“¿Qué es la mafia?” preguntó, mientras empuñaba un micrófono frente a decenas de personas nuestro redactor y corresponsal especial desde Rosario, Argentina, Alejandro Diaz. Un compañero comprometido y formado en la historia de la mafia italiana, y en las conexiones que estas organizaciones tienen con entramados criminales que operan aquí en Latinoamérica y la región. Un compañero que, en representación de nuestra revista, tomó la palabra acompañando a los jóvenes del Movimiento Cultural Interseccional Our Voice, que, por primera vez en Argentina, y específicamente en Rosario, salieron a la calle a gritar “Contra la mafia, arte y militancia por una Rosario sin narcopolítica”.

“Antimafia Duemila, tiene ya unos 20 años de trayectoria y hoy en día se está trabajando desde Palermo, desde Sicilia, donde está la cuna de la Cosa Nostra, una de las organizaciones criminales más complejas del mundo, de la historia. Desde allí se está trabajando permanentemente para realizar un análisis profundo sobre lo que significa realmente esta palabra, que este grupo de jóvenes está tratando de revelar a esta ciudad, qué es esa palabra que se llama ‘mafia’”.

“¿Qué es la mafia? ¿Qué es lo que nosotros interpretamos como mafia? Son aquellas estructuras de poder que se infiltran entre el Estado, entre la sociedad civil, entre las empresas, entre todo aquello que es un recurso esencial y necesario para que la ciudadanía funcione. Es un componente parasitario de nuestros pueblos, por decirlo de alguna manera”, explicó a un público joven e interesado en comprender los movimientos de estas redes criminales.

Alejandro Diaz relató en pocas palabras su llegada a la revista, y el proceso de comprensión que hizo para entender por qué era tan importante investigar y denunciar a estos componentes de una mafia globalizada. Él, oriundo de esa ciudad, de Rosario, trabaja en la redacción de Montevideo, sede central de la revista en Latinoamérica, quien comparte a mi lado cada día y se carga al hombro el esfuerzo, el estudio, la responsabilidad, de mantener viva la llama de un periodismo alternativo, de un espacio de comunicación que pretende profundizar lo que a simple vista se da por hecho, o no se ve. Una persona que sostiene, que contiene y que siempre tiene una palabra conciliadora, pero que también desarrolla, investiga, escudriña y crea nuevos entendimientos y vínculos entre temas que aparentemente no se ven, pero que están y forman parte de aquello que queremos comprender, para enfrentar, para denunciar, para combatir desde nuestra trinchera de la redacción.

Y aunque las realidades que intentamos desgranar van más allá de la simple vista, Diaz intenta hacer una relación de temas y espacios, para transmitir al público y especialmente a los jóvenes, la importancia de la antimafia: “A mí me tocó desde muy temprano recorrer la geografía del país y encontrarme en lugares y en puntos que son extremadamente vulnerables, los puntos del país más pobres quizás del país. En esos lugares hay niños que residen en ranchos sin puertas, sin ventanas, en condiciones climáticas extremas. Y a pesar de eso, cuando llegué ahí a una temprana edad, me alegré porque concebí que era imposible que llegara la droga a esos lugares. Pero tiempos más tarde me sorprendí a mí mismo humanamente, y uno de los jóvenes con los que trabajaba en estos lugares me dijo ‘Ale, la droga está llegando también a este lugar’. Y entonces eso me cambió, me rompió algo adentro, y me hizo entender que esto es algo que avanza y que, si no lo entendemos correctamente, que, si no lo podemos desgranar completamente, si no entendemos dónde son los puntos que tenemos que golpear, eso va a terminar complicándonos a todos”.

“En ese lugar, un viejo y querido amigo que se llamaba Raúl Eduardo Blázquez, que fue una de las primeras personas que en la Argentina se animó a decir que acá mandaba en muchos aspectos la ‘Ndrangheta y que los gobiernos y que los mandantes principales de este país tenían esas vinculaciones con esta organización criminal de tipo mafioso originaria de Reggio Calabria. Raúl Blázquez en aquel entonces me dijo: ‘Mirá Ale, podemos estar los próximos veinte años dándole de comer a los chicos, pero esto nunca va a parar si no terminamos, si no entendemos lo que es la corrupción estructural’. Y eso a mí me volvió a cambiar adentro, me generó un nuevo impulso, me generó tratar de entender, tratar de vincularme y de ahí hacia esta ruta que estamos recorriendo a través del periodismo y a través de la investigación”.

