Pedro Vélez, es el abogado defensor de dos, de los seis imputados que tiene una causa investigada por el Tribunal Federal de Catamarca, donde se persigue a una red dedicada a la comercialización de estupefacientes, en la que participaba Juan Pablo Morales, el exjuez de la Cámara de Apelaciones de dicha provincia.

La causa investiga las actividades vinculadas al narcotráfico, de dos bandas que operaban en conjunto, una desde el interior de la cárcel y la otra en la calle. Gabriel Lazarte, acusado de homicidio, se encontraba detenido dentro del penal de Catamarca, desde donde coordinaba el movimiento de droga a gran escala; se comunicaba con el exterior por medio de su pareja Emilse Aráoz. En la calle trabajaban los hermanos Frías y Marco Antonio Rearte, quienes vendían la droga al menudeo. Juan Pablo Morales, oficiaba de vínculo entre ambas bandas.

Morales renunció a su cargo en agosto del 2020, luego de la difusión de un video, que se convirtió en un escándalo. En el film, el exjuez, junto a su par, el también ex camarista, Raúl Da Prá, negocian una “coima” de 820 mil pesos, para revocar la prisión preventiva del detenido Edgardo Jiménez, quien estaba acusado por el robo a una estación de servicio. Luego de presentada la renuncia, que invalido el jury de procesamiento, pero no la causa penal, Morales, salió a los medios a defenderse, por considerar que la forma en que la prueba había llegado a manos de la justicia era ilegal, al ser anónima. Desde entonces ha planteado una y otra vez, ser víctima de una persecución.

“Siempre fue un corrupto”, declaró Pedro Velez a Página/12. Y agregó, que estando en funciones, mantenía un estudio paralelo donde se escribían sentencias “que forzaban la jurisprudencia para beneficiar a imputados o para dilatar los tiempos”.

Ahora Vélez, acusa al tribunal que atiende la causa, por considerar que este, tiene un trato desigual entre los procesados, ya que su defendido, Pablo Andrés Frías, permanece en prisión preventiva, mientras que Morales, continua libre. Siendo que, Frías no tiene antecedentes y los delitos que se le imputan a Morales, son más graves.

“En la presente causa claramente existió un trato discriminatorio en cuanto a la libertad de los imputados en virtud de a qué clase social pertenecen o con quién se encuentran ligados en las intervenciones telefónicas como presuntos cómplices directos, la cual incluso ha ido en claro desmedro de la investigación, y que hasta hace desconfiar de que se procura la impunidad de determinados imputados”, declaró, por lo que pide la excarcelación de su defendido.

Además, agregó: “Es por demás llamativa y sugestiva la falta de secuestro del teléfono celular del letrado devenido en imputado, contra todos los precedentes, y lleva a pensar que mínimamente de manera involuntaria y por negligencia, se está facilitando la impunidad y el borrado de rastros del presunto delito investigado”.

“Parece ser que no es peligroso un presunto narco de cuello blanco. No es peligroso para el proceso, si el imputado es un abogado amigo de los funcionarios judiciales. No es peligroso para la sociedad que se venda drogas en las narices del Juzgado Federal, que las operaciones narcos se concierten a 15 metros de la sede del juzgado federal con reclusos del Penal y con personas de otras provincias, con total desparpajo”, fueron las duras palabras del abogado, quien desnudó, en una simple frase, una red de complicidades y connivencias entre representantes del Estado y redes delictivas.

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*Foto de portada: elancasti.com.ar / Abogado Pedro Vélez

*Foto 2: elancasti.com.ar / A la derecha, el exjuez Juan Pablo Morales