Sentimientos encontrados, quedaron en los presentes, luego de la histórica intervención de Our Voice frente al Ministerio Público en Asunción de Paraguay, tras el asesinato del fiscal especializado en crimen organizado Marcelo Pecci, en Colombia el pasado día 10 de mayo. Este magnicidio aún dista de ser resuelto en la Justicia y, a pesar de las carencias visibles que dejaron el camino libre para el desenlace final, Fiscalía no quiso escuchar los reclamos de un grupo de jóvenes ciudadanos hartos de tanta violencia y corrupción.

El pasado viernes, se llevó a cabo una manifestación convocada por la Asociación de Fiscales del Paraguay, para rendir homenaje a Pecci. Pero en esa acción, no hubo lugar a reclamos, ya que la justicia no pudo tolerar ser señalada ni juzgada, por dejar solo a uno de sus funcionarios, ya que el fiscal Pecci nunca tuvo custodia ni ninguna medida de seguridad sobre su persona, a pesar de investigar casos importantísimos de delincuencia organizada.

La respuesta de agentes de la Fiscalía “dejó mucho que desear”, transmitió nuestro corresponsal en Paraguay Jorge Figueredo, presente en el lugar: “Este ministerio público paraguayo está conformado en su gran mayoría por agentes fiscales hipócritas, por funcionarios hipócritas, pusilánimes, cobardes, que quizás por miedo o desinterés, y muchos de ellos por corruptos, por estar en connivencia con la criminalidad, no les interesa lo que los jóvenes mostraron”, señaló.

En una de sus expresiones, la integrante del Movimiento Cultural Internacional Natalia Pereira, además de presentar la intervención frente a la fiscalía general, manifestó junto a sus compañeros: “Hoy presenciamos la hipocresía y la desigualdad total en el pueblo. Veíamos las caras de las personas, que lo último que querían era ver nuestra intervención, escucharnos decirles las cosas a la cara, hablar de sus financiadores. Vivimos una mezcla de emociones inexplicable. Lo que hicimos hoy fue algo completamente nuevo. No vamos a descansar hasta que se haga justicia por cada mártir; por Pablo, por Pecci y por todos los mártires”.

La intervención mostraba a tres personajes: en el centro, atrás, un joven representaba a la mafia, un poder que domina a los otros dos. ¿Cómo lo hizo? A través de un hilo, mantenía atados a los otros dos personajes, que ubicados delante y a los costados de este primero, realizaban movimientos desquiciados. Y vestidos de negro, uno representaba a la justicia corrupta, y el otro, a la narcopolítica. Una intervención que se plantó a pocos metros de la entrada de la fiscalía general, donde la comitiva que homenajeaba al fiscal asesinado se había ubicado. La misma comitiva, que no quiso escuchar ningún reclamo.

“He visto mucha indiferencia hacia lo que realmente importa, muchas lamentaciones, declaraciones de personajes fiscales a los medios de comunicación de personajes fiscales frente a la fiscalía general, con mucha hipocresía y cinismo, a pesar de que había gente también honesta. En un momento dado, la sola presencia de los chicos molestó a ciertos sectores de los funcionarios del Ministerio Público. Tanto es así que, mientras Natalia hacía su discurso, que molestó, se acercó una persona muy cercana a Marcelo Pecci pidiendo que respeten ese ambiente, ese espacio (…). Esa mujer estaba acompañada de la vicepresidenta de Agentes Fiscales del Paraguay y de la directora de comunicaciones del Ministerio Público”, relató Figueredo.

“Las sospechas de la instigación, porque hacía cuestionamientos a Horacio Cartes y a los corruptos, son hacia la directora de comunicaciones, quien a la par de trabajar en la Fiscalía, trabaja en uno de los medios de comunicación de Horacio Cartes”.

“Los chicos, al criticar al sistema criminal, al hacer la denuncia contra los narcopolíticos, se dan por aludido que se refieren a Horacio Cartes. Eso molestó bastante a la directora de comunicaciones, que probablemente habló con el familiar para evitar que los chicos siguieran hablando”, fue la apreciación del exfiscal paraguayo y corresponsal de Antimafia Dos Mil.

El fuerte discurso que emitió la joven Pereira, fue directo a denunciar a Sandra Quiñonez, la fiscal general, quien forma parte del grupo cercano de Cartes, y que es sospechada como instigadora del asesinato de nuestro colaborador, el periodista Pablo Medina. Discurso que apuntó a la corrupción dentro de la política, y que reclamó seguridad para quienes imparten la justicia, siendo las caras visibles de un proceso que intenta terminar con la corrupción y la delincuencia del narcotráfico y del crimen organizado en Paraguay.

Estos jóvenes han sido muy valientes. Su presentación nunca se vio antes en las calles de Paraguay. Y es por eso, por ese coraje, por esa apuesta a buscar la verdad, incluso exponiendo sus rostros frente a toda la camada judicial, son personas dignas de acompañar, dignas de seguir su ejemplo. Porque gracias a jóvenes como ellos, y en nombre de todos los periodistas asesinados por la mafia paraguaya, es que buscamos denodadamente liberar a Paraguay de tanta corrupción.

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*Foto de portada: Antimafia Dos Mil