Desde Paraguay en dos camiones de maíz a granel con doble piso

Hace pocos días casi 700 kilos; ahora 100 kilos: destino europeo vía Montevideo

Por Jean Georges Almendras-22 de noviembre de 2022

Como si se tratase de un guion de cine preestablecido, o mejor dicho, en consonancia con otro de una misma temática, a pocas horas de que en el Puerto de Montevideo se hubo detectado e incautado un cargamento de cocaína de casi 700 kilos, en un barco procedente de Paraguay (con destino a Rusia), en el puente de Salto Grande, hace cuestión de horas, personal aduanero argentino incautó un cargamento de igual sustancia, de 100 kilos, dentro de dos camiones de maíz a granel con doble piso, que se dirigían literalmente, al puerto de Montevideo. Si al titular la información relacionada con el hallazgo de la droga en la terminal portuaria, acentuamos de que ya no era para el asombro ese procedimiento, ahora insistimos en que Montevideo, ya no solo es una ruta preferida por el narcotráfico internacional, sino que es fundamentalmente es una de las principales puertas de salida de la cocaína a gran escala con destino a Europa, lo que nos lleva de la mano a suponer -y no gratuitamente- que en América Latina, personajes de la organización mafiosa calabresa ´Ndrangheta, deben estar instalados -vaya a saber en qué punto preciso del continente concretamente- para monitorear de cerc -con narcos locales de países vecinos- todos estos voluminosos y cuantiosos -financieramente hablando- envíos de droga. Si por un lado se hacen las incautaciones, por el otro, ahora, se deberá -al menos todo hace suponer, por el panorama que se nos ofrece- hacer hincapié en una muy prolija labor para detectar a esos grandes narcos internacionales diseminados (de la ‘Ndrangheta, insisto, junto a otros pares) en suelo sudamericano, quizás en Uruguay mismo, o también en Argentina, tal como aconteció en su momento con Rocco Morabito y Carmine Maiorano, ambos hoy entre rejas. El desafío a las autoridades de ambos países, y de la región, entonces, una vez más está planteado, pero ya es un hecho que estamos copados por el sistema criminal integrado, y a muy alta escala, y ante nuestras narices.

La noticia se dio a conocer en el correr de las últimas horas: personal de Aduanas de Argentina, en el puente de Salto Grande, detectó más de 100 kilos de cocaína en el interior de dos camiones con doble fondo que transportaban maíz a granel.

Según las primeras informaciones que recorrieron ya la región, a través de comunicados oficiales o fuentes de la investigación, los funcionarios actuantes establecieron que los camiones paraguayos, y que se dirigían específicamente a la principal terminal portuaria de Montevideo, capital del Uruguay.

Explotándose información confidencial, en poder de la Aduana argentina, se pudo saber el momento y las características de los pesados rodados que transportaban la droga. Una vez ubicados estos se tomaron las precauciones del caso, con personal policial y entrenado para estas operaciones, y en cuestión de pocos minutos, en el curso de una muy profesional inspección del camión, se hallaron en el doble piso de ambos, envoltorios conteniendo cocaína.

Específicamente se ubicaron 103.4 kilos de cocaína de alta pureza avaluada en alrededor de un millón de dólares. Este nuevo cargamento de droga, con destino primario, el puerto de Montevideo, sería el segundo incautado por las autoridades en menos de 48 horas. Este procedimiento se hizo exactamente, en un paso de frontera ubicado a unos 15 kilómetros al norte de la ciudad de Salto.

Se pudo saber, según versiones oficiales, que la droga se hallaba escondida entre los ejes de los dos camiones que transportaban maíz a granel, mercadería, que, según documentación inspeccionada, tenía como destino el puerto montevideano.

En el paso Concordia-Salto, se puso punto final al cargamento y todos los antecedentes del procedimiento fueron derivados a la fiscal Analía Ramponi, la que a su vez derivó la competencia del procedimiento a la Justicia Federal de Argentina, desde su sede judicial en Concordia. Personal de Gerdarmería apoyó en el operativo dándose cuenta además al jefe de Migraciones de la Jefatura de Policía de Salto, Álvaro Fagúndez quien dijo a los medios de prensa que por esa ruta habitualmente cruzan unos 200 camiones de carga internacional por día, y que el 95 por ciento son de origen paraguayo, alternado con ellos, vehículos bolivianos y argentinos.

Hay que remarcar, con especial interés, que desde estas páginas hemos afirmado, insistentemente, que los alcances del narcotráfico internacional no tienen límites, hoy por hoy en territorio sudamericano, y que organizaciones internacionales, como la ‘Ndrangheta calabresa -uno de los grupos mafiosos más poderosos que operan en Italia- estarían involucrados en estas operaciones a gran escala. ¿Por qué? Pues porque la empresa más rica y más sanguinaria de Italia se llama mafia. Y esa mafia-empresa, especializada en el narcotráfico internacional, es el iceberg de esa punta que sale a la superficie de las aguas, cada vez que se concretan incautaciones de cocaína, como las de Salto Grande y como las del Puerto de Montevideo.

No sería de extrañarnos, que a este operativo (y el del Puerto de Montevideo), ambos llevados adelante recientemente, se sumen otros en breve lapso, lo que corroboraría sin dudas mediante, la fluidez del accionar del narcotráfico internacional por estas regiones del Río de la Plata, como antesala del envío de cocaína -procedente, o de Colombia o de Bolivia- a diferentes puntos terminales -portuarios- de Europa, para luego ser distribuida a mercados locales en el continente, con el dato no menor, de que tras cada frontera cruzada, el valor del cargamento alcance cifras siderales, que engrosarán las estadísticas más escandalosas, respecto a las ganancias que estos grupos mafiosos logran, gradualmente, operando con claro y nítido criterio empresarial, mafioso por excelencia.

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*Foto de portada: Aduana argentina