Director de Antimafia Dos Mil, invitado central de programa Polémica en el Bar, en canal 10

Incisivo y oportuno debate en Montevideo sobre lógica mafiosa, crimen organizado y corrupción

Una magistral clase de mafia y lógicas mafiosas, dio el histórico periodista especializado en criminalidad y crónica policial, Jean Georges Almendras, en el programa Polémica en el Bar, en la versión uruguaya que se transmite por canal 10. Con la conducción de Jorge Piñeyrúa, y un grupo de panelistas reconocidos, los comunicadores y periodistas Sergio Puglia, Patricia Madrid, Julio Ríos, Nicolás Lussich, y Daiana Abracinskas, la palabra “mafia” fue el corazón de la noche en los estudios de Lorenzo Carnelli, en el centro de Montevideo.

El programa comenzó poniendo en contexto a los espectadores, mostrando momentos históricos de quien fuera el cronista policial por excelencia en la televisión uruguaya -figura del canal 4-, junto a Nazario Zampayo y Nano Folle, del canal 12 y canal 10 respectivamente. “La crónica policial siempre fue bastardeada, siempre fue el patio trasero, sin embargo, generaba títulos, generaba rating, generaba impacto hasta en el imaginario popular”, algo que, dice Almendras, “hasta el día de hoy lo sigo experimentando”.

“La crónica policial refleja los problemas humanos”, recalcó. “Trabajamos con la condición humana, estamos junto a un recluso, en un motín, junto a la policía que es la que reprime o interviene como alguacil de la justicia y también con la justicia, con fiscales”, analiza el periodista. Sergio Puglia agregó que “hay un montón de gente que no quiere saber cuál es la realidad en la que vive y entonces niega”.

Almendras asintió, y destacó en ese sentido la importancia de los reporteros gráficos como una “garantía para la comunidad humana”, y recordó una oportunidad en que, en los años 90, gracias a que él y su camarógrafo que lo acompañaba -Víctor Hugo Pedroso- estuvieron en una situación de violencia, salvaron la vida de una persona que estaba allí.

Y la pregunta disparadora del tema crucial de la entrevista, la realizó Piñeyrúa: “¿Cuánto hay de mafia y crimen organizado en nuestro país?”.

“Lamentablemente la mafia no es un tema romántico ni metafórico ni que tengamos que mirarlo por el costado”. Y aunque Cosa Nostra, Toto Riina, o Matteo Messina Denaro sean italianos, es importante que se divulgue en nuestra región, aclara Almendras, por la cuestión de que hay una “ideología mafiosa que se está diseminando sutil y descaradamente en todo el mundo, y América Latina”. Los mafiosos “están insertos en los lugares de poder”, “no necesariamente está el mafioso sentado en el Parlamento”, aclaró.

También explicó que son cuatro las mafias “que dominan el sistema político, el sistema económico, la convivencia y la cultura italiana”. Y profundiza: “En el Uruguay no hay Toto Riina, pero hay ‘Toto Riinas’ a la uruguaya”.

Sobre la ‘Ndrangheta y Rocco Morabito: “El narcotráfico es uno de los aspectos medulares”

“Rocco Morabito es un capo de la ‘Ndrangheta, un hombre de familia de mafia, que viene prófugo de Italia a Uruguay a instalarse, ya procesado por asociación mafiosa en ausencia. El sistema jurídico lo permite allá. Acá no hay ni siquiera delito de mafia, cosa grave que habrá que ver a nivel legislativo”.

“Él viene y se instala, pero no se instala a pasear. Se instala con otra identidad, se instala con una infraestructura y un objetivo que mientras no fue descubierto ese objetivo lo vino cumpliendo. ¿Cuál es? Como todos los capos de la mafia, entra a instalarse en el sistema financiero del Río de la Plata, no de Uruguay solo; Argentina, Brasil, Paraguay”.

"El traslado de cocaína para que cruce a la zona de Europa no lo llevamos en una valijita por los aviones, se lleva en contenedores, y eso significa -y es lo que tenemos que tener conciencia, comunicadores y el pueblo- que se trata de traslados de toneladas en contenedores. Y para movilizar un contenedor o dos al puerto de Montevideo -que ya tenemos evidencias en la crónica policial, se han realizado cantidad de incautaciones-…”, se explaya Almendras, y Julio Ríos, uno de los panelistas, interrumpe: “…hay que tener contactos”.

Almendras toma las palabras de Ríos y agrega: “Contactos, pero no solo a nivel de las fuerzas de seguridad, a nivel del sistema político, del sistema financiero”.

¿Viene con una misión o viene escapado nomás?”, pregunta Piñeyrúa.

