Por Jorge Figueredo, desde Asunción, Paraguay-6 de enero de 2022

Recordamos ayer los 21 años del asesinato del periodista paraguayo Salvador Medina, por un sicario al servicio de la narcopolítica y la mafia. Si bien el autor material fue condenado, los verdaderos autores intelectuales ni siquiera fueron procesados y su crimen ha quedado impune. Salvador Medina al igual que su hermano, el periodista Pablo Medina fueron pioneros en Paraguay de la lucha antimafia.

Pero hoy no deseo referirme a lo que fue Salvador Medina en el pasado, un luchador social, un justo, un mártir, ni siquiera un pionero en la lucha contra la criminalidad organizada.

Quiero imaginarme, al Salvador Medina de hoy, que sigue vivo, porque estoy seguro que sigue viviendo, a través de la lucha revolucionaria de miles de jóvenes en el Paraguay y en el mundo.

Más que soñar, pienso que veo un holograma y allí esta Salvador, siendo entrevistado por Antimafia Dos Mil, sobre la realidad social, económica, política y cultural del Paraguay.

Muchas veces las ficciones son más reales que nuestra vida cotidiana, y los sueños podrían describir más verdades que las mentiras del sistema criminal, del cual formamos parte. Salvador Medina esta más vivo, que los muertos en el alma, que solo sus cuerpos se animan, pero son como zombies en este mundo.

Empieza el diálogo de la siguiente forma:

Hola Salvador. ¿Podrías hacer un breve análisis de la situación económica y social de los hermanos campesinos e indígenas del departamento de Canindeyú y San Pedro?

“Hola compañero. Podría hablar bastante sobre las grandes desigualdades sociales en nuestro país, referirme a la situación de explotación en que viven miles de obreros en las ciudades, así como la falta de acceso a la tierra de muchos campesinos, la invasión y despojo de las tierras indígenas, de parte de las multinacionales. Sin embargo, deseo concentrarme en los derechos económicos, sociales y culturales garantizados por la Constitución nacional, y que sin embargo son letra muerta, pues tanto los campesinos e indígenas no solo no gozan de estos derechos fundamentales, sino que el propio Estado, en alianza con los poderosos, los persigue, los atormenta, los encarcela e incluso los asesina, para seguir manteniendo un sistema económico, y de acceso a la tierra, de lo más desigual del mundo, casi feudal. El Paraguay tiene solo 7 millones de habitantes, donde el 2,5% de la población concentra el 85 % de las tierras agrícolas del país. En este país el 80% del campesinado, aproximadamente el 35% de la población no posee tierras. Dos de cada diez paraguayos ingieren menos calorías de lo necesario para llevar una vida sana. También los indígenas son expulsados de sus tierras, por poderosos sojeros, ganaderos, extranjeros brasileños, que a través de la coima o el soborno a las autoridades de turno consiguen apropiarse y ocupar las tierras de los pueblos originarios. El Paraguay sigue siendo un país feudal, donde hay más vacas, que seres humanos viviendo en las estancias, o teniendo acceso a las tierras“.

¿Qué opinas de la política agraria y económica del gobierno de Mario Abdo Benítez?

“Sin dudas este gobierno en más de lo mismo, de los últimos 60 años, a excepción del gobierno de Fernando Lugo. Un país manejado por los latifundistas, grandes ganaderos, sojeros, narcotraficantes políticos y empresarios corruptos y corruptores que se puede esperar. Este gobierno carece de una política agraria que apunte a una reforma agraria integral, donde se acabe definitivamente con los grandes latifundistas, donde los campesinos puedan acceder a un pedazo de tierra que cultivar, donde los indígenas sean respetados en su dignidad, costumbres, cultura y sobre todo sus tierras. Al contrario, tiene una política agraria que solo beneficia a una pequeña minoría, que se enriquece con los agronegocios como la producción de carne, soja, trigo, etc, en desmedro de la gran mayoría de los campesinos e indígenas. Una política económica que empobrece, que no incentiva ni promueve la producción campesina, sino que apunta a defender los intereses económicos de una selecta parte de la población. Estamos más cerca como país del feudalismo que del capitalismo industrial. Más cerca de los negocios ilícitos, del crimen organizado y la mafia, que, de un capitalismo productivo, que apunte a mejorar la calidad de vida de los paraguayos“.

-¿Cómo ves la situación política del país después de 30 años del golpe del Estado del 89? ¿El Paraguay es un país democrático?

