Hace 22 años el periodista fue asesinado por la mafia paraguaya; sigue impune el mandante

“Le temían porque denunciaba por radio el rollo tráfico, la desigualdad, la corrupción y al narco”

Salvador Medina, periodista a 22 años de su asesinato, está más vivo que nunca, y aun vigila nuestros pasos y nos acompaña siempre en la lucha contra las mafias.

Medina fue asesinado por un sicario al servicio de la narcopolítica, el 5 de enero de 2001. Recientemente puse proa a la ciudad de Luque, y visité a uno de sus queridos hermanos: Francisco Javier Medina, de 58 años, casado, nacido en la ciudad de Yaguarón, departamento de Paraguarí. En esa misma tierra nacieron también sus hermanos asesinados por la mafia: Pablo y Salvador. Francisco, que es el tercer hijo de la familia Medina-Velázquez, me saluda y abraza con efusividad, con un semblante triste y melancólico, pero feliz de recibirme en su casa, agradeciendo con humildad a Antimafia Dos Mil, por recordar siempre la memoria de Salvador.

No debemos olvidar que, si bien el autor material del magnicidio de Salvador Medina fue condenado a varios años de cárcel, hoy ya está libre, pero los verdaderos autores intelectuales ni siquiera fueron procesados, y en consecuencia permanecen impunes. Salvador Medina al igual que su hermano, el periodista Pablo Medina -quien también fue asesinado por la mafia el 16 de octubre de 2014-, fueron pioneros en Paraguay de la lucha revolucionaria contra la mafia, no solo a través de las notas periodísticas que publicaban, sino a través de programas culturales, que buscaban despertar la conciencia dormida de la gente, en relación a las actividades ilícitas del crimen organizado y la mafia.

Hoy, más que pensar que Salvador está muerto, debemos ser conscientes que él está más vivo que nunca, en estos tiempos que ha crecido en el Paraguay la narcopolítica, y los condicionamientos mafiosos al sistema político, electoral, económico y social vigentes.

Hoy, debemos hacer el esfuerzo de enfrentar estos males con la misma pasión, militancia, idealismo y fuerza de Salvador, que prácticamente fue un adelantado, un hombre del futuro, que a pesar de su juventud, pudo demostrar a través de sus denuncias, y críticas, que la mafia se estaba apoderando del Estado y de la sociedad paraguaya, y que si no la combatíamos, de una dictadura militar, autoritaria, como fue la de Stroessner, pasaríamos a vivir bajo una dictadura peor; bajo la dictadura mafiosa, y totalitaria del Estado-mafia.

Al término de este encuentro me contó Francisco, que una de las fotos más emblemáticas de Salvador, donde tenía puesta una remera amarilla, con una camisa a cuadros en el hombro, fue tomada en esta misma casa, en el año 1999, pocos meses antes de su ida a la ciudad de Capiibary (para dedicarse a la docencia y al periodismo radial en el 2000) en la que pocos años después lo sorprendería la muerte.

-¿Como vive la familia un nuevo aniversario del asesinato de Salvador?

Lo que más duele ahora en este aniversario número 22 es la partida también de mi papá. Ya sin papá estamos en este nuevo aniversario del fallecimiento del malogrado hermano Salvador. Es muy triste para nosotros, sabemos que llegamos a la justicia solamente en un 50 por ciento. Como es de público conocimiento fueron sentenciados solamente los autores materiales, en este caso el único culpable declarado fue Milciades Maylin, y terminó ahí la investigación. Nunca más a partir de ahí se llegó a investigar más, ni hay ni siquiera una intención saber realmente quienes fueron los autores morales del asesinato de Salvador.

-¿Ustedes han realizado nuevas acciones a través de un abogado, como familia, para poder conocer a los autores intelectuales de su crimen?

