La jueza investiga si Los Copitos recibieron dinero para asesinar a la vicepresidenta

Por Antimafia Dos Mil-29 de setiembre de 2022

La expansión de la investigación a partir del círculo primario en torno al pistolero Fernando André Sabag Montiel, Los Copitos, y el cruce de llamadas, comienzan a dar indicios de la presencia de instigadores externos al grupo, a partir de la hipótesis de que el crimen fue por encargo. En horas de ayer, miércoles, los abogados de Cristina Fernández de Kirchner, Marcos Aldazábal y José Manuel Ubeira, presentaron un escrito, ante la jueza María Eugenia Capuchetti, pidiendo que se investigue la pista económica.

¿Crimen por encargo?

Algunos días atrás, la vicepresidenta, durante su descargo en la causa Vialidad, alegó “que nadie puede pensar que esa banda (Los Copitos, ndr.), planificó o ideó la autoría intelectual de lo que me hicieron”, dejando en claro, las sospechas sobre alguna ‘mente refinada’, como diría Paolo Borsellino, detrás del fallido atentado. CFK, también aprovechó para remarcar el filo político en la defensa de uno de los detenidos, Gabriel Nicolás Carrizo, quien está siendo defendido por abogados vinculados a funcionarios del macrismo. “Eran asesores de un senador de la Nación, alguien que se sienta a 20 o 30 metros míos. La asesora de otra diputada... Me siento un tanto en estado de indefensión”, dijo Cristina.

El escrito presentado por Aldazábal y Ubeira, cumple con las características de reserva impuestas por el secreto de sumario decretado por la jueza; así mismo parte de ese contenido fue publicado por la agencia de noticias Télam, donde se destacan una serie de mensajes e insinuaciones económicas particularmente alrededor de Carrizo, que está considerado como el jefe Los Copitos. Uno de los contactos de Carrizo bajo sospecha fue identificado como Joana Daniela Colman.

‘Joa’, como figura en los grupos de whatsapp de Carrizo, según declaran las fuentes de Página/12, parecía tener mayor capacidad de análisis y de autoridad. “Yo la única información que sí puedo dar es que Fernando -dice Joa, refiriéndose a Sabag Montiel- estuvo totalmente negado a declarar, se le otorgó una... un abogado privado, no lo quiso. No lo quiso recibir tampoco, después por otra fuente sé que lo hizo por plata, por acomodo, así que el chabón en cuatro años ponele que sale y sale re acomodado mal eh… a ver, como les vuelvo a repetir, uno por plata se vende, ¿sí?”.

Ya el hecho de que contemplara un tiempo de pena determinado (4 años), es de por si notorio, y podría ser una ventana para esclarecer el tipo de atentado que estaban programando, considerando que la pena para el homicidio en grado de tentativa es de 5 a 10; mientras que la pena por homicidio simple es de 8 a 25 años. Joa continúa su mensaje diciendo: “Pero si, si los nombro a ustedes, eso si así que fíjense bien… y no solo a ustedes cinco porque nombro a más personas, fíjense bien”.

La jueza Capuchetti había convocado a Joana Colman al tribunal para prestar su declaración en condición de testigo, pero esto quedó suspendido; la razón sería un recurso presentado por los abogados de Cristina, que piden que Colman sea considerada como imputada y contemplada en la misma categoría que el resto de los cuatro detenidos que tiene, por ahora, la causa.

“Un agente de la DEA de cuarta categoría”

Otras de las conversaciones que están siendo peritadas, son la que mantuvo Brenda Uliarte, la novia del pistolero, con un tal David. “¿Sos poli de la DEA? -pregunta ella-. Tranqui no le cuento a nadie”. “No digas nada, ja -contesta él-. Paso Informes e investigo narcos pesados, nada más. Hace muchos años. Hago espionajes y se los paso a la Embajada de los Estados Unidos. Nada más”.

Pero en el juzgado, según informó Página/12 “afirman que es un Marcelo D’Alessio de cuarta categoría. Básicamente un consumidor de prostitución”. Marcelo D’Alessio -quien hace años se presentaba en los medios como un abogado especialista en narcotráfico y que se sospecha bajaba información de la DEA que aportaba directamente a Patricia Bullrich, entonces ministra de Seguridad de Macri-, está siendo investigado por la justicia, por organizar una serie de extorsiones a empresarios, donde estaba involucrado uno de los magistrados históricos al servicio de Mauricio Macri, el fiscal rebelde, Carlos Stornelli.

Celeridad

La querella de Cristina, exige al tribunal celeridad en las investigaciones, y es entendible puesto a la gravedad del caso y a los antecedentes históricos respecto a la neblina que empieza a cubrir las causas judiciales que se dilatan mucho en el tiempo. Se pierden pruebas, se borran memorias, se mueren testigos. Una prueba de esto, es que hasta el momento el intento de homicidio de una vicepresidenta, y en particular de la figura política más destacada de la región, sigue siendo considerada por el tribunal como una ‘tentativa de homicidio’ carente de sentido político, ajeno al Lawfare que sobrevuela al continente.

Por ahora, Los Copitos, no revelan una gran estructura, pero está claro que hay indicios suficientes de que alrededor operaron grupos de odio y formación política radicalizada, que en un clima de época signado por el ascenso del fascismo en Italia, nos alerta, a los argentinos, pero también a los latinoamericanos, que hay ciertas épocas a las que mejor no volver.

Dados los acontecimientos que surgen de las intricadas y complejas -y controvertidas- investigaciones, es que si alguna vez desde esta redacción hablamos que el atentado fallido no era más que la punta del iceberg, no nos equivocamos, y decimos otra vez, que lo que pasa ahora es que gradualmente ese iceberg se va visibilizando.

Sorpresas mediante.

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*Foto de portada: Wikimedia