La facilitación de la compra de armas y la amenaza de una guerra civil

Por Lucas Gabriel Martín, desde Brasil-4 de marzo de 2021

¿Al final, qué es más importante? ¿Armar a parte de la población brasileña que tiene sed de odio y que cree en la justicia por sus propias manos o garantizar la inmunización de los brasileños contra la Covid -19?

En la ciudad de Río de Janeiro la campaña de vacunación fue interrumpida por falta de vacunas. Para el presidente, lo más importante es facilitar el acceso a armas y municiones, por eso, Bolsonaro publicó en el Diario Oficial de la Unión, decretos que cambian la regulación de armas en Brasil. Hizo eso en el mismo día que el índice nacional de homicidios divulgo un aumento de 5% en los asesinatos en 2020 y luego, después de una semana en que Brasil registraba más de mil muertes diarias por el Covid 19.

Las medidas relajan los límites para la compra y stock de armas y cartuchos para las personas autorizadas por ley. Una de las propuestas permite a las personas autorizadas comprar hasta seis armas (antes eran cuatro por persona); el gobierno también estableció el permiso para que los practicantes de tiro compren hasta 60 armas y los cazadores, 30, solo se requiere autorización del ejército cuando se excede esta cantidad.

El asunto, que es parte de la llamada "pauta de costumbres" del gobierno, enfrenta una fuerte resistencia en el Parlamento y debe pasar por el Congreso Nacional, responsable en redactar, modificar y aprobar las leyes nacionales. 

Bolsonaro también modificó la cantidad anual de insumos para recarga de cartuchos que usa un deportista (2 mil para armas de uso restringido y 5.000 para uso permitido registrado a su nombre); y busca regular la actividad de los practicantes de tiro recreativo.

Anteriormente Bolsonaro ya había anunciado su intención de emitir nuevos decretos para las armas poco después de la victoria de su aliado Arthur Lira, en la disputa por la presidencia de la Cámara de diputados. Como, el Presidente de la Cámara tiene la prerrogativa de colocar o no, ciertos temas en discusión y votación, Arthur Lira espera poder promulgar leyes que relajen las reglas de posesión de armas en el país.

En 2019, Bolsonaro, intentó sacar adelante una de sus banderas de campaña, pero Rodrigo Maia, ex presidente de la Cámara, descartó los proyectos relacionados con "costumbres" y dio prioridad a la agenda económica. La promesa de campaña de Bolsonaro de flexibilizar el transporte de armas y municiones lo acompaña desde que el asumió el cargo.

Después de su primer decreto para ampliar el armamento de la población, el país tiene 1.151 millones de armas legales en manos de los ciudadanos, un 65% más que la recolección activa de diciembre de 2018, que fue de 697 mil.

Y como si todo esto no fuera suficiente, tenemos también un posible conflicto diplomático entre Estados Unidos y Brasil. El último viernes 12, el presidente de la comisión de relaciones exteriores del senado americano, el senador Robert Menendez, envió una carta al presidente Bolsonaro pidiendo que él y el canciller Ernesto Araujo, “condenen” y “rechazen” los ataques hechos por simpatizantes de Donald Trump al capitolio el día 6 de enero de 2021, afirmando que en caso de que eso no suceda habrían problemas, en la relaciones bilaterales entre Brasil y Estados Unidos.

El senador Menéndez, es bastante reconocido en Washington y adelante de la comisión de relaciones exteriores, es un personaje que tiene gran influencia en la política externa americana. En su carta enviada, critìca específicamente al ministro de relaciones exteriores Ernesto Araújo.

“Estos eventos fueron actos de terrorismo doméstico que resultaron en varias muertes y no fueron, como dijo el ministro Araújo, actos de buenos ciudadanos”.

“El ministro Araújo está especialmente priorizando la relación del gobierno brasileño, con una facción radical del espectro político americano”.

El también afirma que el hecho de defender esos actos de terrorismo, “muestran como Araújo esta desconectado de la realidad actual en EEUU".

Recordando que es lo que fue defendido y apoyado por el gobierno de Bolsonaro, podemos ir directo al hecho de un hombre que participo de la invasión al Capitolio, llevando consigo la bandera de los Estados Confederados de América (ECA).

Los Estados Confederados de América fueron una unión política, formada el 4 de febrero de 1861, que nació con siete Estados del sur de Estados Unidos: Carolina del Sur, Alabama, Mississippi, Georgia, Florida, Texas y Luisiana. Durante la Guerra Civil (1861-1865), estos Estados buscaron la independencia para evitar la abolición de la esclavitud, pero fueron derrotados por el norte. Esa bandera fue adoptada como símbolo del supremacismo blanco, y fue utilizada por el Ku Klux Klan durante mucho tiempo en EEUU.

Quedaron más que claras las ganas de Bolsonaro, de generar una guerra civil en Brasil. A lo largo de la historia, el armamento de la población sirvió únicamente a golpes de Estado, intereses dictatoriales, masacres, eliminación de razas y etnias, separatismos y genocidios.

Lo que pasó adentro del Capitolio y en el Congreso Nacional, fue un ataque directo a la democracia americana.

Bolsonaro ya dijo que lo que pasó en EEUU, volvería a repetirse en Brasil, en caso de que el voto impreso no fuese instituido.

Las elecciones brasileñas ya están ahí en 2022 y nos queda poco tiempo para alejarnos de un presagio cierto.

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*Foto de portada: www.eslocotidiano.com