La mafia vuelve a matar magistrados

Por Giorgio Bongiovanni-11 de mayo de 2022

La mafia nunca dejó de hacer masacres. Ni en Italia ni en Sudamérica. Ayer se conoció la noticia del asesinato del fiscal paraguayo, Marcelo Pecci, quien desde hacía tiempo se ocupaba del crimen organizado y el narcotráfico.

Fue asesinado el martes, en Colombia, por un comando de hombres armados en una moto de agua. En esa tierra estaba de luna de miel con su esposa, en una isla frente a las costas de Cartagena.

Por la noticia se supo que los homicidas dispararon contra la pareja mientras se encontraban en la playa y contra un oficial de seguridad que resultó ileso.

Este asesinato es una señal muy grave no solo para los magistrados sudamericanos, involucrados en la lucha contra los narcos, sino también para los de nuestro país.

Porque no podemos olvidar que las drogas que se producen en Sudamérica, Colombia, Bolivia o Brasil y luego circulan entre Argentina, Uruguay y Paraguay, son financiadas por las mafias italianas ('Ndrangheta, Cosa Nostra, Camorra).

Entonces, si los narcotraficantes de Paraguay obtuvieron el consentimiento para ir a Colombia y matar al magistrado, es lógico pensar que el mismo consentimiento se obtuvo de los financistas del narcotráfico internacional.

Y es un hecho conocido que gran parte de la cocaína incautada cada año en los puertos de Gioia Tauro y en los demás puertos es importada por la mafia calabresa que, desde hace años, controla también algunos puntos de llegada de mercancías de países sudamericanos en Alemania, Bélgica y Holanda.

Además, las investigaciones más recientes muestran un retorno importante de parte de Cosa Nostra al narcotráfico, con familias que vuelven a pagar en efectivo.

Es el peso de un sistema criminal capaz de producir 80 mil millones de euros al año (como mínimo).

Sin el consentimiento de los ítalo-americanos, de los grupos canadienses, es difícil creer que tal ataque podría haberse llevado a cabo.

Tampoco debemos subestimar que las amenazas más recientes contra el fiscal jefe de Catanzaro, Nicola Gratteri, han venido del exterior.

La esperanza es que incluso en este enésimo hecho sangriento, la Dirección Nacional Antimafia (DNA) italiana, en nombre de la cooperación internacional que Giovanni Falcone siempre auspició, pueda tener acceso a los archivos de estas investigaciones y pueda alertar a las prefecturas y fiscales italianos que se ocupan del narcotráfico.

Por nuestra parte, con nuestros colaboradores en Sudamérica, seguiremos atentamente el caso. Mientras tanto, hoy el Consejo Superior de la Magistratura (CSM), en la intervención del vicepresidente Ermini, expresó su solidaridad al magistrado. Y nosotros también expresamos nuestra cercanía a la familia tras el brutal asesinato.

--------------------

*Foto de portada: Reelaboración gráfica de Paolo Bassani