“Esta nueva profesión que tratamos de llevar con mi compañero aquí adelante, Nicolás Fernández, y un equipo que trabaja en varios puntos de la Argentina, de Uruguay, de Paraguay, de Chile, tratamos de integrar información para tratar de entender cómo es que este fenómeno regional, transnacional, internacional, opera en distintas formas, y cómo tiene una lógica estructurada que permite que todo eso se segmente en un mismo hilo conductor”.

Alejandro rememoró a uno de los periodistas que para la Antimafia es un emblema, ya que fue un mártir de tantos, por denunciar los vínculos del narcotráfico y la criminalidad con entramados dentro del Estado: “Uno de los primeros lugares, una de las primeras realidades que tuvimos que contactarnos lamentablemente fue con la de Paraguay a través del asesinato del periodista Pablo Medina, un periodista que se dedicaba a denunciar la narcopolítica con todos los puntos arriba de las íes. Un tipo que realmente se entregó en todo sentido, no solamente como periodista, como investigador, sino también como activista social siempre del lado correcto de la vida, siempre del lado de los jóvenes. Todos los jóvenes que hemos conocido en aquellos lugares, en Curuguaty, donde él hacía su desarrollo normal, nos han comunicado siempre lo abierto que estaba su tiempo, su despacho, su oficina, para contestar preguntas sobre la historia, sobre la geografía, sobre cómo funcionaba el trasfondo de esa narcopolítica que tiene sometida al Paraguay desde hace años. Lamentablemente tuvimos que ponernos en contacto con esa realidad, no por una cuestión alegre sino por una tragedia que es la muerte de un periodista, como tantos otros periodistas y activistas sociales que mueren a diario en toda América Latina tratando de revelar a cada uno desde su localidad, desde su lugar, tratando de ascender en este entramado prácticamente triangular que como dice el compañero Carlos Del Frade se organiza desde arriba hacia abajo”.

“Esa realidad paraguaya hoy está dando la vuelta las noticias en los medios de comunicación; genera que haya un flujo de contrabando y de tráfico de drogas que atraviesa nuestros ríos, que atraviesa nuestro querido río Paraná que está a mis espaldas, y viaja hacia las economías del centro de Europa primordialmente, pero también hacia Estados Unidos y otros lugares”.

“¿Quiénes organizan ese gran volumen de droga? ¿Quién tiene la capacidad logística para tener operadores aquí, operadores allá, para silenciar comisarios por aquí, para silenciar diputados por allá, para silenciar presidentes por aquí? Tiene que ser una organización muy poderosa, con mucho peso, con mucho dinero, con muchos intereses”.

Antimafia Duemila y la ‘Ndrangheta

“Los magistrados italianos que son los principales con quienes compartimos actividades en Italia desde la revista Antimafia Duemila con el periodista director y fundador de esa revista que es Giorgio Bongiovanni, con quien hoy en día es caporredactor que es Aaron Pettinari, gente que ha entregado su vida para entender este fenómeno; aquellos jueces y magistrados nos explican, narran, que la ‘Ndrangheta es hoy en día el gran cartel de la droga a nivel internacional y es quien regula todo ese gran mercado de droga que en algún entonces, hace unos cuarenta años atrás quizás lo hacían los cárteles colombianos, quizás lo hacían los cárteles mexicanos, pero hoy en día la ‘Ndrangheta es la que tiene la capacidad de administrar esos recursos, de mover influencias y de acotar situaciones a su voluntad”.

