Por Lucas Gabriel Martins- 11 de diciembre de 2020

Meses antes de ser electo, una cosa ya estaba clara en el gobierno de Bolsonaro, que Paulo Guedes sería el nombre de su administración para comandar la economía. Poco conocido hasta ese entonces, Guedes prometía llevar adelante un nuevo proyecto económico pautado en la privatización de empresas y en la disminución de la máquina pública.

Un casamiento que generó mucha incertidumbre en los medios y en la elite, ya que Bolsonaro nunca se había identificado tan directamente con el pensamiento ultra liberal de Guedes, a pesar de siempre saludar el mercado financiero durante su campaña.

En realidad, en sus 27 años como diputado, el actual presidente Bolsonaro, presentaba un perfil de un estadista y había votado en contra de una serie de proyectos de privatizaciones y de quiebras del monopolio estatal.

¿Porque Paulo Guedes eligió justamente a Bolsonaro para alcanzar sus objetivos?

En un artículo publicado en octubre de 2017, en O Globo, Guedes dejó en claro sus críticas a lo que él llamaba una “Hegemonía Socialdemócrata”, representada por partidos que venían protagonizando el escenario de la política brasileña, como el PSDB, el PT y MDB.

En su argumentación, Bolsonaro era la persona que actuaba en contra de todo eso y de todos los que dirigían el país desde de su redemocratización. Guedes compartía la misma opinión de muchos, Bolsonaro era el famoso “Outsider”, el hombre que venía para cambiar todo y exterminar con la “vieja política” y con el “establishment”. Bolsonaro representaba una derecha que buscaba ley y orden y a una clase media aplastada entre una elite corrupta y las masas que votaban a Lula en búsqueda de protección y asistencialismo.

El artículo fue el responsable por el acercamiento entre Bolsonaro y Guedes. A esa altura, Bolsonaro ya se consolidaba como el principal candidato para la campaña presidencial, ya sin la presencia de Lula, pero su falta de conocimiento en temas económicos, le venía causando muchos problemas a su campaña, debido a eso, su acercamiento a Guedes fue más que apresurado.

Este tipo de casamiento no es ninguna novedad, la unión entre economistas neoliberales y políticos militares, tiene un famoso ejemplo en Latinoamérica, la dictadura chilena comandada por Augusto Pinochet en los años 70.

El centro de la política económica de Pinochet fue elaborado por un grupo de intelectuales conocidos como “Chicago Boys”, economistas chilenos que se especializaron en la universidad de Chicago en los Estados Unidos, la cuna del pensamiento liberal que actualmente es referencia como uno de los principales polos de su diseminación.

Fue justamente en Chicago donde Guedes concluyo su doctorado en 1978. Algunos años después, en los principios de la década de los 80, Guedes se integró al flujo de los Chicago Boys y fue invitado a enseñar en las universidades de Chile en un contexto de persecución a profesores y alumnos, en el auge de la dictadura de Pinochet.

Allá Guedes vivió la implementación de las principales medidas propuestas por el equipo de economistas de la escuela de Chicago y fueron exactamente esas directrices que le dieron inspiraciones para sus propuestas en Brasil actualmente. 

Aunque Brasil haya tenido gobiernos liberales anteriormente desde el punto de vista económico, con gobiernos responsables por la privatización de empresas estatales y por la apertura de la economía para el capital extranjero, la propuesta de Guedes viene para radicalizar aún más ese proceso.

Quizás el proyecto más claro de Pinochet, lo cual Guedes busca incorporarlo a la realidad brasileña, es el cambio en el sistema de jubilaciones. En los años en que Guedes estuvo en Chile, José Piñera, el más poderoso Chicago Boy y hermano del actual presidente Sebastián Piñera, puso en práctica la reforma previsional en el país.

En Brasil el gobierno Michel Temer fracasó al intentar implementarla, la propuesta fue fuertemente rechazada por la población. Pero todo eso no fue suficiente y el tema que era tratado como prioridad por Guedes fue aprobado y hoy se cumple más de un año de vigencia.

Por más que Guedes hasta ese momento no se haya aventurado en discusiones que traspasan el espectro económico, su círculo de relaciones con los economistas de chicago y con el alto clero de la política chilena, indican algunas de las medidas que el futuro ministro puede implementar en Brasil.

Las relaciones de Guedes con la política chilena no se limitan solamente al sector económico, él tiene un antiguo colega de la universidad, el empresario Jorge Selume Zaror, quien ocupó el cargo de director de presupuestos durante la dictadura de Pinochet.

Selume fue quien invito a Guedes para entrar en las universidades chilenas como profesor en los años 80. Su hijo también llamado Jorge Selume, es al actual secretario de comunicación del gobierno de Piñera Neto, una indicación estratégica, ya que Jorge Selume hijo, es dueño de la Artool, la mayor empresa chilena de big data, además de ostentar en su currículum, años de trabajo junto a Cambridge Analytica.

Sí, hay indicios de que la campaña de Bolsonaro en Brasil fue favorecida con el uso de base de datos de ciudadanos en las redes sociales, así como con Donald Trump en Estados Unidos. La extrema derecha chilena tiene todas las herramientas para seguir reproduciendo ese mismo método en su gobierno.

El acercamiento entre el ex capitán con el economista, se dio por una conveniencia mutua. Paulo Guedes que hasta este entonces no había tenido grandes prestigios en el círculo académico y tampoco había logrado implementar sus tesis en los últimos gobiernos brasileños, aquella vez vio la oportunidad de imponer su agenda neoliberal en el gobierno Bolsonaro.

Bolsonaro por su parte, calmo los nervios del sector financiero, desvinculándose de su imagen estadista y puso a Guedes en la línea de frente de su política económica.

Hace unos días, Guedes mostró realmente su verdadero lado “facistoide” y a través del gobierno monitorea algunas personas.

Una empresa de comunicaciones contratada por el gobierno federal, les orienta cómo deben actuar con un grupo de 77 periodistas y otros “formadores de opinión" considerados influencers en las redes sociales.

En una planilla de Excel, que le costó al gobierno R$ 2,7 Millones, el reporte separó a los 77 influencers en tres grupos: los detractores del gobierno Bolsonaro, del ministerio de economía y de Paulo Guedes, los neutros y los favorables.

El primer grupo es el más numeroso, con 50 nombres. Los favorables son 23 y los neutros, ocho. Cada nombre viene acompañado de un comentario sobre lo que la persona viene escribiendo en las redes sociales a respecto del gobierno y en especial a Paulo Guedes, en ocho casos hasta se puede ver el número de celular de dicha persona.

No podemos caer en las falacias de la propaganda de derecha del gobierno de Bolsonaro y sus secuaces, como el infame Paulo Guedes. Son verdaderos fascistas, uno con la piel de un liberal, como es el caso de Paulo Guedes y otro que no necesita ningún otro tipo de piel, como es el caso del propio Bolsonaro, un admirador de la tortura, de la dictadura y de la violencia.

El objetivo de este grupo es esencialmente lo mismo: destruir todas las condiciones de vida de los trabajadores brasileños y aplastar por completo, la democracia en Brasil. Paulo Guedes y Bolsonaro son partidarios del modelo chileno: privatización total y desigualdad extrema.

Pero al igual que allí, habrá una reacción. Y cuando eso suceda, estos dos cachorros de Pinochet serán barridos por el pueblo.

------------

*Foto de Portada: www.esmaelmorais.com