El caso Lava Jato y la regasificadora Gas Sayago, de Uruguay, podrían estar vinculados. Así lo sospecha la justicia uruguaya, que envió un exhorto desde la Justicia Especializada en Crimen Organizado a Brasil, buscando pruebas sobre este vínculo.

La justicia uruguaya cree que el Estado uruguayo podría haber contratado al consorcio brasileño OAS para la construcción de la regasificadora. La empresa carioca fue acusada de pagar sobornos a políticos de cargo en el Gobierno en Brasil, para obtener los permisos de construcción de obras públicas.

El caso es llevado adelante por la jueza María Elena Mainard y el fiscal Luis Pacheco. Este último tomó declaración a Gonzalo Casaravilla, que se desempeñó como presidente del directorio de UTE (empresa de energía eléctrica del Estado uruguayo) en la época en que se habría dado la conexión entre el gobierno brasilero de Luis Inacio Lula Da Silva y el de su homónimo uruguayo, José Mujica. Este último, según declaraciones de testigos uruguayos, habría sido influenciado por Lula Da Silva para brindar la concesión a OAS.

Luego del interrogatorio, y habiendo negado tener conocimiento de que la empresa brasileña estaba vinculada al caso Lava Jato, Casaravilla manifestó a los medios que “el hecho que hizo que esto fracasara (Gas Sayago) fue el Lava Jato en Sudamérica”. Además, aseguró que la empresa fue arrastrada por GNLS, la empresa que había ganado la licitación y que subcontrató a OAS, suavizando las responsabilidades de OAS.

Otro de los citados a declarar fue el intendente de Maldonado, Enrique Antía, que en su momento fue jerarca de UTE. Según sus declaraciones, las contrataciones por parte de un exvicepresidente de la empresa estatal, que además era gerente de Gas Sayago, y sería quien se encargaba de las contrataciones. Según Antía, se trata de “una persona que se le había cuestionado porque había contratado en UTE a empresas que él mismo integraba”.

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*Foto de portada: 970.universal.com