VIA FRANCESCO CANGIAMILA AL NUMERO 88
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VIA FRANCESCO CANGIAMILA AL NUMERO 88
Por Jean Georges Almendras
No por casualidad. Entiéndase bien. Obviamente tampoco por capricho o por compromiso o por complacencia, recientemente se entregó al periodista Lorenzo Baldo –Vicedirector de Antimafia Duemila- una muy sobria plaqueta de reconocimiento “por su actividad que aspira a la información clara y valiente sobre el fenómeno mafioso y por su compromiso social y civil”. Esto ocurrió el día lunes 21 de mayo del año 2012 el que corre vertiginosamente acarreando toda suerte de acontecimientos dentro de Italia, y en particular en la isla siciliana
La entrega de este reconocimiento tuvo lugar en la sala del Teatro Dante de la ciudad de Palermo, porque inevitablemente allí en ese punto del suelo siciliano, y en esa jornada, se desarrollaba una muy significativa reunión entre estudiantes de algunos institutos superiores palermitanos y el asesor sobre la legalidad de la Provincia de Palermo, Pietro Longi, oportunidad en que este entregó otra placa para recordar y agradecer por el trabajo cumplido en los últimos años al fiscal adjunto de Palermo, Vittorio Teresi y puntualmente “por haber vivido, dentro de la magistratura, un camino que lo ha visto revestir una prestigiosa función relacionada con la lucha en contra de la criminalidad organizada."
En ese encuentro, otro destinatario de una placa similar, fue el director de cine palermitano Alberto Castiglione, concretamente “por haber contribuido con arte a renovar las conciencias, conjugando sensibilidad, conocimientos y saber, en un continuo compromiso social por una cultura de la legalidad”.
Así, con la proyección de “Adieu”, comenzaba literalmente la extensa nómina de actividades previstas para la conmemoración de un nuevo aniversario de los 20 años de los atentados de Capaci y de Vía DAmelio, donde perecieron los jueces Giovanni F alcone y Paolo Borselino y sus respectivos custodias, más la esposa del primero de los magistrados.
Así, con la proyección de “Adieu”, todos los presentes en el evento del Teatro Dante, redoblaron su compromiso con el mensaje que allí mismo hizo el Fiscal Vittorio Teresi dirigido especialmente a los estudiantes ubicados en la sala: “El sentido de vuestra presencia aquí, es uno de los elementos que me hace decir, que quizás, (Giovanni Falcone y Paolo Borselino) no han muerto en vano. Y esta vuestra presencia os hace cada vez más protagonistas de la historia, en cuanto hoy es más fuerte para vosotros el deber estar, el mostrar que sois estudiantes de un estado vivo. Pero para hacerlo tenéis que informaros, porque el conocimiento y la cultura son la única arma contra la mafia”. Por su parte el cineasta Alberto Castiglione agregó “ si estamos aquí hablando de mafia es porque el Estado todavía no ha ganado esta guerra”
Cuatro meses antes de este 2012, en mi tercera estancia en Sicilia, expresamente en Palermo, con iguales pensamientos me instalé –junto a otros colaboradores de la Redacción Antimafia Dos Mil, edición Uruguay- en el amplio inmueble donde se encuentra la Redacción de AntimafiaDuemila, en el corazón de Palermo, donde Lorenzo Baldo y el Director de AntimafiaDuemila, Giorgio Bongiovanni, cumplen con su rutina diaria, de hacer periodismo de la legalidad, periodismo de denuncia, periodismo de investigación.
En ese invierno italiano, mediados de enero, me encontraba en el centro neurálgico de una publicación que ha trascendido fronteras. Fronteras físicas y fronteras ideológicas. Me hallaba en el centro neurálgico de un bastión emblemático de la lucha contra el mal mafioso en la región. Me hallaba –como se halla la redacción misma- en el escenario natural donde ese cáncer social y delictivo tiene sus añejas raíces teñidas en sangre y corrupción a diferentes niveles. Me hallaba en el centro neurálgico de un brazo de la justicia de nuestros días, esta vez erigido en las entrañas del barrio Baida, en Vía Francesco Cangiamila al número 88, donde irónicamente manda un jefe mafioso, uno de los tantos de la urbe palermitana.
