Los criminales se enfrentan a tiros con los agentes del camión de valores de la empresa Yrendague. Descienden raudamente de un automóvil color blanco, que sería un Toyota Allion, que estaba estacionado frente al vehículo blindado. Los delincuentes corren tras los custodios, que llevan el dinero, quienes no pudieron evitar el asalto. Uno de los guardias, identificado como Pedro Velázquez -víctima fatal- cae al suelo tras recibir un impacto de bala, pero poco tiempo después vuelve a levantarse y protegerse detrás de una camioneta.

Instantes en que los delincuentes siguen pujando para apropiarse del dinero, Velázquez sigue de pie, y en el fragor de la lucha aparentemente realiza disparos con su escopeta, pero momentos después cae al suelo, a causa de la mortal herida de bala que recibió.

Lamentablemente a pesar de poseer un chaleco antibala recibió un impacto en el pecho, lado derecho, que le ocasionó su muerte poco tiempo después.

Según el Jefe de Investigación de Delitos de Central el monto de lo sustraído sería de G. 550 millones. El vehículo utilizado por los delincuentes fue abandonado a pocos Kilómetros del lugar del atraco, sobre la ruta 1, y había sido denunciado como robado en el mes de julio de este año.

Casi simultáneamente a este hecho, ocurre otro robo a la empresa Pechugón, también de Capiatá. Personas no identificadas llegaron a bordo de dos motos y tras reducir al guardia se llevaron unos G. 1. 500. 000 y un arma de fuego.

Seguidilla de hechos delictivos del crimen organizado despierta sospechas

Llama poderosamente la atención que luego del anuncio del Presidente de la República Mario Abdo Benítez de la necesitad de militarizar la lucha contra el crimen organizado (en el marco de una medida que propondría próximamente a través de una enmienda constitucional) se hayan dado una serie de hechos en el país vinculados con el narcotráfico y la delincuencia. En los primeros días de setiembre, tres integrantes de la poderosa banda criminal Primer Comando Capital (PCC) (creada en Brasil) Walter Darío Ayala, Vicente Antonio Leiva Piatti y el brasileño Jackson Da Silva, generaron miedo y tensión , cuando empuñando armas de fuego y elementos punzo cortantes iniciaron un motín dentro del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de la cárcel de Cambyreta, departamento de Itapuá; tomaron la parte administrativa, donde está ubicada la oficina del jefe de seguridad. Tras herir al sub Jefe de los custodios Juan Chaparro, y al guardia cárcel Antonio Martínez, tomaron de rehén al jefe de los vigías, Miguel Medina, escaparon del penal a bordo de un vehículo e ingresaron en un camino rural rumbo al centro de Cambyretá. Posteriormente el automóvil sufrió desperfectos y los fugados se ocultaron en una zona boscosa, teniendo como rehén a Miguel Medina.

Conforme a lo publicado por el Diario ABC Color de Asunción “Al verse acorralados por los efectivos policiales, los fugitivos aceptaron regresar al reclusorio y liberar al centinela al cual retenían, pero antes pidieron la presencia de periodistas y de un representante de la Fiscalía para tener la garantía de que no serían dañados. “

“Una vez acordado el traslado, los reclusos exigieron que irían con sus armas y con el rehén hasta ingresar a la penitenciaría, pero una vez llegado en el sitio pretendieron entrar con las armas en sus manos y luego dejar libre a Medina. “

A pesar de todo, los reos recapturados entregaron la escopeta que habían sustraído a un guardia, así como las dos pistolas que portaban.

En la Costanera Norte de Asunción, sobre la calle Coronel Manuel José Montiel, que es la continuación del nuevo tramo de la avenida Costanera, a 500 metros después de la segunda rotonda sobre la Bahía de Asunción y 850 metros antes de alcanzar la avenida Artigas, el 11 de setiembre pasado en horas de la siesta, cuatro automóviles interceptaron con violencia y dispararon a efectivos del penitenciario-policial que trasladaban a reos desde el Palacio de Justicia al penal de Emboscada. Entre los presos estaba Jorge Teófilo Samudio González, alias “Samura”, un peligroso narcotraficante, de nacionalidad paraguaya, oriundo de Capitán Bado- con varias muertes en su haber-, quien fue liberado durante la emboscada. “Samura” forma parte de una estructura que proveía drogas, cocaína, al mercado brasileño, tanto para el Primer Comando Capital (PCC) como para el Comando Vermelho,(del portugués Comando Rojo) describió el titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Arnaldo Giuzzio a ABC FM 98.

