Por Alejandro Díaz-11 de febrero de 2021

El próximo 24 de febrero tendrían que comenzar las audiencias del juicio por la explosión de Río Tercero, que tiene como único imputado al expresidente y senador “vitalicio” Carlos Saúl Menem. El juicio será llevado adelante por el Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba, a cargo de los magistrados Carolina Prado, Noel Costa y Jaime Díaz Gavier.

El 3 de noviembre de 1995 exploto en la localidad de Río Tercero, provincia de Córdoba, la "Fábrica Militar Rio Tercero”. En aquel presente Carlos Menem, siendo presidente de la Nación, tan solo algunas horas más tarde se apuró en confirmar frente a la prensa internacional, que aquel estrago había sido ocasionado por un accidente. Este discurso fue sostenido por todos los cortesanos de su gestión involucrados en el hecho.

La verdad, como pudo ser demostrada, es que aquel estrago fue en realidad un atentado terrorista, llevado a cabo con la participación de personal militar del Ejército argentino para encubrir el faltante de armas que habían sido de manera ilegal vendidas a Croacia y Ecuador.

Esta causa que tuvo su primer fallo en el 2014, logró condenar por “estrago doloso seguido de muerte” a Edberto González de la Vega, coronel retirado y director de Coordinación Empresaria de Fabricaciones Militares; Carlos Franke, coronel retirado y director de Producción de Fabricaciones Militares; Jorge Antonio Cornejo Torino, coronel retirado y director de la Fábrica Militar de Río Tercero; y a Marcelo Diego Gatto, mayor retirado. En aquel entonces, Carlos Menem había sido sobreseído por falta de pruebas.

Ahora, el Tribunal comenzará un nuevo proceso en el que intentarán demostrar la necesaria participación del exmandatario. Pero Menem, de 90 años, desde hace varias semanas se encuentra internado en un estado de salud muy complicado, por lo que su abogado defensor, Omar Luis Daer, pidió la suspensión de la fecha de debate. Lo cual es entendible, pero si no está en estado de salud para ejercer sus obligaciones con la justicia, tampoco está en un estado de salud para ejercer su cargo como senador “vitalicio”, desde hace años no cumple por razones de edad y de salud con las difíciles exigencias que imponen la responsabilidad del cargo, incluso no asiste a una sesión en el Congreso desde marzo del año pasado.

Más de 25 años esperando justicia, más de 25 años dilatando procesos, escondiéndose detrás de favores, de secretos, y de sus fueros que los “amigos” nunca se animaron a quitarle. 25 años negándoles la verdad a las víctimas, a los familiares, a la incansable Ana Gritti. 25 años negándole la verdad al pueblo.

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*Foto de portada: www.lmdiario.com.ar