La Policía Federal de Brasil detuvo al exministro de Educación Milton Ribeiro y a los pastores evangélicos Gilmar Santos y Arilton Moura quienes estaban vinculados al presidente Jair Bolsonaro como sospechosos de operar un esquema de presupuesto en el seno de la cartera.
Esta operación genera un nuevo desgaste a Jair Bolsonaro a tres meses de las elecciones, al debilitar el discurso anticorrupción en la campaña.
En marzo, el presidente había dicho “que pondría la cara en el fuego" por Ribeiro, pero días después el entonces titular del Ministerio acabó destituido.
El pasado 22 de junio, Bolsonaro buscó desmarcarse de su antiguo aliado indicando a la prensa que "él debe responder por sus acciones".
El juez que ordenó la prisión preventiva de Ribeiro indico que la caratulas de la causa serian delitos de corrupción pasiva, prevaricación, delito contra la administración pública y tráfico de influencias.
La defensa del exministro asegura que la actuación policial fue ilegal e irregular. Gilmar y Arilton niegan haber actuado mal a pesar de las acusaciones de la Fiscalía.
En un audio publicado en marzo por Folha de Sao Pablo (diario de distribución masiva en la región), Ribeiro dijo que, a pedido de Bolsonaro, dio prioridad a la hora de distribuir fondos a los amigos de uno de los pastores.
Pero 48 horas después el juez Ney Bello perteneciente al Tribunal Regional Federal de la 1ª Región en Sao Paulo indico: "Compruebo que además de que el acusado ya no forma parte de la Administración Pública Federal, existe una falta de contemporaneidad entre los hechos investigados -'liberación de fondos oficiales del Fondo Nacional para el Desarrollo de la Educación y la Ministerio de Educación para atender la privación de intereses'- presuntamente cometida a principios de este año, razón por la cual entiendo que la prisión cautelar se debe de anular"
Así, tanto el exministro como los pastores recuperaron su libertad a la espera que las acciones judiciales continúen su curso.
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*Foto de portada: twitter.com