Un cargamento de más de cinco mil kilogramos de cocaína fue incautado el pasado martes en el puerto de Amberes, en Bélgica, una de las terminales logísticas europeas más permeables al narcotráfico y a los sistemas criminales mafiosos. Pese a que las sospechas, en un principio, sugerían que la carga habría sido infiltrada en el puerto de Montevideo, finalmente se avanzó sobre la teoría de que el cargamento habría subido en Paraguay.

El operativo, bajo el código ‘Fortius’, fue realizado por un grupo de agentes belgas y holandeses, que detectaron las drogas escondidas en un cargamento de arroz, y que trabajaron compartiendo información sensible con algunas autoridades en Paraguay, producto del trabajo en materia de cooperación policial y judicial que ambos países vienen consolidando.

El fiscal paraguayo Osmar Segovia, explicó a radio Ñanduty, que el cargamento estaba distribuido en cuatro contenedores, los cuales partieron desde el puerto de Caacupemí en Asunción, el 5 de abril, con rumbo a Montevideo, Uruguay, a donde arriba el 11 de abril. Allí los contenedores son trasbordados a otra embarcación, partiendo el 5 de mayo rumbo al puerto de Amberes, arribando el 12 de junio. Según las apreciaciones del fiscal, los puertos en Paraguay no tienen las condiciones necesarias para revisar, correctamente, las cargas que parten del país. Así mismo, todavía no están en condiciones de afirmar en qué momento se “contamino” la carga. Respecto de los propietarios del cargamento de arroz, Segovia dijo, “es una familia tradicional, que nunca estuvo vinculada a un hecho punible, es por eso que todavía no podemos brindar más información”.

Hasta el momento, las fuentes oficiales, tanto en América como en Europa, no han brindado más detalles, contemplando que la investigación aún está en curso.

Es importante destacar que, en Paraguay, en los últimos meses, se realizó la operación ‘A Ultranza Py’, destinada a desbaratar una organización criminal transnacional compleja, que realizaba operaciones vinculadas al narcotráfico y al lavado de activos. Investigación en la cual estaba involucrado el fiscal Marcelo Pecci, que fue asesinado en mayo de este año. Esta organización criminal, según las investigaciones, estaba directamente involucrada en al menos tres grandes cargamentos de cocaína que partieron desde Paraguay hacia los puertos de Amberes y de Rotterdam, en Europa. El primero, el 18 de junio de 2020, cuando fueron incautados más mil kilos de cocaína; luego, casi 11 mil kilos el 2 de abril; y, por último, el 30 de octubre, otros cuatro mil kilos.

La mal llamada hidrovía, continúa siendo un punto de referencia, cada vez más importante, para las organizaciones criminales de tipo mafioso que regentean el tráfico de cocaína a nivel mundial. La necesidad de fortalecer las herramientas de fiscalización, sobre el flujo de mercaderías que por allí transitan, sumados al trabajo de cooperación institucional internacional, es urgente, porque detrás de estas frías cifras de decomisos, están las calientes cifras de asesinatos y balaceras que quedan en las ciudades latinoamericanas.

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*Foto de portada: nanduti.com.py