Analizando las declaraciones del ministro del Interior Juan Ernesto Villamayor ante lo ocurrido en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso) del penal de Cambyreta, que habla de “fuerzas anárquicas que buscan destrozar el sistema de vida que tenemos los paraguayos" es un discurso muy similar al que han tenido los personeros del stronismo en el pasado en Paraguay, así como referentes de las dictaduras argentina, uruguaya, chilena y de otros países de América.

Durante la guerra fría, estuvo en vigencia a partir de las décadas del 70 la doctrina de la seguridad nacional impulsada por los Estados Unidos en el Cono Sur para ser implementada por los regímenes dictatoriales, dentro del denominado Plan Cóndor, contra el enemigo interno que eran los supuestos subversivos, comunistas, apátridas y ateos que deseaban atentar contra la paz y el orden en que vivían los pueblos. Esto significó persecución, encarcelamiento, la tortura, desaparición y asesinato de miles de personas inocentes que solo exigían vivir en libertad y que exista justicia social.

Así mismo luego del enfrentamiento entre miembros del Comando Vermelho y la policía en Asunción, ocasión en que asesinaron al respetado Comisario Félix Ferrari y liberaron al narcotraficante “Samura”, el Presidente de la República Mario Abdo Benítez insistió en la necesidad de que se modifique la constitución nacional para que las Fuerzas Armadas de la Nación puedan cumplir tareas similares a la policía en el combate al crimen organizado.

Pero nos hacemos la siguiente pregunta ¿Las fuerzas armadas están preparadas moral y técnicamente para combatir a la mafia del narcotráfico, de armas, de trata de personas, el contrabando, el lavado de dinero, los delitos de cuello blanco? Podemos sostener que no están capacitadas, teniendo en cuenta la no solo pésima actuación de los efectivos de la Fuerza de Tareas Conjuntas ( FTC) en la lucha contra el EPP, sino que existen varias denuncias contra las fuerzas militares y policiales de ejecuciones extrajudiciales, detenciones y allanamientos ilegales, apremios psicológicos que han realizado, sobre todo en la zona norte del país, donde suele operar el supuesto grupo criminal; así como sospechas de negociados y complicidad con los diversos grupos criminales, que estarían en connivencia con políticos y legisladores, muy activos dentro de la mafia.

Ante los indicios de que agentes corruptos de las instituciones de Estado operan en connivencia con la mafia, parafraseando al periodista Benjamín Fernández Bogado, existe un grave peligro de acabar mejicanizándonos. Y eso significa que en el futuro cercano habremos de ver gente colgada, muerta, asesinada, quemada, con cárceles completamente rebasadas, pensando que se trata de una situación normal.

Por lo tanto, no debemos pensar que los hechos delictivos que están ocurriendo sean una casualidad. Sino que forman parte de un plan estratégico, para que la propia ciudadanía exija al Gobierno que militarice las calles y todo el territorio nacional, para la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, sabemos que eso no será la solución. Al contrario, puede generar más desestabilización, asesinatos, persecución de inocentes, aun mayor que la dictadura del General Alfredo Stroessner, ya que será un floreciente negocio lucrativo más para el crimen organizado, a costa del luto y del llanto de miles de familias paraguayas, que serán definitivamente rehenes de la nueva dictadura, más sanguinaria, más cruel, más hipócrita y asesina: la Dictadura de la Mafia-estado.

La única opción que resta a los militantes contra el crimen organizado y la corrupción, a los luchadores por la justicia social, para no caer bajo el dominio definitivo de las fuerzas del mal mafioso, es denunciar y revelar lo que está aconteciendo, a nivel nacional y mundial.

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*Foto de Portada: Cámara de seguridad capta el momento del atraco – Publicado en ABC COLOR – Edición Digital