“Morabito viene escapado. Cuando viene escapado no viene a tomar el té. Obviamente con una logística y apoyado, y desarrolla una red de narcotráfico que en este momento la potenció”, explica el director de Antimafia Dos Mil.

La ‘Ndrangheta “es un poder económico grande, que mina las economías de los países que están involucrados, mina la democracia, no es un tema para tomarlo a la chacota”. “Nosotros vemos El Padrino, vemos Los Soprano y tenemos una idea romántica. No es así”, enfatiza.

"¿Es interés de todas las mafias italianas meterse en Sudamérica o en el Río de la Plata?", sigue Puñeyrúa

“En este momento Cosa Nostra y ‘Ndrangheta trabajan de forma conjunta. Antes era cada uno en su rancho. Hay un sistema criminal integrado que se ha extendido por los puntos neurálgicos por donde pasa la droga”.

"Claro, Uruguay es fundamental", ratifica el comunicador.

“Uruguay es un puerto. La hidrovía que viene por el lado de Rosario. Son todas rutas comerciales, porque la lógica mafiosa, la ideología mafiosa, desarrolla esas actividades como desarrolla un empresario su expansión comercial”.

Y prosiguió: “Rosario es la Palermo de la región. La situación de Paraguay es nefasta, para el periodista porque han asesinado 20 periodistas”.

-¿Paraguay en qué grado?

“Paraguay es un narcoestado. Porque el 100% del sistema parlamentario está contaminado, está intoxicado”.

-¿Qué evidencias tenés para decir eso?

“Las evidencias las pone Almendras en esta mesa. Están por ejemplo en el (asesinato del, ndr) intendente de Pedro Juan Caballero, una zona que desde los 60 está contaminada por el crimen organizado”.

El periodista Nicolás Lussich, integrante del equipo en piso, cuestionó la aseveración de Almendras: “No la conozco (a la ciudad de P. J. Caballero, ndr), incluso en muchos países de la región y en otros hay problemas de actividad de los narcos, en algunos casos gravísimas y hay una sensación hasta de impunidad, pero llegar a decir que es un narcoestado… me gustaría (saber) a qué te referís”.

La respuesta del especialista en crimen organizado fue inmediata. “No lo digo yo, lo dicen todos aquellos operadores de justicia que ven a Paraguay, desde Italia por ejemplo”. Y a sus palabras se sumó en claro apoyo, Ríos, que recordó hechos criminales recientes del país guaraní: “Mataron a un fiscal que era un fiscal comprometido en la lucha contra el narcotráfico. La muerte de un fiscal harto conocido, y de los más importantes, muerto en su luna de miel, debe ser uno de los argumentos más claro y contundente para establecer esto”. Almendras sumó: “Es la demostración de la transnacionalidad de la ideología mafiosa. Se visibilizó en ese asesinato que el sistema mafioso trabaja con impunidad”.

Y recordó un hecho que cada año nos sigue movilizando, desde la redacción y junto al movimiento Our Voice: “Yo he estado en Paraguay y me consta por lo que he visto, por lo que me ha pasado y por lo que le ha pasado a uno de mis colegas de la redacción Antimafia Dos Mil, Pablo Medina, periodista asesinado por el narcotráfico en la zona de la triple frontera”.

Crimen organizado, mafia y corrupción en Uruguay

La periodista Patricia Madrid disparó contra el invitado, volviendo al tema de Morabito y su inserción en Uruguay, y le preguntó si tenía indicios de otras redes que pudiera haber echado la mafia italiana acá en Uruguay. Almendras respondió: “Seguramente están operando otras redes impuestas por Rocco Morabito antes de ser detenido y después prófugo, te lo afirmo. Nosotros lo hemos dicho en Antimafia Dos Mil en varias oportunidades. Y estando en Italia, el año pasado, (hablé con) jueces y fiscales (que) tienen en su visual de horizonte a Uruguay. Porque siguen atentamente los movimientos de la criminalidad dentro de Uruguay, y sobre todo cuando la criminalidad tiene un sello: la ‘Ndrangheta”.

“Para ser recapturado Rocco Morabito, un individuo que estuvo prófugo durante 15 años, y parecía un empresario, en Punta del Este, y se sentaba quizás en un restaurante donde estaba sentado Sergio Puglia y Almendras, perfectamente… se instaló, lo recapturaron, cumplió la pena por falsificación de documento, y después ya estaba pronto para la extradición. Eso significa corrupción”.

