De acuerdo a las informaciones que recorrieron la región y el mundo el ministro Rogério Schietti fue quien concedió el “habeas corpus” a Cartes atendiendo el planteamiento de sus defensores, aunque en paralelo sabido es que continuarán las tareas de investigación por parte de la Fiscalía brasileña, en el caso Lava Jato y el Operativo denominado “Patrón”.

Como se recordará a Cartes se le imputa de haber ayudado a su “hermano del alma” Darío Messer (cuando era intensamente buscado por las autoridades) y de haberle provisto la friolera de 500 mil dólares para mantenerse a distancia de sus perseguidores policiales y judiciales.

Se ha consignado desde el Brasil que el abogado Pedro Ovelar (en declaraciones a la prensa paraguaya) dijo que la Fiscalía brasileña se dio cuenta de la falta absoluta de méritos para la viabilidad del pedido de prisión de Cartes.

“Hay una incongruencia entre lo expresado por la Policía Federal que lo excluye como participante activo de esas investigaciones pero el Ministerio Público se agarra de esas recomendaciones y pide la prisión al juez Bretas. Hoy en el Tribunal Superior entendieron de la ilegalidad de la medida y revocaron la prisión” manifestó Ovelar a un colega de ABC TV.

Además de Overlar, otros abogados presentaron el habeas corpus: los letrados Jacinto Nelson De Miranda Caoutinho, Edward Rocha de Carvalho, Bruna Araújo Amatuzzi Breus, Ana María Lumi, Kamimura Murata y Nikolai Olchanowski.

Todos ellos argumentaron en favor de Cartes manifestando que “los fundamentos utilizados para decretar la prisión preventiva son absolutamente genéricos y equivocados “y que la resolución judicial por la que se pidió la prisión para el ex presidente “no individualiza cuáles serían las conductas de cada sujeto perteneciente al llamado “grupo político” ni la participación del procesado de la actividad criminal de la organización de Darío Messer”.

Los defensores de Horacio Cartes sostienen efusivamente que son puras especulaciones las que pesan sobre su patrocinado. Especulaciones sin sustento ni elementos que puedan presumir ilícitos cometidos.

“No hay pruebas que lo vinculen a él con una asociación criminal por lo que el Superior Tribunal dictó esta medida” dijeron.

En el embudo de esta situación a propósito de Horacio Cartes la punta del iceberg resulta ser que desde el Brasil se dispuso levantar la orden de prisión preventiva en su contra, pero hay un aspecto a considerar, el proceso de investigación continuará, sin perjuicio de que desde tiendas de la defensa del ex mandatario paraguayo se insista que la Policía Federal no pidió cárcel para el ex presidente, sino solo la provisión de información, con lo que la orden del juez Marcelo Da Costa Bretas, basada en el pedido de la fiscalía habría sido ilegal y desproporcionada.

La defensa de Horacio Cartes se anda con esas, pero la acusación sigue sobre la mesa, porque el habeas corpus no lo exime aún íntegramente, aunque sí le haya dado la cuota de impunidad que generalmente este tipo de personajes (siempre en similares situaciones) logra sacar de la galera.

Al menos por ahora, pero solo por ahora, el rostro de Cartes, desencajado por la rabia y la ira, no pasó de ser uno de los habituales sucesos que habitualmente le depara el destino a personajes de su laya. Un suceso del pasado. Del ayer.

De todas maneras, el piso le tembló a Cartes, y se vio rodeado de riesgos. Y como mínimo lo mediático del requerimiento de la justicia le debe haber hecho mella: y la evidencia de que sintió los efectos de la medida fue su rostro cruzado por la rabia, la sorpresa y ¿la vergüenza?.

Esto último lo dudo, porque este tipo de personajes, vergüenza es lo que menos tienen, porque les sobra cinismo y descaro.

Sí: cinismo y descaro, a la hora de autodefinirse inocentes. El cinismo y el descaro de los criminales de guante blanco y de saco y corbata, que son de los que más tenemos que cuidarnos.

Porque son los que más daño hacen a los pueblos y a las democracias.

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*Foto de Portada: www.elconfidencial.com

*Foto 2: www.elpais.com.uy