Nunca más nosotros pusimos un abogado por el tema de que no teníamos solvencia económica. Mi papá era un agricultor y además también tuvimos otro percance muy triste, la muerte de Salomón Medina (hermano, ndr), apenas dos años después y posteriormente casi nueve años, la partida de Pablo también. Todo eso influyó, a pesar de que intención siempre existió; pero repito, fue por una cuestión económica que nunca pudimos investigar para conocer quienes estuvieron detrás de la muerte de Salvador.

-¿Cómo ve la sentencia de la Corte Internacional de Derechos Humanos, que dijo que el Estado paraguayo es responsable por el homicidio de Santiago Leguizamón, a quien responsabiliza por ‘violación de los derechos a las garantías judiciales, protección judicial e integridad personal de la esposa, hija e hijos del Señor Leguizamón Zaván’?

Yo tomo de una manera muy positiva que la Corte se pronuncie a favor, de un crimen que ocurrió hace 31 años y que nunca el Estado se preocupó de investigar correctamente. Ni siquiera en el caso de Santiago Leguizamón se encontró a los culpables materiales y mucho menos a los autores intelectuales. Desde mi punto de vista es un avance muy significativo y ojalá que el Estado paraguayo cumpla la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Me alegro profundamente por la familia Leguizamón y ojalá también alguna vez se pueda llegar también a investigar más acerca del crimen de Salvador Medina. Ojalá que también alguna vez se lleve a una instancia superior, más allá del Estado paraguayo, para que se pueda llegar a una misma situación de responsabilidad estatal en el caso de Salvador.

-¿Es posible que la familia Medina busque alguna reparación por haber perdido, no a uno, sino a dos integrantes de la misma forma?

Son tres Jorge de la misma forma. Sinceramente mi papa falleció antes de que se cumpla ese sueño; siempre soñaba que alguna vez pueda recibir algo del Estado. Por ejemplo, en el caso de ABC Color nunca le acompañó de cerca a mi papá; esporádicamente ellos se acercaron a la familia, nunca tuvimos un acercamiento de primer nivel desde ABC Color. O sea que siempre fue muy tímido el acercamiento. Mi papá falleció, y mi mamá como ustedes saben, también murió noventa días después del tercer hijo asesinado. Primero le tocó el turno a Salvador, después a Salomón y después a Pablo. Y mamá murió con un corazón herido sin ver la justicia. Solamente vio la justicia de Salvador, acerca de la condena del autor material y después nunca más. Ojalá que alguna vez haya por lo menos mínimamente una reparación o que también se lleve a instancia superior como lo mencione, en este caso la Corte Interamericana de Derechos Humanos se pronunció a favor de Santiago Leguizamón, yo sé que ellos trabajaron muchísimo, no habrá sido fácil para ellos llegar a esta conclusión. Estoy contento con ellos y ojalá alguna vez de alguien podamos recibir también nosotros una similar ayuda.

-Francisco, ¿qué es lo que más te impresionó de la vida de Salvador como persona y como luchador contra la corrupción y la mafia?