La casa tiene tres plantas y la redacción propiamente dicha está ubicada en el subsuelo, ingresando por el acceso principal. Las oficinas dan a un patio posterior desde donde se visualiza la ciudad cuna de Cosa Nostra.
Instalado en el balcón de la edificación llevo mis ojos a la distancia y recorro Palermo percibiendo a una ciudad dotada de atractivo turístico, por sus dotes naturales. Pero también mis ojos advierten que detrás de los colores están las sombras. Y detrás de las sombras, sus efectos. Sus consecuencias. Los efectos de un mal traducido en años y años de dominio nefasto, de muerte y de corrupción, contaminando la región y el mundo. Contaminando generaciones.
Estoy en el lugar donde diariamente se redactan notas periodísticas. Donde se redactan denuncias. Donde se reciben informaciones y donde se planifican movilizaciones pacíficas. Donde la legalidad crea conciencia en la región y en el mundo. Donde nuestros amigos, los operadores de justicia de Palermo, se conectan con los redactores de la publicación trimestral y del sitio web, al que tienen acceso más de 40.000 personas cada mes.. Donde los colegas Lorenzo Baldo, Maria Loi , Ana Petrozzi y Giorgio Bongiovanni, residentes permanentes de la redacción, coordinan las actividades de la publicación, con los responsables de las redacciones de Uruguay , Argentina y otros colaboradores del mundo.
Estoy en el lugar donde se coordinan las actividades periodísticas con los periodistas de AntimafiaDuemila de la redacción de Sant Elpidio Amare, en el norte de Italia, dirigidos por Ana Petrozzi. Colegas jóvenes y maduros en conciencia como Aron Petinari, Emanuelle Di Stefano, Marco Capelis, Mirian Cuccu, Francesca Mondin, Lara Borsoi, Mónica Cientofante, Silvia Cordella.
¿El objetivo de todos ellos? ¿De todos nosotros? “..hacemos una revista para ayudar a la Justicia. Nace la revista el 25 de marzo del año 2000 .Nace la revista con un nombre atípico, un nombre que no es comercial. Nace así porque nuestra realidad es atípica. Todos buscamos aportar para descubrir la verdad. Hallar la verdad y denunciarla, especialmente sobre los mandantes de los crímenes de los jueces Falcone y Borselino. Es una revista que no solo cumple con la misión de informar, sobre el crimen organizado. Somos actores de una idea, de una conciencia. La conciencia de la legalidad. Hacemos parte de un concepto de Justicia que muchas veces no es comprendido. Nos sustentamos nosotros mismos. No recibimos apoyo económico de institución oficial alguna. No hacemos una revista lucrativa. Cada ejemplar tiene un valor de 10 euros y se lo puede adquirir en kioscos y librerías de Palermo. Cada uno de nuestros trabajos, de nuestras campañas se pueden conocer visitando los sitios web de Italia, Uruguay y Argentina .Nuestro producto periodístico no ha cosechado ganancias. Ha cosechado apoyos. Apoyos de jueces, de fiscales, de hombres de justicia, como Antonio Ingroia , Antonino Di Mateo, Francesco del Benne y muchos más. Apoyos de muchos periodistas, de familiares de los jueces asesinados, de jóvenes de acá y del extranjero. Apoyo de Asociaciones que trabajan para crear conciencia de la legalidad. Es una lista interminable que por supuesto nos reconforta y nos honra ” explica Lorenzo Baldo.
Su escritorio esta literalmente junto al de la periodista Ana Petrozzi, cuya actividad principal se reparte entre las redacciones de Palermo y de Sant Elpidio Amare, sumándose a esa rutina giras constantes que realiza por Italia y el mundo, dando conferencias y participando de eventos junto a magistrados y fiscales.
En la redacción trabaja también el director de la revista Giorgio Bongiovanni y otros colaboradores. En la redacción es donde también se reciben a los amigos de un emprendimiento sobrado en valores y en esperanzas.
