. En este sentido quiero hacer un llamado por la solidaridad con Assange, que creó una herramienta informática para dar acceso público a los secretos. Denunció con firmeza la guerra de Irak de la que hoy se cumplen 20 años de un desastre que todavía destruye al Medio Oriente. Assange paga por eso, porque no tuvo prurito en denunciarlo todo. Está pagando ante un silencio ensordecedor de todos nosotros. Nadie está levantando la voz por Julian Assange hoy”. Randall, además, resaltó el doble criterio, y cuando no la hipocresía de “la gran prensa que felicita a todos los que hoy denuncian los crímenes en Ucrania, y son considerados héroes”, mientras que Assange enfrenta una condena a más de cien años de cárcel en los Estados Unidos, en donde hay presos políticos como “Leonard Peltier, que lleva más de 48 años detenido. Debemos luchar por romper los secretos”.

Y en estas últimas palabras del ingeniero, nos afirmamos en el compromiso de buscar la verdad.

Fotos: Antimafia Dos Mil