Siempre Salvador fue una persona distinta a la gente. Él siempre en su época de estudiante, además que tenía inteligencia, era un joven que amaba mucho la lectura, él en cualquier parte lo veías con un libro en mano, ya sea la Biblia y cualquier otro material que se tratara para leer, era un amante de los libros y además que él tenía un espíritu altruista, cosa que hoy en día hay poquísima gente que tiene ese espíritu. Él era una persona que quería el bien común, el bien de todos y siempre era un soñador, no era una persona muy charlatana, no era una persona que pecaba de sabelotodo, él hablaba solamente de temas que sabía, de temas que entendía y más le preocupaba el tema de la desigualdad y tal es, que escribió algo un poco paradójico, vamos a decir, porque él creía en Dios, él tenía fe en Dios pero en ese escrito hacía preguntas a Dios, sobre la desigualdad que existe en el mundo: 'si él tiene ese poder, si él es omnipotente ¿por qué permite todo eso?'. Esa era la pregunta que él en forma personal le hacía a Dios y eso es algo llamativo para mucha gente. Y ahora van a decir que él no creía en Dios, pero sí él no era ateo, tenía mucha fe en Dios, pero solamente esa pregunta él la lanza a Dios porque así es la desigualdad que tenemos y la desigualdad pues siempre nace, acarrea pobreza. Esa pobreza, que la detestaba. La pobreza, él veía ricos, muy ricos disfrutando de cosas maravillosas mientras que al extremo habían muy pobres, pero esas son cosas que le preocupaba, trataba de solucionar y yo creo que eso fue el detonante , porque desde la radio él no se mantuvo en el silencio, desde la radio él decía su inquietud y yo digo que ese fue el motivo, el detonante para que el poder de la mafia, el poder de los criminales tomaran esa decisión de sacarle a tiempo, vamos a decir antes que él llegara a crecer, porque imagínese esa clase de persona que llegara a crecer y que llegara a enseñar a varios otros seres humanos cómo sería el mundo. Porque él por dentro quería revolucionar este mundo tirano en que vivimos.

-¿Le preocupaba especialmente la falta de justicia en el Paraguay?

Muchísimo le preocupaba, porque no es que se lo guardaba por dentro, sino que esa preocupación la transmitía a través de la radio Ñemity (Sembrar), que ahí denunciaba el rollo tráfico, y los clanes que había ahí en aquella época; él lo sabía, lo señalaba con el dedo: el rollo tráfico, la desigualdad, la corrupción y también a los narcos con el tráfico de drogas.

-¿Puede entonces considerarse el asesinato de Salvador Medina, lo que se llama en términos mafiosos, una muerte preventiva?

Totalmente de acuerdo, es una muerte preventiva, es una muerte que ellos querían cortar por lo sano, como se dice, para que puedan trabajar de forma tranquila porque sabían la intelectualidad de Salvador y conocían de todo, además que ocurrió algo llamativo, a él le mataron un día viernes y la radio misma, que fue intervenida por un grupo igual que él, luchador, él iba a asumir como director de la radio el lunes y a él le mataron el viernes, todas esas cosas se tienen que hilar alguna vez para que se pueda llegar al autor intelectual.

-¿Se puede decir que Salvador fue traicionado, que hay sospechosos en la propia radio que podían ser autores intelectuales de su asesinato?

Hay que reconocer que Ñemity era una radio comunitaria, pero no funcionaba como tal. Encabezado por el propio Salvador, un grupo veía que la radio comunitaria no funcionaba como tal, sino que más bien funcionaba como el yo-yo de los capos mafiosos de ahí. Entonces él tomó con un grupo de personas decentes, la idea de intervenir esa radio. Por lo tanto, fue intervenida esa radio y mientras duró la investigación, ese grupo de personas le señalaron, eligieron a Salvador para que sea el presidente de la radio mientras dure esa etapa de investigación, entonces, ¿qué pasó? Le mataron un viernes, y hay muchísimas cosas, porque además también desde la radio él pregonaba de que estas cosas hacían daño a la sociedad. Muchas cosas, como ya dije anteriormente, él denunciaba de todo, entonces imagínate si él se sube como presidente de la radio, que ahí iba a tener mayor poder y de ahí en más iba a ser mucho más complicado para él, por eso ya dijimos que lo mataron de manera preventiva.

-¿Qué te parece Francisco, estos últimos asesinatos del 2022, no es un año también muy grave para el Paraguay? Porque con la muerte del fiscal paraguayo en Colombia, el fiscal anticorrupción, Marcelo Pecci, hubo el asesinato en Pedro Juan Caballero también del exintendente José Carlos Acevedo y del periodista Humberto Coronel que golpeó a todos los medios de comunicación, a toda la prensa, ¿cómo tomaste estos tres hechos gravísimos?

