Por Jean Georges Almendras-7 de marzo de 2021

Se le dió la voz de alto (el jueves 4 de marzo) en una vivienda del barrio Jardín Europa de la ciudad brasileña Santa Ana Do Livramento, a un hombre que estaba requerido por la Justicia uruguaya, imputado de tráfico de droga. El procedimiento se desarrolló como resultado del operativo “Nina”, que (en noviembre del año 2020) llevaron adelante investigadores de la Jefatura del departamento de Rivera (al norte del Uruguay) oportunidad en que fueron detenidas ocho personas, dándose a la fuga un noveno integrante de la organización. El accionar de las autoridades permitió la incautación de 50.390 pesos uruguayos, 30 dólares americanos, 71 reales, dos automóviles, varios celulares, 105 municiones de diversos calibres, cuatro cargadores de distintas pistolas y otros elementos. El operativo “Nina” era una operación para desbaratar una banda criminal dedicada al tráfico internacional de armas, explosivos y drogas.

Mirando hacia atrás, en relación al hombre capturado en el Brasil, debemos consignar al lector los dos hechos policiales que causaron preocupación de las autoridades uruguayas, y que en definitiva fueron la antesala del procedimiento denominado “Nina” y del operativo en Brasil. Los hechos en cuestión fueron los siguientes: por un lado, el atentado explosivo que se perpetró contra la sede del Comando Antidrogas de Montevideo (que no causó víctimas humanas, pero sí danos materiales) el 9 de mayo del 2020, y, por otro lado, las amenazas que recibió mediante WhatsApp, la Fiscal Mónica Ferrero, especializada en estupefacientes, al día siguiente, también en la ciudad de Montevideo.

Fruto de estos dos episodios, se encendieron las alarmas de la interna del Ministerio del Interior y se iniciaron una serie de reuniones a nivel de los Comandos de diferentes reparticiones y en ese marco fue tomando forma el operativo “Nina”. Culminado éste, los investigadores centraron su atención en el prófugo desconociendo, hasta ese momento, su vínculo con los dos hechos del 9 y 10 de noviembre del año pasado. En consecuencia, gradualmente, se fueron definiendo elementos que permitieron determinar que el requerido estaba estrechamente vinculado con la portación de documentos falsos, que había llegado al Uruguay desde Paraguay y que luego había ido a Brasil.

Datos confidenciales que llegaron a la mesa de trabajo de los investigadores del departamento de Rivera (con apoyo de la policía del Brasil) establecieron que el sujeto prófugo había comprado dos taxis en efectivo (por un monto de 180 mil dólares) con el cometido de instalar un negocio en Rivera, siendo que estaba residiendo en la ciudad fronteriza con el Uruguay, Santa Ana de Livramento.

Y fue precisamente allí donde este hombre fue capturado, aguardándose ahora su extradición al Uruguay para ser investigado (y juzgado) por su estrecha participación con el atentado explosivo a la sede Antidrogas y con las amenazas a la Fiscal Mónica Ferrero (participación que fue corroborada fehacientemente a lo largo de las primeras investigaciones) y también con otras acciones delictivas. En tanto se cumplen las gestiones administrativas, el detenido permanecerá alojado en una cárcel del país norteno. De acuerdo a trascendidos de fuentes judiciales, el hombre detenido en Santa Ana de Livramento, sería además el “número dos”, de la organización que amenazó a la fiscal Ferrero.

En tal sentido debemos precisar, que las amenazas a la fiscal (que se cometieron un día después de que se arrojara el artefacto explosivo al patio interior de la sede de la brigada Antidrogas de Montevideo) mediante WhatsApp, fueron en los siguientes términos: “¡Estamos un poquito enojados como ve con la parte de narcóticos! Ya les dimos un pequeño susto para que vean que no les tenemos miedo. Queremos que nos respeten ustedes para que nosotros los podamos respetar, a partir de ahí no va a haber atentados ni contra las entidades, a cargo de usted, ¡ni contra de usted! Si siguen haciendo las cosas difíciles para nosotros, vamos a ser un poquito más duros. Si ustedes flexibilizan, ¡nosotros también lo haremos! Usted me entiende, no tengo que explicarle mucho. ¡Acuérdese que todo tiene un límite! Usted sabe… Saluda atte. PCU”. La sigla “PCU” pertenece a un importante cartel del narcotráfico brasileño.

----------------------------

*Foto de portada: www.subrayado.com /Registro gráfico, captado por cámaras de circuito cerrado, del momento en que se produce el atentado explosivo