El consejero togado: en el gobierno hay "un partido que fue fundado por un sujeto condenado por concurso en asociación mafiosa"

Por Luca Grossi-22 de octubre de 2022

"En el ámbito nacional en pocas horas llegará al poder un partido fundado por un hombre condenado en forma definitiva por concurso en asociación mafiosa: el senador Dell’Utri. Un sujeto que, según una sentencia definitiva, durante al menos 18 años fue intermediario de un pacto entre las más importantes familias mafiosas de Palermo y el entonces empresario y hoy influyente político Silvio Berlusconi".

Este fue el duro análisis presentado por el consejero togado del CSM (Consejo Superior de la Magistratura), Nino Di Matteo, durante un seminario de capacitación en el FLC CGIL CAMP (Federación de Trabajadores Docentes de Campania que pertenece a la Confederación General del Trabajo de Italia) titulado 'Conciencia es conocimiento. Educación y legalidad'. El evento fue organizado en colaboración con el Centro de Estudios Paolo y Rita Borsellino y con Proteo Fare Sapere Sicilia. La primera jornada de trabajo tuvo lugar el 20 de octubre en el Hotel Saracen de Isola delle Femmine (Palermo) y contó con la participación, además de la del magistrado de Palermo, de Eliana Romano, presidenta de Proteo Fare Sapere Sicilia; Pietro Patti, miembro de la secretaría de la FLC CGIL Sicilia; Claudia Cammarata, presidenta de Anpi Caltanissetta; Maurizio Muraglia, docente y experto en temas educativos y didácticos; y Alfio Mannino, secretario general de la CGIL de Sicilia.

Durante su discurso, Di Matteo también explicó la situación política en la antigua Trinacria: "En Sicilia -dijo el magistrado- hoy mandan y mueven las filas de la política, hombres que han pasado gran parte de su tiempo, en los últimos años, en los pasillos y salas de audiencias de los juzgados para defenderse de las acusaciones de asociación con la mafia. Algunos de esos políticos fueron condenados, otros fueron absueltos, en otros casos se cerró la investigación. Pero - continuó- siempre han surgido relaciones significativas con políticos de alto nivel; sin embargo, estos sujetos continúan moviendo las filas de la política en Sicilia".

"Me gusta recordar, y siento que tengo el deber de hacerlo, más allá de la hipocresía, de la retórica, de las conmemoraciones, de los marcos de la legalidad y de las banderas", dijo Paolo Borsellino en 1989 en una conferencia con estudiantes de una escuela secundaria en Bassano del Grappa.

"El juez Borsellino dijo que el drama de este país radica en que, en lo que respecta a las relaciones entre la mafia y la política, si no se prueba un delito y por tanto no interviene una condena penal, no se afirman responsabilidades políticas de determinadas conductas conscientes. Si no es posible configurar un delito, si no es posible probar ese delito, incluso si se prueban relaciones conscientes con miembros de la mafia, en Italia (dijo desde entonces Paolo Borsellino) nunca se activa un mecanismo para hacer cumplir las responsabilidades políticas".

"Los partidos -dijo- no excluyen a estos sujetos de las listas de sus candidatos, al contrario, los buscan con frecuencia".

Según el magistrado, la situación, desde 1989 hasta hoy, ha empeorado claramente en este aspecto: "¿Por qué digo que la situación ha empeorado? Porque Paolo Borsellino partió del caso en el que las relaciones estaban probadas, pero no eran un delito. Hoy no se afirma la responsabilidad política aun cuando se ha probado el delito, cuando se han dictado condenas definitivas".

Debido a eso, el silencio de la política en estos temas, ya no puede ser tolerado.

Es necesaria, pues, una "revolución de la conciencia, que sacuda el estado de letargo y resignación en que parece haber caído el país ante estas situaciones".

Una revolución que debe involucrar sobre todo a las nuevas generaciones, a quienes se les debe transmitir "las ganas y la posibilidad de saber lo que ha pasado y está pasando en nuestro país" y "las ganas y la posibilidad de profundizar en el tema". Cada uno de esos jóvenes, dijo, tiene el poder de "ayudar a derrotar esa mentalidad".

¿En qué forma?

"Cuando sean llamadas a las urnas para emitir su voto según sus propias tendencias culturales y políticas. Pero teniendo en cuenta que cualquier voto debe ser siempre y en todo caso expresión de una conciencia" que no puede "aceptar que la política esté condicionada por la mafia. Ni siquiera desde el punto de vista de la obtención del consentimiento electoral. Esto es lo que espero como ciudadano, antes incluso que como magistrado. Y repito, estamos viviendo un momento de retroceso a nivel político, en la toma de conciencia de la necesidad de luchar contra la mafia y, lamentablemente, también a nivel social. Lo que está pasando, como lo que ha pasado recientemente en Sicilia, demuestra la insensibilidad ante la gravedad de ciertos problemas".

"Yo creo que es necesario, y el sindicato puede volver a constituir un importante punto de referencia, un cambio de ritmo. Ese cambio de ritmo que, un político que inició las primeras actividades en el ámbito sindical, Pío La Torre, encarnaba quizás más que cualquier otro político. Es decir, la capacidad y la voluntad, en la denuncia del fenómeno mafioso, de actuar no solo con independencia del poder judicial sino también precediendo al Poder Judicial".

"Cuando Pio La Torre, en 1976, redactó junto con Cesare Terranova el informe minoritario de la Comisión Parlamentaria Antimafia sobre contactos y relaciones entre la mafia y la política, dio nombres y citó situaciones concretas". Y esos nombres, concluyó el magistrado, "ni siquiera estaban incluidos, y esos hechos ni siquiera habían sido considerados por el poder judicial" y no constaban "ni siquiera en los partes informativos de los carabineros o de la policía estatal".

En conclusión, parece que la historia, además de repetirse, está destinada a empeorar.

En un país normal, treinta años después de las matanzas de Capaci y de Via D'Amelio, la magistratura ya debería haber condenado, con sentencia definitiva, a los autores intelectuales externos. La política ya debería haber hecho una limpieza profunda en su interior. Los periódicos deberían informar los hechos de manera cartujana sin tener en cuenta los intereses de este o aquel personaje. Se deberían haber hecho varios cambios normativos para que el delito y el ir de la mano de los mafiosos no fuera conveniente y la retórica debería estar reservada solo para el teatro.

Pero este, por desgracia, no es un país normal.

--------------------

*Foto de portada: © Paolo Bassani