Desde San José, Uruguay, participó en evento internacional de Universidad de Las Américas
 
Por Jean Georges Almendras-4 de diciembre de 2021

“Tenemos que perder el miedo, y sacarnos de la cabeza esa idea de que hay una escala del periodismo; que hay periodismo grande, y periodismo chiquito. Es todo periodismo". Esta categórica frase pertenece al periodista y amigo de nuestra redacción, Pablo Fernández Acheriteguy quien a comienzos de noviembre participó en un evento debate de ribetes internacionales, que fue organizado por la Internacional Network Social Journalism (INSJ) en el marco del programa Alianza Caribe Hablemos de Periodismo. El tema principal fue “Análisis sobre periodismo de investigación, oportunidades y desafíos, siendo en esta oportunidad la segunda jornada del presente año, que demandó los días 2, 3 y 4 de noviembre, vía Zoom.

Apoyado, merecida y coherentemente, en su libro “Patas Cortas. El camino de la corrupción en San José” el colega Fernández halló muy buena receptividad para el evento y en el curso de uno de los días dispuestos para la actividad hizo pública su ponencia, la que por otra parte fue destacada por la audiencia, la que, además, tuvo la oportunidad de escuchar a otros colegas: Erica Marcano y Horacio Knaeber.

Pablo Fernández puso especial interés en compartir con los oyentes su experiencia personal (en su tierra natal, el departamento de San José, ubicada a tan solo una hora de viaje del centro de la ciudad de Montevideo, capital del Uruguay) precisamente en oportunidad de lanzar su primer libro de denuncia, el que, por otra parte, su divulgación y distribución, fue literalmente boicoteada por personajes del departamento, los que obviamente eran señalados como corruptos, en su libro.

Con la transparencia que da la honestidad en el desarrollo de nuestra profesión, Pablo Fernández, en oportunidad del evento, hablo, sin pelos en la lengua, habló de algunas de las verdades que, en trastienda, comúnmente oímos, pero que muy rara vez llegan a formar parte de un expediente judicial, a menos que personajes como Fernández, tomen el toro por las astas, y se dediquen a difundir, no solo las corruptelas, sino, además, los nombres y los apellidos de los corruptos.

Periodista de investigacion Pablo Fernandez 2

Y en el libro de Pablo Fernández, esos nombres y apellidos, aparecen, y solo por ese hecho, las conspiraciones en su contra no se hicieron esperar: las puertas laborales se le cerraron, el descrédito sobre su persona se intensificó, en su comunidad, y muchos de los denunciados, accionaron amistades o personal a su cargo, para que el denunciante fuera radiado de todos los medios de comunicación de la zona, con el agravante de que toda esta alevosa forma de atentar contra la libertad de expresión, se visibilizará al momento de distribuir su libro en los límites departamentales, llegando a incluso a comprar todas las publicaciones como forma de evitar que la misma llegase a manos de la comunidad maragata, porque corrupciones y corruptores estaban en las páginas de ese libro. Y ventilarse toda esa información, hubiese sido para muchos, un escándalo mayúsculo.

Entonces, en el evento de la INSJ, de comienzos de noviembre, Pablo Fernández, en su intervención no dudó en referirse a esa su vivencia dentro del campo del periodismo de investigación (yendo al hueso) dentro del departamento de San José.

Y su relato fue contundente: “Perder el miedo, profesionalizarnos y profesionalizar ya no solo los medios; hacerle entender también a una clase política o empresarial, y a la propia sociedad, que los periodistas no estamos todos a la venta, que es algo que en estas latitudes siempre se habla. Hay gente que ha dejado la vida, y estoy hablando desde Uruguay, que por suerte en la historia nunca hemos tenido situaciones tristes como pasó en México, Colombia, otros países ya no tanto con la violencia, el homicidio, sin con la cárcel, la prisión”.

“Sobre los desafíos yo hablo desde mi experiencia, no soy políticamente correcto. El desafío fundamental es mantenernos en una línea de lógica, y de buscar, aunque no tengamos recursos ni grandes medios detrás, tratar de trabajar con la mayor profesionalización posible, y para no estar solos tratar de ir contagiando en ese proceso, y hacer entender que no somos verdugos de nadie. Lo que tenemos que hacer es pensar primero como ciudadanos. La información está ahí, salís a caminar y las encontrás. Nuestras cosas es tirárselas en el rostro a los que nos gobiernan”.

“Los principales desafíos pasan por no dejar que las presiones nos hagan creer que nuestro laburo no sirve, por perder el miedo que todas esas presiones existentes desde siempre nos están machacando, y profesionalizar. Compartir este tipo de actividades. Yo me nutro con cada oración que van diciendo. Cuando uno tiene la oportunidad de intercambiar con colegas de distintas realidades”.

“Que los periodistas jóvenes sepan que no van tanto por la academia sino por mantenerse con los pies en el piso, y aún con las nuevas tecnologías, tienen que ayudar a cumplir con mayor potencia la profesión nuestra. El desafío, es perder el miedo. Hay que perder el miedo, y a nosotros mismos también”.

“Los impedimentos somos nosotros, después hay cosas que son naturales. Un medio grande, tiene respaldo el periodista va metido siempre en ese barquito, puede ser una balsa, puede ser un transatlántico. A mí me encantaría investigar determinados temas. O tienes dinero, o tienes tiempo. Los que no tenemos dinero, lo que tenemos es tiempo, ir recopilando, como una paloma comiendo miguitas de pan, todos los días juntando, en el rato libre que vas juntando documentación, con aquella persona que vos sabes que tiene algún dato, que es clave. O tienes respaldo, o lo vas a ir haciendo desde la más absoluta soledad. O tienes la estructura para moverte en silencio, o como me pasa a mí, en el día a día. Las notas que escribís todos los días vas contribuyendo en plantear preguntas que pueden develar la corrupción”.

La mejor y la más oportuna carta de presentación de Pablo Fernández, en los tiempos que corren (y que se caracterizan, más por los vendavales de la corrupción en la función pública, a diferentes niveles, y en diferentes países de Sudamérica) fue exponer la esencia de su libro, acompañándola de su impronta de persona honesta, que, sin medir consecuencias, entiende, entre otras cosas, que compartir semejante emprendimiento, sobrado en ética, en un evento de esas características, es un magnífico aporte en favor de una causa que se torna un ejemplo, dentro de nuestra profesión.

No en vano, oportunamente, también sobre ese libro, puntualizó: “Nuestra meta tiene que ser humanizar la comunicación, no subirnos en el carro de que las redes y todo eso le enfría, y dignificar la profesión, el periodismo. Desafíos hay miles por delante, pero qué sería nuestra profesión si no tuviéramos desafío. Nosotros no estamos para aplastar cucarachas, el periodismo lo que tiene que hacer es prender la luz y que las cucarachas corran a los rincones a esconderse”.

Estamos muy de acuerdo.

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*Foto de portada y 2: YouTube y Antimafia Dos Mil