“Claro que tengo indicios. No puedo darte un ejemplo concreto porque tengo que probar lo que diga. Pero sé perfectamente porque la metodología de trabajo de estos personajes es trabajar subterráneamente para lograr sus objetivos. Su primer objetivo era evadirse, que lo hizo. Después se fue a Brasil y pasó lo que pasó. Y después se lo llevan a Italia”.

“Ellos operan con la delincuencia local. Lo mismo pasa en Argentina, donde fueron capturados dos o tres personajes de la ‘Ndrangheta, a los pocos meses de la captura de Morabito. 50 mil euros ingresaron -eso lo avisó la policía italiana, no la policía uruguaya- a Buenos Aires para apoyar a la logística de fuga de Rocco Morabito”.

“Apliquemos el sentido común. Son personas que dan un paso, y el paso lo dan porque hay otras apoyaturas, sino no lo dan”.

Las preguntas siguen. Ríos consulta cómo está Uruguay en cuanto a la corrupción -o no- o en cuanto a la lucha -o no- que se libra contra la mafia. Y Daiana Abracinskas, integrante también del equipo, agrega otra pregunta: “¿Es la mafia instalada? ¿O son redes de narcotráfico que vienen de Colombia, de otros lugares? Esa dicotomía no es menor”.

Puglia interviene, agregando un concepto interesante, que termina en pregunta: “Esa filosofía mafiosa fue infiltrándose en todos los territorios, y además en todos los gobiernos para poder operar. Es parte de la filosofía mafiosa. Su método es infiltrarse dentro de los estamentos de poder y las organizaciones, por un lado, para poder tener libertad de acción y por otro lado para cooptar y captar el local delincuente que quiera participar de la red. ¿Eso pasa en toda América?”.

“Cuando hablamos de mafia no debemos pensar en el árbol; el bosque tenemos que mirar, y el bosque lamentablemente es un cáncer, un monstruo cuyos tentáculos se han extendido por todo el mundo. Uruguay, lamentablemente, si seguimos no estableciendo a nivel parlamentario el delito de mafia, que no existe…”, dice Almendras, y es interrumpido por Abracinskas, que entre otras cosas es abogada, y acota: “Acá es asociación para delinquir, con una pena muy baja”.

Almendras continúa, explicando que en Uruguay “se han hecho incautaciones en los últimos tres años por el pasaje de contenedores de droga por toneladas, la presencia de Rocco Morabito, pares de Rocco Morabito en Argentina, lo que pasa en Paraguay, lo que pasa en Brasil, lo que pasa en Argentina y lo que pasa en Uruguay…”.

“El Uruguay tiene que poner las barbas en remojo a nivel de gobierno, porque tiene que haber una mayor severidad en control de lavado de activos, porque no solamente es llevar la valijita o el contenedor con la droga. Hay operaciones financieras porque hay inmiscuidos elementos financieros, elementos del sistema político. La red establecida por la lógica mafiosa. No quiere decir que la ‘Ndrangheta está instalada a la modalidad italiana porque ellos tienen su pez gordo allá”.

Puglia comentó: “Las actitudes de parte del poder con respecto a mirar para el costado -no estoy hablando de Uruguay en específico-, hay un montón de poderes y de Estados que miran hacia el costado y dejan, porque indudablemente la red está funcionando, y hay otros estados que juegan el doble; miran para el costado, pero también actúan como hemos visto y hemos sabido que ha pasado, tanto en Colombia como en México y todo lo demás”. Madrid acotó: “Acá también tuvimos el caso Marset con el pasaporte” y Puglia agregó que “ese elemento está ligado con el asesinato del fiscal paraguayo”.

El invitado contestó: “La audiencia tiene que empezar a armar este rompecabezas con sentido común. Si aparece un crimen de un fiscal en Paraguay con un visible sello de transnacionalidad, si aparece Sebastián Marset, personajes como Rocco Morabito, situaciones de traslado e incautación de cocaína por toneladas en Uruguay, está pasando algo”.

“La mafia con mayúsculas está en Italia, pero la metodología mafiosa está extendida con todo el mundo”.

“¿Hay mafias locales? No creo que todos los que gobiernan un barrio o que mandan en determinada zona estén vinculados a la mafia”, pregunta Piñeyrúa. Almendras, explica, con gran claridad, algo que parece formar parte de un ideario colectivo sobre lo que significa el concepto de ‘mafia’, el cual está tergiversado y no se ha comprendido aún, cabalmente: “No son mafias, ese es un concepto que hay que aclarar. La mafia se desarrolla, crece y ejecuta su metodología, que significa una cultura de vida, ritos. Son hombres de honor en su léxico. En Italia trabajan de una forma, pero fuera del territorio italiano esa cultura -salvo después de la segunda guerra mundial que se instalan en Estados Unidos Cosa Nostra, la Mano Negra-. Lo que opera es la ideología mafiosa”.

