Muchos consideran que el operativo Cicatriz fue un pacto entre la mafia, representada por Cartes y Abdo Benítez, quien representa al Estado corrupto. Es decir hace un mes aproximadamente se dio en el Paraguay un pacto político entre la Mafia y el Estado para garantizar impunidad a Cartes, para sus negocios ilícitos y mafiosos y garantizar la continuidad de Mario Abdo en la presidencia, ante las constantes amenazas que recibe de juicio político, por su pésimo gobierno en materia social, manejo del tema de Itaipu y la corrupción de sus altos funcionarios.

Fue muy oportuna la intervención de los jóvenes en la ciudad de Asunción, en un momento de grave situación social y económica que el pueblo está padeciendo, no a causa del Covid 19 sino a raíz de la grave corrupción dentro del gobierno de Mario Abdo y la carta blanca que tendría la mafia del narcotráfico, del tráfico de armas, los contrabandistas de cigarrillos, los delincuentes de cuello blanco, de operar libremente.

Con la unión entre Cartes y Abdo Benítez vivimos en una situación similar a la denuncia realizada décadas atrás por el estudioso e investigador paraguayo Anibal Miranda: el connubio entre la mafia y el poder político.

Aníbal Miranda, doctor en relaciones internacionales, investigador, miembro fundador de la Comisión Nacional por los Derechos Humanos, Contraloría Ciudadana de Asunción, entre otras organizaciones civiles y sociales, en su libro “Crimen Organizado en Paraguay” edición octubre 2001, señala: “Son muchos más los nexos probados mafia- poder político en la región. Frente a tan impropia ligazón no queda mucho margen para que se establezca o se afiance la democracia donde el crimen organizado adquiere proporciones del otro estado. Igualdad de oportunidades, limpieza electoral y demás requisitos del sistema democrático son opuestos a la realidad que impone el crimen organizado cuando ha crecido en tal magnitud que anula el imperio de la ley”.

“El obstáculo principal para que el país se ubique en lugar decente dentro de la comunidad internacional, aproveche las oportunidades de un mercado regional dinámico y se desarrolle radica en su sistema de poder. El crimen organizado lo controla“.

Este matrimonio entre la mafia y el Estado paraguayo se da dentro de un contexto criminal donde el PCC (Primer Comando Capital), controla casi la mayoría de las cárceles del país. Y al decir de algunos investigadores existe una especie de “cogobierno” entre los guardia cárceles e integrantes de la asociación criminal, con indicios de que ha financiado a políticos en sus campañas políticas, siendo supuestamente uno de sus principales negocios, el contrabando de cigarrillos en la frontera paraguaya-brasileña, con nexo con la producción de cigarrillos del ex presidente Horacio Cartes, pues la mayoría de los cigarrillos incautados en el Brasil, pertenecerían a la Tabacalera de Cartes.

Pero uno de los frutos de esta alianza, se da sobre todo con la elección de cuatro nuevos miembros de la Junta de Gobierno del Partido Colorado, integrado por referentes del Cartismo y del presidente de la república Abdo Benitez, quienes se constituirían en el verdadero Gobierno, pues de allí saldrían la línea política, económica y social a ser ejecutada por los diputados, senadores, el presidente de la Republica y sus ministros, del oficialismo.

El Paraguay ofrece al PCC las mejores condiciones geopolíticas para convertirse en la mayor organización criminal, no solo del Sur, sino alguna vez: de América, con un Estado débil, con funcionarios públicos súper corruptos. La mayoría de los fiscales, jueces, policías, militares y guardia cárceles de frontera están altamente condicionados por el crimen organizado a través del soborno, el tráfico de influencias y el miedo.

Según algunos investigadores, el PCC ya no solo tiene una presencia en cinco departamentos como Amambay, San pedro, Canindeyú, Itapuá, y Concepción. También existirían sospechas que ya estarían operando en Caazapá, y Ñeembucú. Hay una conexión con el EPP (Ejercito Paraguayo del Pueblo), pues están en los mismos territorios.

Como ejemplo de que las organizaciones criminales se extienden en ciudades comúnmente tranquilas hasta hace pocos años, es lo ocurrido esta semana en la Ciudad de Pilar. Conforme a lo publicado por el diario Ultima Hora de Asunción: “Eran pasadas las 10:30 del 13 de agosto cuando Celsa Chávez se desplazaba con su pareja, Víctor Sotelo (46), en un automóvil Toyota Premio de color azul, por la concurrida avenida Irala, cuando fueron atacados a balazos por sicarios antes de alcanzar la calle Capitán Bado, en la ciudad de Pilar. El hecho ocurrió 24 horas después de que la mujer diera una entrevista a Telefuturo denunciando un esquema mafioso de ordeñe de combustible en Ñeembucú”.

Los investigadores de la fiscalía no descartan ninguna hipótesis, sobre quienes estarían detrás del asesinato de la mujer.

Supuestamente, en el robo permanente de combustibles de las navieras que circulan por Pilar, estarían involucradas diversas autoridades fiscales, judiciales, policiales, militares de la armada que trabajarían en connivencia con varios grupos criminales y hasta se sospecha de personas dedicadas al narcotráfico.

Los jóvenes de Our Voice, con pasión, talento y creatividad dieron el puntapié inicial en esta etapa de la lucha en Asunción, en plena pandemia, para enfrentar al crimen organizado con la denuncia clara y fuerte de este contubernio mafioso, que constituye el virus más atroz existente en el país.

El Movimiento Cultural Internacional de jóvenes “Our Voice” con sus punzantes y criticas demoledoras contra la corrupción, la mafia y el crimen organizado, a través del arte en Italia, Uruguay, Argentina, Paraguay, demuestra y transmite a todos los habitantes del mundo el mensaje que si somos coherentes, perseverantes y tomamos como bandera de lucha, como misión de nuestras vidas, enfrentar al mal de las mafias juntos, sin tener en cuenta las fronteras, las nacionalidades, las razas, las culturas, sino los ideales comunes de fraternidad, igualdad y libertad, la revolución cultural planetaria será posible.

Y lo que fue utopía se convertirá en realidad en pocos años.

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*Fotos: Our Voice y Antimafia Dos Mil Paraguay