Por ejemplo,durante mi visita a Palermo, de ese enero de 2012, en esa redacción, que hará historia con el tiempo, recibimos a un indiscutible y muy querido emblema de esa lucha a la mafia que parece no tener fin: Leticia Bataglia.
Entró a la redacción, con su andar calmo. Con sus ojos cansados por haber visto tanta muerte de mafia. Fuma prácticamente un cigarro tras otro. Es incisiva en sus preguntas. Escruta todo con sus ojos, los mismos ojos que por varios años fueron cómplices de su profesión histórica; reportera gráfica en tiempos de violencia mafiosa. Tiempos que cronológicamente parecen distantes, pero al mismo tiempo, se tornan cercanos a nosotros. Tiempos de sombras que contrastan con las luces de estos tiempos. Luces a medias, que se amplifican por la sola presencia de seres como Leticia, que aún desilusionada del siciliano, continúa aferrada, casi inconscientemente al ideal de que no hay que bajar la guardia, especialmente en Palermo. Y lo hace, unida fuertemente a nosotros.
¿Cuáles fueron las repercusiones en la ciudad, luego de instalarse la redacción, prácticamente en un barrio mafioso como si se tratara de una luz en la noche?
Lorenzo Baldo contesta enfáticamente, sin titubear, sin dudar. Firme y enérgico. Con el mismo ímpetu de los años del comienzo en Sicilia. Allá por el 2000. Cuando iba y venía de Palermo a Sant Elpidio Amare abriendo camino a la publicación, conectándose con jueces, fiscales y periodistas. Una época que recuerda con nostalgia. Una época que ha dado sus frutos ¿Uno de esos frutos maduros?: la redacción en la que gentilmente nos recibe. Una luz necesaria e indispensable para despejar las sombras, en una ciudad, aunque atractiva, hace años sumida en las tinieblas.
Lorenzo Baldo nos relata: “Hemos sido catalogados por los carabineros y las autoridades judiciales como objeto sensible de atentado y por esa razón desde que nos instalamos en este casa, hay una rutina policial. Una patrulla de carabineros pasa por el frente de la redacción para ver si todo anda bien. Acá funciona la redacción central de Antimafia Dos Mil que tiene una redacción filial en San Elpidio Amare, en el norte de Italia, en la provincia de Le Marche, donde también se cumplen algunas medidas de seguridad por parte de los carabineros. En otras redacciones del exterior, como ser en Uruguay y en Argentina se trabaja normalmente, aunque igualmente los riesgos no se han descartado y se han tomado las precauciones necesarias. Acá en Palermo la mafia sabe perfectamente qué hacemos, qué decimos y para qué estamos. Conocen nuestras actividades y nosotros estamos plenamente identificados. Así trabajamos, transparentes y firmes, como los operadores de justicia que buscan denunciar los hechos criminales de los grupos mafiosos de nuestro país y del mundo. Es una redacción sin precedentes, lo admitimos. Pero esa es nuestra vida. Ese es nuestro compromiso. En ese contexto seguimos adelante, siempre programando conferencias y movilizaciones para llegar a la verdad, dentro y fuera de Palermo.”
Entonces. No por causalidad. Entiéndase bien…Lorenzo Baldo…. la redacción de Antimafia Duemila…y todos aquellos que trabajan en el mismo camino fueron reconocidos aquel 21 de mayo de este 2012 en el Teatro Dante de la ciudad de Palermo, en Sicilia, en Italia.
Entonces. No por causalidad. Entiéndase bien… a las tinieblas de una ciudad, rica en cultura y en tragedias, le corresponden las más intensas luces de una generación diferente, plena de valores y de esperanzas, aún en medio de un poder mafioso, dominante en su tierra y extendido por el mundo.
Entonces. No por casualidad. Entiéndase bien…estas líneas parten al mundo desde la redacción Antimafia DosMil, de Montevideo, Uruguay, porque sencillamente cada paso que damos es un paso hacia adelante. Sea allá en Palermo, en Vía Francesco Cangiamila al número 88 o sea acá en Sudamérica. El tema es, no perder el rumbo.