“En Colombia, Pablo Escobar adoptaba como ejemplo de su procedimiento a Provenzano, a Toto Riina. Era su modelo. Ellos en América Latina han inyectado el veneno de la lógica mafiosa. Uno de los aspectos es el uso del sicariato. El trabajo de contaminar el sistema económico. El trabajo de contaminar el sistema político, no de contaminar al aduanero dándole 5 mil dólares, porque para mover toneladas de droga se necesita contaminar el sistema político”.

“Nosotros pensamos que acá no hay ningún político contaminado. Bueno, mientras no salga este problema y no salgan los nombres, que en su debido momento saldrán, yo se los anuncio. Dentro de poco tiempo van a empezar a aparecer nombres, que ustedes decían, ‘¿cómo es posible que tal político, tal parlamentario, esté involucrado? Y está involucrado’. Así como en 2017 apareció Rocco Morabito y después de la noche a la mañana se fuga, recién después de la captura nos desayunamos que existía un elemento peligroso. Bueno, esto va a pasar”, aseguró. “Van a aparecer integrantes del sistema político”, insistió Almendras.

Madrid defendió el sistema uruguayo, destacando “la reserva moral y ética que tiene nuestro sistema político. Sigo pensando que existe. Puede haber excepciones, ni hablar. Pero el sistema actuó debidamente. Hay que seguir apelando a esa institucionalidad”, señaló, y paralelamente repasó junto a Puglia todo lo que sucedió en torno a Morabito y a Marset para que pudieran escapar de la justicia, con ayuda del Estado. “El sistema operó como tenía que operar actuando frente a ese delincuente, la policía lo detuvo, lo llevaron a la justicia, fueron juzgados, fueron condenados. Ahí el sistema funciona”, insistió. Y puso como ejemplo a Messina Denaro, que se mantuvo prófugo por 30 años en Italia, lo que dijo que se debía a la corrupción judicial y política. Pero no se dio cuenta quizás, que esa misma situación se vivió en Uruguay, con Morabito, prófugo y escondido aquí por 15 años, y luego escapado de los brazos del Ministerio del Interior, en la excárcel central, en pleno centro de la capital uruguaya.

Lussich le pidió a Almendras que explicara sobre la corrupción política en Uruguay. “La evidencia la dijo Patricia: en el caso Morabito hubo un solo procesado”, contestó. Y el panelista repreguntó: “¿Qué hacen los mafiosos para corromper el sistema político?”. Para sorpresa de quienes observaban el debate, la que contestó fue Madrid: “Financian campañas”, aseguró.

Almendras agregó: “Ellos trabajan contaminando, no solamente con influencias. Contaminan el sistema político. Significa vincularse, dar dinero, comprar influencias, entrar dentro de terrenos que quizás tú y yo no podemos entrar para hacer el traslado de droga. Corromper con dinero y con influencias. El tráfico de influencias no se hace solo para ayudarse, ‘haceme la gauchada’, no, el tráfico de influencias es una de las metodologías adoptadas”.

Otro hecho de presumible corrupción que salió a la luz en el debate fue la falta de escáner para el puerto. Lussich sacó el tema, y destacó que hace más de 20 años no se pueden conseguir un par de escáner, algo verdaderamente insólito.

A raíz de la discusión surgieron ideas interesantes para bajar a tierra la necesidad de enfrentar la corrupción en Uruguay: reforzar a la Junta de Transparencia y Ética Pública (JUTEP), que haya una revisión de la ley de financiamiento de los partidos políticos, que los partidos políticos tengan que rendir cuentas para establecer la transparencia y tener la trazabilidad de cómo se financian las campañas, darle más personal a la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (SENACLAFT).

“No hay voluntad política”, apuntó Almendras.

Al final del programa le preguntaron por la mafia rusa. El periodista explicó que “hace parte de un Sistema Criminal Integrado extendido por todo el mundo. Que opere acá, en Bolivia, en Brasil, ellos no tienen problema”. La lógica mafiosa, el sistema criminal, culminó Almendras, “está extendida por el mundo. Todo lo demás son visibilizaciones de que un Estado está debilitado para combatir la mafia. El Estado uruguayo está debilitado para combatir mafias o elementos del crimen organizado internacional. La evidencia es Rocco Morabito. Está debilitada Italia, por una sencilla razón: tiene 200 años de mafia. Significa que, si bien hay elementos de la Constitución, reglamentación, mecanismos legales para combatir la mafia, también hay lamentablemente una contaminación repulsiva”.

Foto de portada: Antimafia Dos Mil