Por Jean Georges Almendras, desde Asunción, enviado especial-16 de octubre de 2021
 

Con la entereza, y la sensibilidad que caracteriza al ser humano, que hace de la resistencia su forma de vida, hace menos de 24 horas, nos acercamos al panteón donde se encuentran los restos de Pablo Medina, en el cementerio de Capiibary, distante 230 kilómetros de Asunción. Asumiéndolo a Pablo, en un féretro, no solo nos embarga la rabia, por tanta maldad descargada, sobre él, y sobre quienes lucharon y luchan en favor de la vida, de la justicia y de la verdad. Y nos preguntamos: ¿estaremos obligados, como humanidad, a seguir viendo  una y otra vez féretros de hombres y mujeres, entre las largas filas de los justos esparcidos por el mundo? Pablo Medina nos ha sido arrebatado, con saña. Con saña criminal. La saña de los asesinos de la vida, que sentados en sillones de buena madera y cohabitando en edificios de rimbombantes denominaciones, hacen de sus miserias, un instrumento del mal, vendiendo su alma al diablo, por puro poder y por puro dinero. Pablo Medina no transitó por esos senderos, optó por los opuestos, como optamos nosotros y como optaron miles más.

 

No habrán más féretros de hombres justos que nos llevarán a bajar nuestros brazos y manos, sino en contrario, los levantaremos mucho más, para señalar a los asesinos, para denunciarlos, y para llevarlos a los juzgados. La muerte física de Pablo no nos arrastrará, al menos a nosotros, ni a la depresión, ni a la desidia, ni a la desesperanza. Pablo, amigo y compañero de lucha, tu lugar de descanso que visitamos, donde tu primogénita Dyrsen puso sobre tu féretro las rosas amarillas - amor eterno- y las rosas blancas -paz- es una vez más, como hace siete años, nuestro punto de partida para abrazar tu lucha, más fuerte aún que cuando te conocimos.

Te quitaron la vida por la verdad, y esa verdad te hizo más libre aún. Pero libre de verdad. Y tu libertad impregna a multitudes. Multitudes de jóvenes y no tan jóvenes. Pablo, gracias por tu sacrificio. Para nosotros no ha sido en vano. Estás entre nosotros y eres parte de nosotros.

Desde el arte libre y desde el periodismo libre te honramos. Y luchamos.

----------------

*Foto de portada: Juan Manuel Ferreira