El agradecimiento a Dios sobrevino en encuentro este lunes con curas villeros y otros religiosos

Por Jean Georges Almendras-15 de setiembre de 2022

Dos noticias impactaron a la sociedad argentina en las últimas horas. La primera -siguiendo un orden cronológico- es que Cristina Kirchner, a través de un llamado telefónico al 911 -desde La Plata- una voz femenina advirtió que estaba amenazada de muerte; y la segunda, que la vicepresidenta en una reunión en el Senado, con representantes religiosos -curas villeros y de opción por los pobres- dijo emocionada que sentía estar viva “por Dios y por la Virgen” aludiendo al atentado fallido del pasado día 6 de setiembre.

Sin ningún recato, o más aún, crudamente, las dos novedades hicieron eco entre los argentinos, en medio de una mediática y compleja investigación judicial y fiscal, en torno a un hecho que conmocionó al país entero y al mundo.

Sobre la amenaza de muerte, la prensa local no escatimó detalles.

Este lunes pasado, en horas de la tarde, a través de un llamado telefónico a la emergencia 911, procedente de la ciudad de La Plata, una voz femenina profirió la intimidación verbal. Acusándose recibo de la comunicación se iniciaron las investigaciones de rigor para determinar la identidad de la persona y el punto exacto desde fue realizada la llamada. Al cierre de esta edición estos dos aspectos aún no estaban resueltos.

Lo que sí se resolvió, casi de inmediato, por parte de las autoridades, fue dar cuenta de lo ocurrido a la jueza federal María Eugenia Capuchetti, quien tiene en sus manos la causa del atentado fallido, y ella -diligentemente- dispuso que se reforzara la custodia de la vicepresidenta, decretando decididamente el secreto del sumario.

El llamado, según trascendió, hablaba literalmente que había intenciones de matar a Cristina Kirchner y el anuncio, que no fue tomado a la ligera por la magistrada, la obligó a encarar con su equipo de trabajo y con quienes corresponde, el tema de la seguridad personal de la segunda en el mando, del Gobierno nacional.

El mismísimo ministro de Seguridad, Anibal Fernández, dijo, por ejemplo: “Ninguna cosa se debe minimizar porque si no así es como después uno empieza a preocuparse por las cosas que no hizo cuando debería haberlas hecho”.

En tanto se vienen cumpliendo las actuaciones judiciales, que ya derivaron en la detención e imputación de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, ambos pareja, que estarían seriamente comprometidos, la magistrada recientemente amplió el abanico de indagados y en consecuencia ordenó la detención de una mujer presuntamente involucrada en la trama que organizó el atentado fallido contra la vicepresidenta: nos estamos refiriendo a una amiga de Uliarte, de nombre Agustina Díaz, a la que Brenda llamó minutos después de que su novio Fernando gatillara el arma. Asimismo, en las últimas horas, la jueza dispuso además la detención de otra persona para ser indagada. Se trata de Nicolás Gabriel Carrizo, amigo de Fernando Sabag, quien es además el supuesto vendedor de copos de nieve que se presentó en una entrevista en Telefe (junto a Brenda Uliarte) y que es considerado líder del grupo conocido como “Los copitos”. Todo lo atinente a la participación de esta persona en los hechos, se viene definiendo a estas horas dentro de un contexto sobradamente complejo. Es decir, la labor judicial procura a brazo partido echar aguas claras sobre un hecho, que, por su naturaleza, es absolutamente intrincado, por donde se lo mire.

Y en este entorno de indagaciones, de idas y venidas (con gran repercusión mediática) en el caso del atentado fallido a la vicepresidenta Cristina Kirchner, precisamente ella mantuvo un encuentro en el Senado con religiosos definidos como curas villeros, o de Opción Por los Pobres, hermanas, laicas y religiosas. Hubo un registro gráfico del evento y fue la mismísima Cristina Kirchner quien lo difundió a través de sus redes sociales.

Con celeridad increíble los dichos de la vicepresidenta, en el encuentro, recorrieron el país y el mundo; casi con similar impacto del momento mismo del atentado fallido. Según se pudo ver en el video la señora Cristina Kirchner, en el despacho del Senado, visiblemente emocionada se refirió el instante en que le gatillaron el arma.

“Quería que mi primera actividad pública sea con ustedes. Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen. Me pareció que, si tenía que agradecer a Dios y a la Virgen, tenía que hacerlo con ustedes”

En la previa, los representantes religiosos le manifestaron su apoyo, con una andanada de oratorias, y como cierre del evento, la vicepresidenta hizo uso de la palabra con las apreciaciones que se consignaron.

Sin duda, el encuentro cerró una etapa, respecto al hecho, desde la visión íntima de la vicepresidenta, centrando lo acontecido a un tema de Fe, el haber salido indemne de la situación. Y esto fue definitivamente removedor para la sociedad argentina. Inédito, y muy claro, de su parte.

Pero lo que sigue sin estar claro es el iceberg que hay bajo el repudiable episodio de gatillar sobre la mandataria.

Que hay un entramado de odios, de intereses, de intrigas y de ideologías que buscar desestabilizar todo a su paso, es innegable.

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*Foto de portada: perfil.com