Y no me es sorpresa, eso sí, no me es sorpresa, porque vemos, palpamos que desde el gobierno no hay intención de combatir el crimen organizado y si no hay intención y no hay ese esfuerzo para combatir contra este flagelo, entonces veo que va a ocurrir en el 2023 y por los siglos de los siglos, va a seguir ocurriendo, sobre todo, si desde el Estado no se toma una medida; mientras no se haga una lucha frontal contra esto, seguiremos presenciando más víctimas. Yo hasta ahora tengo miedo de mi otro hermano que está en la zona roja, Gaspar. Hasta ahora tengo miedo porque son tres, lo tengo con mucho miedo a él y va a seguir ocurriendo. Acá por ejemplo le matan al fiscal, lo apartan a usted doctor Figueredo, un hombre que trabajó con transparencia durante 19 años. A esta justicia que tenemos no le interesa, no le interesa si una persona tiene familia, para ellos no existe familia, no tienen comprensión más que si uno no está alineado. Dentro de ese círculo es difícil trabajar, apartar a esa persona es lo más leve que ellos pueden hacer, en este caso lo apartaron a usted Figueredo porque desde la revista Antimafia denunciaba muchas cosas. Y posiblemente toca el avispero de los grandes mafiosos y tal vez el caso de Pecci es la misma cosa, o sea que a él le mataron, otros fueron apartados y muchas de las personas decentes van a seguir apartadas de este grupo criminal que maneja nuestro poder y acá solamente no está metido un solo poder, no es solamente el poder Ejecutivo, acá están metidos todos: la policía nacional está metida hasta la mata y también las fuerzas armadas se apartan de su rol que es defender la integridad territorial de la república, los jueces dejan mucho que desear y el parlamento, el poder legislativo sí que es una basura, es una basura total, ahí están todos los ladrones, no son ladrones chespirito, los ladrones chespirito te roban mil, dos mil, ahí ellos roban millones, o sea que son ladrones profesionales que están en el poder, que se visten de corbata y dicho sea de paso se consideran los hombres honorables entre comillas.

-¿Cómo ves a la juventud de hoy? ¿La ves luchando con Salvador?

Lo que más duele es que no hay renovación. La juventud hoy en día solamente quiere la plata fácil, ni siquiera tiene ese espíritu revolucionario, no tiene ese espíritu de luchar, de salir adelante, de defender cosas que se están haciendo mal, nunca; esta juventud de hoy, jamás va a poner el pecho, jamás van a hacer la muralla.

-Pero hay un grupo de jóvenes, que está luchando, inclusive en Paraguay, por ejemplo, los jóvenes del movimiento cultural internacional Our Voice (Nuestra Voz), que a nivel latinoamericano y mundial están luchando a través de la cultura, por una revolución cultural. ¿Cómo ves eso?

Ojalá que Our Voice, por ejemplo, se ramifique más; yo tengo esperanza que va a crecer. Ojalá que encontremos más jóvenes con ese espíritu de luchar, porque cuando uno va a luchar, porque siempre tiene que renunciar a muchas cosas, a muchas cosas, se tiene que renunciar para luchar a favor de otro, para luchar a favor de la sociedad. Y veo, por ejemplo, allá en Capiibary, veo que, allá en Curuguaty, no hay una figura nueva, porque todos tienen temor.

-¿Qué mensaje le puedes dar a los jóvenes latinoamericanos y a nivel mundial, como hermano de una víctima de la mafia?

Y bueno, no es fácil, pero también los jóvenes deben abrirse más y tratar de no alinearse con la mafia, tratar de apartarse de eso y encarar una vida legal, una vida con honestidad; buscar la igualdad social que tanto pretendemos. Y no se den por vencidos, porque como vemos a través de la historia, los imperios se derrumbaron a través de las organizaciones y en manos de los jóvenes está que el mundo pueda cambiar, no solamente mi Paraguay querido, sino que el mundo entero puede cambiar a través de las organizaciones y no permitir que esta situación siga, así como está.

Fotos: Antimafia Dos Mil

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