“No solo en el Paraguay no existe democracia, sino que la situación es mucho peor. Veo que amplios sectores de la administración pública, se ha corrompido bastante, que negocia, hace acuerdos con la mafia. Parte del Estado trabaja en connivencia con la mafia. Es por eso que podemos considerar al Estado que tenemos, como la de un régimen denominado narcocracia y peor aún, como un Estado-mafia en gestación que, si continuamos como hoy, podríamos llegar a convertirnos definitivamente en un Estado-mafia.”

¿Cuál es tu visión del EPP y de la necesidad de seguir manteniendo una fuerza conjunta entre militares y policías para combatirla?

“Sin dudas el EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo) no es un grupo guerrillero y mucho menos revolucionario. El EPP es un grupo armado paramilitar, al servicio de la mafia narcotraficante, pero sobre todo de los poderosos de la economía. Buscan expulsar de sus tierras a la población honesta y trabajadora, a través de la violencia y el miedo, liberar todos los territorios, donde existe aún muchas riquezas, para apoderarse y controlar totalmente los pocos recursos naturales que quedan y poder realizar todas sus actividades ilícitas tranquilamente como el tráfico de drogas, armas, de vehículos, contrabando de cigarrillos, secuestros, extorsiones, y asesinatos todas las veces que fuesen necesarias, para evitar que la población paraguaya pueda levantarse contra sus opresores, empresarios y políticos mafiosos".

-En el mundo existe el Movimiento Cultural Internacional Our Voice (Nuestra Voz) y otras organizaciones juveniles que a través del arte denuncian las atrocidades cometidas por el ser humano contra la madre tierra y diversos males del mundo. ¿Qué mensaje les darías a estos jóvenes en relación a la lucha que están emprendiendo?

“No soy quién para dar consejos ni directivas, mi lucha es humilde, soy un campesino, que ha sentido en carne propia el sufrimiento de los más excluidos y pobres, de los más discriminados, por eso tengo hambre y sed de justicia, porque soy parte de los últimos de esta sociedad, pero puedo compartir lo que siento con los jóvenes, adultos y ancianos que tienen aún el corazón de muchachos. En mi pequeña experiencia como comunicador y periodista en la radio, como profesor de guaraní, en los recorridos que he realizado por las campiñas paraguayas, me he dado cuenta, que el perseguido por el sistema por sus ideas, el que es encarcelado injustamente por exigir un pedazo de tierra para cultivar y alimentar a su familia, el que es exiliado, incluso asesinado por denunciar a los corruptos, corruptores y mafiosos, que atentan contra la madre tierra y la vida toda, es similar en cualquier país del mundo, en cualquier cultura, pues la mayoría son militantes laicos, civiles y sociales, similares a estos jóvenes a que te referís. Pero también a muchos viejos jóvenes que no han perdido esa llama que arde en sus pechos, que poseen esa convicción, esa fe, ese mismo ideal de cambio de esta civilización que tuvo el comandante Ernesto Che Guevara, que nos habló del hombre nuevo, el hombre que por estar despierto en conciencia, lucha por la justicia social siempre, y que cualquier injusticia o atentado contra la vida humana, de violación de los derechos humanos, que suceda en cualquier rincón del planeta, lo siente como si fuera el la víctima, porque considera a ese prójimo que lucha como su hijo, su compañero, su hermano, su padre. Por lo tanto, les digo a los jóvenes de Our Voice, que continúen luchando y militando como lo están haciendo, y que ese amor, ese entusiasmo que tienen por la causa de la humanidad, en defensa de la justicia y la verdad, lo mantengan siempre, sin desanimarse, sin volverse para atrás, porque la victoria está cerca. Ustedes son la vanguardia de esa nueva civilización que emergerá en el planeta de las cenizas de este capitalismo explotador y criminal que esta por derrumbarse. Fuerza y adelante siempre. Hasta la victoria siempre. Siempre”.

Lo he sentido a Salvador, alegre, contento y orgulloso, de que existan jóvenes y justos luchadores contra el sistema criminal en el mundo, y que no está solo como Don Quijote, luchando contra el crimen organizado y la mafia. Con una mirada sabia, penetrante, lo he visto alejarse, como si ya viera este futuro hermoso que se avizora, gracias a la tenacidad en la lucha, y al coraje, y sobre todo al amor hacia los más humildes y últimos.

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*Foto de portada: abc.com.py