“Por supuesto que no lo vamos a ver caminando a un mafioso vestido de mafioso por la calle, porque no funciona así y todos lo sabemos; sería tonto así considerarlo. Ellos se ocupan de lo grande y dejan que lo pequeño se regule en las calles, y eso pequeño es lo que combate y lucha por los espacios es eso pequeño, que es lo que después logra realidades terribles en los territorios como pasa en esta querida ciudad de Rosario, que está atravesada por la sangre, que está atravesada por la violencia, que lamentablemente tenemos que escribir todos los días crónicas policiales, crónicas negras, diciendo que otra vez volvieron a matar un pibe en un barrio. Por la situación y la circunstancia que fuera, no deja de ser terrible y es una realidad con la que tenemos que convivir todo el tiempo. Entonces cuando hablamos en este país de que tenemos que tener memoria, no es nada más lo que pasó hace cuarenta y nueve, cincuenta años atrás, que no nos tenemos que olvidar por supuesto, sino que tenemos que tener presente que esto es una realidad que nos avasalla y que nos atormenta”.

El narcotráfico en Paraguay

“La noticia del día, lo fresco es que en el puerto de Bélgica se incautaron cinco toneladas de cocaína, que eso no lo llevas en un bolsillo, no lo llevás en un bolso de mano, en una cartera, eso tiene que haber toda una operatividad, una logística que lo coordine. Esa cocaína salió de los puertos de Paraguay, y no es porque sí, y no es de otra manera. Eso pasa todos los días. Y si eso es lo que incautan, ¿qué es lo que sobra?”.

La mafia y la compra de deuda de los países

“Cuando empecé a estudiar este fenómeno y cuando tratamos de entender y cuando mis compañeros en la redacción, como el director Jean Georges Almendras, un periodista uruguayo que tiene más de 40 años lidiando con este flagelo, con este fenómeno, los fiscales de Italia, en particular el juez Lombardo, decían que hoy en día la ‘Ndrangheta está en una posición de adquirir los títulos de deuda de la deuda pública de los países. Y cuando me choqué con esa información, otra vez algo adentro mío se volvió a mover, otra vez algo adentro mío volvió a cambiar. Y creo que en gran parte ese sentido, esa profanación, ese gran flujo, ese poder que tienen estas organizaciones criminales para intrincarse en ese entramado social, eso es lo que hoy en día nos tiene en este punto de la ciudad. Porque podrían haber organizado los jóvenes del Movimiento Our Voice este evento en el monumento, en la plaza San Martín, en alguno de los barrios de los 112 distritos que hay acá en Rosario, lo podríamos haber hecho en cualquier otro lugar, pero lo elegimos hacer acá a los pies de este edificio que está atrás de nuestras espaldas que es la Bolsa de Comercio de Rosario. ¿Por qué? Porque es un símbolo, es un reflejo de todo aquello que pasa y que nosotros a nivel de la tierra quizás no lo logramos ver, pero personas que trabajan en lugares como este, que usan un saco y una corbata deciden por millones de nosotros. Ellos son los que deciden cuánto entra, cuánto sale, cuánto se va, y en el medio a nosotros solamente nos queda el sufrimiento”.

“Por supuesto que no podemos negar toda la realidad que hay en el medio, la corrupción, la infiltración que hay dentro de la policía, no podemos negar que las policías son narcopoliciales. No podemos negar todo eso, lo tenemos que tener presente en todo momento. Es algo que me encantaría desarrollarlo, pero imagino que el resto de los compañeros nos podrán contar de esta realidad, de esta triste Rosario, de esta Rosario que siempre estuvo atravesada por el crimen organizado; porque el crimen organizado no empezó con el narcotráfico y eso lo tenemos que tener en claro. Organizaciones criminales de tipo mafiosa como la Cosa Nostra, la ‘Ndrangheta, la Sacra Corona Unita, la Camorra, tienen 200 años de historia y se fundaron a la par de los Estados”.

“Tenemos que estar atentos, tenemos que empezar a abrir la cabeza a nuevas ideas, a un nuevo flujo de información para entender realmente cómo está operando el mundo”.

Finalmente, agradeció la autoconvocatoria que impulsó el movimiento Our Voice, destacando el esfuerzo y la valentía de los jóvenes, “que le ponen realmente el pecho a las balas, que le ponen realmente el tiempo, su vida, para que las cosas cambien, no por estar subidos a un escenario sino por cambiar realidades, sino por buscar a cada una de las chicas y chicos que viven en esta ciudad, para cambiarles la vida”.

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*Foto de portada: Daniel Salas / Our Voice