El expresidente de EEUU salió a defenderse: “No quieren que me postule a la presidencia en 2024”

Recientemente un cuerpo de agentes del FBI realizó un allanamiento en una residencia en el Estado de Florida, propiedad del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump. La orden fue dada por el Departamento de Justicia del país, que hasta el momento no se ha pronunciado oficialmente respecto a las motivaciones que impulsan la investigación. Según distintas fuentes periodísticas norteamericanas, la requisa estaría vinculada a la fuerte sospecha de que el exmandatario oculta archivos clasificados del gobierno, que habría sustraído de manera irregular durante el periodo en que fue presidente.

“Son momentos oscuros para nuestra nación”, dijo Trump intentando defenderse. Además, agregó: “Mi hermosa casa, Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, está siendo asediada, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI. Esto nunca le había ocurrido antes a un presidente de Estados Unidos”.

La residencia Mar-A-Lago, ubicada en el exclusivo resort Palm Beach, ya había sido investigada a principio de año, cuando la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA, por sus siglas en ingles), había recuperado 15 cajas con documentos gubernamentales, memorandos, obsequios y cartas, entre las que se encontraría correspondencia con el presidente norcoreano Kim Jong Un.

“Después de trabajar y cooperar con las agencias gubernamentales pertinentes, esta redada no anunciada en mi casa no fue necesaria ni apropiada”, publicó Trump en su sitio web.

Según la legislación norteamericana, todo archivo oficial debe ser remitido al Nara, quien determina su correcto almacenaje. Quien desvirtuara de manera alguna este precepto podría incurrir en un delito penal. Numerosos investigadores, entre ellos la periodista Maggie Haberman, afirman que Trump, siendo presidente, tenía la costumbre de romper documentación oficial e incluso tirarla por el inodoro. De comprobarse que el expresidente retuviera, de manera ilegal, información oficial clasificada, podría ser acusado bajo las leyes de espionaje, las mismas con las que es perseguido el periodista Julian Assange.

Es importante considerar, que cualquier actividad “voluntaria e ilegal” que corrompa de manera alguna documentación oficial, tendría como penalidad, además de multas y tiempo de prisión, la inhabilitación para ocupar cargos públicos en la órbita federal. Este dato, es tenido particularmente en cuenta por los partidarios de Trump que de cara a las próximas elecciones presidenciales (que se llevaran a cabo en 2024), consideran que estas acusaciones son una forma de ataque político contra la imagen del expresidente. El propio Trump afirmo que, este es un “ataque de los demócratas radicales de izquierda que desesperadamente no quieren que me postule a la presidencia en 2024”.

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*Foto de portada: cubaenmiami.com