padresPor Jean Georges Almendras-11 de noviembre de 2017

A la distancia, porque no podemos ignorar, que hay una distancia, entre nosotros, que escribimos sobre Santiago Maldonado y su familia, nos resulta muy grande comprender o calibrar el dolor que se siente (en la soledad de la intimidad) al ver cómo un ser muy querido es desaparecido durante una represión policial, en la soledad patagónica, en plena democracia. Y aunque todos nos solidarizamos con los Maldonado, y nos sensibilizamos a full con cada uno de los familiares de Santiago, en el fondo, no tenemos la real percepción del sufrimiento que ellos están viviendo, desde el 1ero de agosto de este 2017. Además, y debemos ser francos al confesarlo, nos resulta muy difícil suponer o dibujar en nuestra mente, el preciso momento en que recibieron la noticia del hallazgo del cuerpo sin vida de Santiago, y más aún, de calibrar el grado de impotencia e indignación por el que atravesó la familia Maldonado, imaginándolo presa del pánico y quedando a merced de sus perseguidores, los uniformados de la Gendarmería Nacional. Portadores de todos estos inenarrables sufrimientos, los miembros de la familia Maldonado, una y otra vez hablaron en estrados y en la Plaza de Mayo, y al periodismo nacional y extranjero, desnudando sus angustias y sus miedos, y sus esperanzas por una justicia indispensable, y sus reclamos, que todos los sentimos y los defendemos como nuestros. Siempre, públicamente, junto a Verónica Heredia, su incondicional y valerosa abogada, se mostraron el hermano y la cuñada de Santiago y ocasionalmente su mamá. Pero en las últimas horas, por primera vez, se manifestaron públicamente, los padres de Santiago: Stella Peloso y Enrique Maldonado. Y aunque fue a través de un comunicado, su dolor no pudo ser, ni disimulado ni ignorado. Fue, un dolor franco, compartido con el mundo. Para trasmitir su agradecimiento. Un inmenso agradecimiento por tanta solidaridad, expresada en la argentina y en el mundo entero, anónimamente. Un agradecimiento lleno de impotencia, y que le salió del corazón. De ese corazón enorme, que no podrá borrar jamás la figura de ese hijo maravilloso que fue (y es) Santiago.

“A todos los ciudadanos argentinos y del mundo desde lo más profundo de nuestro dolor como padres de Santiago queremos agradecer cada palabra de aliento, cada carta, cada abrazo y sus lágrimas llegan a nuestros corazones. Nuestros días, nuestra vida ha quedado quebrada, solo tenemos el dolor profundo de haber perdido a nuestro hijo amado. Recordamos a Santiago riendo, cantando, dibujando, tatuando, que es lo que hacía en nuestro hogar, tenemos presentes sus viajes, sus anécdotas divertidas sus interminables llamadas a pesar de la distancia, siempre presente, siempre ocurrente, siempre solidario. Los días van pasando y extrañamos no poder llamarlo y escuchar su voz”

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*Foto de Portada: www.tiempodelsurnoticias.com